ENTREVISTA A PABLO DI GERÓNIMO
Proyectar y generar alternativas

Matías Matarazzo, para EcoDias

Pablo Di Gerónimo se encuentra actualmente frente al Instituto Cultural
de la ciudad. Anteriormente estuvo a cargo del teatro Municipal.
Di Gerónimo responde algunas preguntas que marcan el camino que se
seguirá durante su gestión.

Tu gestión nace de una situación institucional inédita en la ciudad.
¿Cómo influye esto en la dirección del Instituto Cultural, y qué objetivos
delineás de acá a dos años?
Creo que los hechos que provocan los cambios institucionales no tienen
que influir en el proyecto cultural. Sí hay que tenerlos en cuenta, a los
efectos de cómo diagramar el trabajo, pero de ninguna manera tiene que
influir específicamente en el proyecto cultural.
Hablando del proyecto cultural en sí mismo, obviamente los primeros
días tienen que ver con un reconocimiento acabado de los equipos de
trabajo. Soy absolutamente partidario de los trabajos en equipo: las
políticas no se desarrollan a partir de las personas individualmente
consideradas, sino a partir de los grupos interdisciplinarios de trabajo.
Lo que estamos proyectando, a futuro, tiene que ver con generar actividades
que tengan como eje la formación, que tengan el valor agregado de la
capacitación. Por eso, estamos pensando en que cada una de las actividades
tenga ese perfil.
También tenemos que aprovechar toda la energía cultural que tiene la
ciudad, que nace espontáneamente y que debe seguir siendo así porque creo
que la cultura tiene que ver con eso. El Instituto Cultural tiene que ser
también un espacio que permita canalizar esa energía, que permita abrir
espacios para que ese caudal pueda desarrollarse. Creo que esa es en gran
parte nuestra función.

Esto que decís se relaciona con una situación que se puede definir así:
en Bahía, como vos decís, hay muchísima gente trabajando en cultura muy en
serio, pero no hay un campo cultural sólido, basado en el encuentro, en la
confrontación. En esta falencia hay muchas instancias de responsabilidad.
¿Qué responsabilidad le toca al Instituto Cultural?
Es verdad, yo estuve trabajando dos años en el Teatro Municipal y hay
muchos trabajos que llegan por iniciativas particulares, en las que uno
solamente les brinda el espacio. Pero también existen otros casos, en los
que uno debe generar el evento artístico. Y cuando es el Estado el que lo
genera, creo que tiene que ser sumamente abierto en cuanto a las ideas y
posibilidades, y se tiene que hacer mucho hincapié en darle un valor
agregado. Creo que la formación tendría que ver con ese valor agregado.

El año pasado hubo un grupo que se denominó “Autoconvocados por la
Cultura” que representaba a artistas de todas las ramas, desde el folklore,
hasta artistas plásticos, escritores, actores, etc. Este grupo encabezó una
protesta contra el Instituto Cultural, pidiendo que se conozca la política
y el proyecto cultural, el presupuesto y su utilización, y pidiendo también
que dentro del mismo se escuchen todas las voces que no estaban siendo
escuchadas. ¿Tenías conocimiento de este grupo y de sus reclamos? ¿Los vas
a tener en cuenta?
Había tomado conocimiento, por supuesto, fue público y notorio. En lo
que respecta al equipo actual del Instituto Cultural, la idea es generar
espacios de análisis y discusión, estamos abiertos al diálogo, creo que eso
es importante. Podemos cometer errores y tener acierto, pero me parece que
lo importante es ser lo suficientemente abierto y tener los oídos atentos
para poder escuchar las necesidades del sector en el que a nosotros nos
toca trabajar, que es el sector de la cultura, que no es poco.

Otro problema cultural que se planteó el año pasado fue le de las
bandas de rock. A partir del caso Cromañon, con el cierre de los lugares
donde normalmente tocaban se quedaron sin espacios para expresarse.
Estuvieron gestionando durante un largo tiempo este problema y al final no
les dieron ninguna solución.
Todavía no he tenido oportunidad de hablar con ellos. Seguramente en el
momento en que nos sentemos a conversar plantearán las necesidades y creo
que la obligación nuestra es buscar las alternativas para intentar
conseguir una solución. No te puedo decir ahora cual será esa, pero sí que
hay que sentarse a conversar y buscar alternativas, esa es nuestra función.

Decime un problema puntual y algo que a tu entender funcione bien en la
esfera cultural de Bahía Blanca.
Creo que lo que mejor funciona es lo que hablábamos recién, es la
sensibilidad artística del bahiense. La cultura en Bahía Blanca, o el arte,
se ha desarrollado muchas veces contra situaciones que le ponían freno. La
energía sigue avanzando, eso me parece que es lo positivo.
En cuanto a lo que hay que profundizar, y en eso nos corresponde a
nosotros trabajar mucho, es en descentralizar lo más posible la actividad
cultural que sale del Estado. Me parece que nosotros no tenemos que centrar
nuestra actividad únicamente en un sector de la ciudad, sino que tenemos
que proyectar y generar alternativas de acción cultural que de alguna
manera lleguen a todos los sectores.
A mí me interesa mucho una frase que escuché del presidente del
Instituto Cultural de la Provincia, que decía que también existe el
excluido cultural, es decir, que una forma de exclusión social es la
exclusión cultural. Toda persona tiene derecho a participar de un hecho
cultural o artístico, y creo que todo aquel que vive un hecho artístico no
le va a pasar desapercibido, siempre algo queda. Todos tenemos derechos
sociales, derechos económicos y derechos culturales, muchas veces nos
preocupamos mucho por los otros derechos y creo que también tenemos que
ocuparnos con igual intensidad de que se concreten los derechos culturales.
Ahí me parece que tenemos que esforzarnos muchísimo para cubrir las
necesidades que hoy todavía se presentan.