Comparado con la situación previa -a raíz de distintos conflictos vividos tiempo atrás- se puede aseverar que el Sindicato del Personal de Industrias Químicas y Petroquímicas y Afines de Bahía Blanca se encuentra en mejor situación. Eso refiere a una mejor estabilidad económica e incluso posibilidad de concreciones de obras para el beneficio de sus afiliados. Aunque el gremio se encuentra abocado a otra lucha, tal vez la fundamental, y es la que refiere a una mejor situación laboral de los trabajadores, tanto en lo económico como en lo relativo a sus derechos.
Es sabido que existe una crisis a nivel internacional, y esa es la excusa esgrimida  por las empresas del Polo Petroquímico local para no aumentar los salarios, según nos comentan en el gremio. Julio Leguizamón, secretario general, amplía el concepto: “Las empresas grandes presionan a las contratistas para bajar los costos y eso genera presión hacia los trabajadores porque beneficios sociales como puede ser un refrigerio lo eliminan como excusa de la crisis. Hoy la realidad de las plantas del Polo es que están funcionando al máximo, la producción sale, está vendida, están exportando, o sea que en  lo que hace a la crisis respecto al Polo… las empresas están funcionando al máximo”.
Actualmente, se encuentran en paritarias por aumentos de sueldo con las 40 empresas que componen el polo industrial. Lo que están pidiendo los trabajadores es un 25% de aumento “y también para el caso de las contratistas más chicas, ya que en esas que son de servicios los salarios están muy bajos. El año pasado nos dedicamos exclusivamente a ese grupo para tratar de subirlo. Cuando entramos al gremio nos encontramos que algunas estaban con el mínimo vital y móvil, entonces nos dedicamos a subirle ni bien ingresamos al gremio: estamos hablando de aumentos del 70 y 80% en esas empresas. Más allá de que el porcentaje aparenta ser alto, en la realidad los números estaban en el vital y móvil”.
Por esa razón se pide 25% de aumento para todos pero con la idea de seguir recomponiendo a quienes se encontraban con sueldos más bajos: “Cualquier trabajador dentro del sindicato tiene que estar por encima de los 2.500 pesos de bolsillo. Son dos posturas en esta paritaria: por un lado el aumento que abarca a todos, y por otro garantizar un piso salarial”.
A todo esto, las paritarias no van por buen camino, cuenta Leguizamón, ya que no habría buena predisposición empresarial para tratar el tema por lo cual no se descartan futuras medidas de fuera: “En 2007 por un informe que hizo el CREEBA, el Polo movió 2.800 millones de pesos en un año y pagó en salarios 122 millones, esa es la relación que hay. Aparte de que no les cuesta nada, hay que tener en cuenta que el único dinero que queda por las exportaciones, porque acá se utiliza toda la materia prima, ese dinero lo poco que queda acá son los sueldos y los servicios que pagan las empresas que son en pesos, el resto se va. Como sindicato tenemos que exigir eso, y el Estado también porque por algo ha subsidiado y dado beneficios, dejar libre en un momento de crisis está situación sería un error. Si no hay acuerdo, o si estamos muy lejos, podría haber medidas por parte en todo el Polo Petroquímico”.

Salón y pileta
El sindicato está recuperado económicamente, dice Leguizamón, incluso les ha quedado un importante superávit que les permite proyectar obras: “Una es un salón de fiestas, nosotros tenemos el salón en Sarmiento pero por distintos motivos no lo podemos habilitar para fiestas por las reglamentaciones. Estamos trabajando para por lo menos habilitarlo para lo que son reuniones o fiestas sin música, estamos muy cerca de eso para cien personas. Y a la vez estamos terminando un salón que se había empezado hace muchos años, y que quedó abandonado en el predio de Cerri, para 270 personas. Está parquizado y tiene escenario, es un salón importante”.
Por último, el proyecto restante tiene que ver con una futura pileta de natación: “En el predio tenemos una pileta de 400 metros cuadrados que no nos alcanza por la cantidad de afiliados, así que vamos a hacer una de 600 metros cuadrados. Eso para la próxima temporada estaría terminado. A pesar de la crisis hicimos un esfuerzo muy grande para salir de las deudas que habían quedado, y poder ahorrar un poco de dinero y encarar cosas que hace muchos años que no se hacían en el sindicato”.