EN LA CÁRCEL

Sala de estimulación temprana

Los niños cuyas madres están privadas de libertad en el penal de Bahía
Blanca van a tener un lugar de contención y donde poder ir desarrollándose
a través de la construcción de una sala de estimulación temprana en dicha
unidad carcelaria.

Esto se desprende de las palabras de Rodolfo Barrio, integrante del
Rotary Club Bahía Blanca que es la entidad que se encarga de conseguir los
fondos para realizar la obra.

Con todo lo necesario
Barrio, quien trabajó durante 30 años en políticas de minoridad y
conoce la situación de las madres que viven con sus hijos en unidades
penitenciarias relató como fue surgiendo la idea de crear la sala de
estimulación temprana para la unidad de Bahía Blanca: “Los niños hasta los
cuatro años deben permanecer con sus madres pero conviviendo en ese
ambiente que no es el correcto, el adecuado para la formación del chico por
un montón de circunstancias. Sobre todo por una falta de madurez física y
mental, necesita cuidados especiales, protección incluso la legal. Por eso
era necesario habilitar un medio para que dichos preceptos se plasmen
realmente y que exista un medio físico adecuado para el desarrollo del
niño”.Esta inquietud fue transmitida por Barrio al Rotary Club Bahía Blanca
y junto al arquitecto Jorge Fosat se esbozó el proyecto que además de las
comodidades para las madres y chiquitos las tendrá también para el buen
manejo por parte de especialistas, educadoras y asistentes que ocupen
dichos cargos: “Es muy importante el tema de esos niños porque en esa edad
si no se reciben los estímulos necesarios se ingresa posteriormente a la
pre adolescencia y se transmiten luego a la adolescencia conflictos que son
de orígenes”.
La sala va a tener 100 metros cubiertos y contará con todas las
comodidades que un chico necesita para recibir estimulaciones. Entre esos
elementos Barrio contó que habrá diez camas, cada niño tendrá su cuna y
cambiador, mesas individuales para que las educadoras puedan trabajar de
acuerdo a la edad del chico, cocina, sanitarios, etc. Incluso se tiene
pensado construir en el exterior de la sala una pequeña pileta de natación
y un arenero para que funcionen como lugares de esparcimiento.

Todos dan una mano
Barrio explicó que los rotarios son en este caso los encargados de
captar los fondos además de realizar otras colaboraciones pero además los
que también trabajan son los internos del penal, entre ellos, muchos con
oficio, que contribuyen al proyecto con su mano de obra: “Lo hacen de forma
gratuita porque en el sistema penitenciario existe un convenio de que
cuando los presos realizan trabajos tienen un peculio. En este caso ellos
lo han donado y están consustanciados y contenidos con la obra que se está
haciendo”.
La idea de la sala de estimulación temprana cuenta con el apoyo del
director del Servicio Penitenciario de la provincia de Buenos Aires, existe
para eso un convenio firmado con el Rotary, y justamente se va a convertir
en la primera sala de las unidades penitenciarias de la provincia: “En este
momento en la cárcel no hay muchos chicos pero como sucede que va a ser la
primer sala de estimulación temprana que va a funcionar en la provincia,
posiblemente en el futuro se puedan trasladar madres con sus chiquitos”.