En el interior del barrio
Talleres culturales

La cultura no es patrimonio del centro de la ciudad. En los barrios pasan
cosas y en Bahía existe la posibilidad de desarrollar los gustos artísticos
en los talleres que propone el Instituto Cultural.

Que a un adolescente le guste la música, la danza -cualquiera sea su estilo-
, la plástica o cualquier actividad artística no es extraño. Como tampoco
lo es su dedicación a aprenderla.
Que un adolescente de un barrio periférico, al que le guste cualquiera de
las expresiones mencionadas, tenga que acercarse al centro a formarse en el
arte tampoco sorprende, teniendo en cuenta que la mayoría de las escuelas
de arte y talleres de formación están allí.
Son pocos los que pueden -dependiendo de los alcances económicos de cada
familia- y son muchos los que sin formación lo intentan entre amigos o por
cuenta propia.
Es por eso que el Instituto Cultural desde hace cuatro años viene
desarrollando una serie de talleres artísticos que apuntan a esta
población: la que tiene ganas de aprender un arte y no tiene los medios
económicos para hacerlo.

Historia
EcoDias entrevistó a Néstor Berettera, quien es el coordinador de talleres
y forma parte del Instituto Cultural bahiense: “Los talleres se inician
hace muchos años con la llegada de la democracia, y fueron un impacto muy
grande para la cultura barrial de la ciudad. Pero desde el año 2004
empezamos con la coordinación de talleres, buscando espacios de expresión
para adolescentes y jóvenes, no con el objetivo de formar artistas, sino
lugares de encuentro y expresión a través de distintos lenguajes artísticos
que podían ser la plástica, la música, la literatura, el teatro… Que
generaran lugares de encuentros para una franja desprotegida, en lugares
donde no existe la posibilidad de acceder a estos talleres como el centro,
donde uno puede ir a una escuela, taller o profesor particular”.
Desde el inicio los talleres se han distribuido por toda la ciudad, y han
funcionado en distintos sectores, tales como Villa Nocito, Villa Rosas,
White, Cabildo, en lugares donde “la oferta cultural es poca y la que
existe es paga. Porque los talleres son libres y gratuitos, no se requiere
experiencia previa y se permite constantemente el ingreso de nuevos
participantes al taller”.
Y aquí otro punto importante. Una de las características más destacadas de
los talleres es su condición de flexible: “Nosotros decimos que no somos
rígidos a la hora de definir los talleres, porque no podemos ir con algo
armado que se flexibilice dependiendo de la realidad del lugar. Tratamos de
cubrir las necesidades, las prioridades son los lugares donde no hay nada,
preferimos un espacio físico donde no tengan ninguna actividad cultural”.
Así es que en cada taller las franjas etarias estipuladas se corren, y lo
que al principio era una clase estructurada, termina siendo una muestra del
barrio, dos horas de actividad conjunta con un objetivo: el arte.
“Siempre nos pasó que hacemos las preinscripciones en el barrio, y viene el
chico de 13 años, pero un día tiene que venir con los 4 hermanos, que son
de 4, 6, 9 y 11 y se quedan en el taller. Tenemos grupos muy variados”.
La cantidad de asistentes en cada grupo depende de la temática del taller,
por ejemplo, en murga hay muchos chicos -hay épocas que llegan a reunirse
más de 50- , en tango también pero más adultos. Y en los restantes
promedios de 12 a 15.
El último tema al que se refirió Berettera fue el de los profesores: “Todos
los profesores son gente muy preparada en su área, y además tienen manejo
de grupos, niños y jóvenes, pero sobre todo lo hacen porque les apasiona su
tarea”.

Este año que se va
En el barrio Pampa Central, dentro de la Biblioteca Saint Exupery frente a
la plaza Tambor de Tacuarí, funciona el taller de construcción de
instrumentos musicales.
La finalidad del taller -en manos de Gastón Unzú, Lujan Scaioli y Noelia
Rodríguez- es favorecer el contacto con la materia sonora, la práctica del
canto grupal y la construcción y ejecución de instrumentos formales e
informales.
Por otro lado, en Italia 2609 -en las instalaciones de la Sociedad de
Fomento del Barrio Thompson- y en la entidad barrial de Tiro Federal
-Pellegrini 638- funcionan los talleres de danzas folklóricas, destinados a
incentivar el conocimiento y la valoración del patrimonio cultural nacional
a través de la danza. Este taller está a cargo de Marcela Sagel.
En otro sector de la ciudad -en el Colegio La Piedad de Avellaneda 324- se
encienden las luces del teatro cuando los integrantes del taller de teatro
comunitario buscan a través de técnicas teatrales, autoconocerse,
interactuar con sus pares y lograr creaciones colectivas como formas de
expresión particular, grupal y social. La coordinadora de teatro es Claudia
Tourn.
Uno de los más tradicionales y multitudinarios son los talleres de tango
que funcionan en el Salón Blanco de la comuna, en Alsina 65, bajo las
órdenes de Marcelo y Eugenia Falappa.
Este espacio tiene como objetivo la practica de la danza y su transmisión a
generaciones futuras.
Una de las actividades más alegres dentro de los talleres, es la murga.
Ésta expresión cultural -que integra música, danza, teatro, poesía y
plástica- tiene su lugar en el club Comercial de Ing. White.
El taller se basa en el fomento de la creación colectiva práctica,
favoreciendo el desarrollo creativo y la expresión individual de los
participantes. Es dirigido por Mirta Sartori.
Por último, el taller de plástica se desarrolla en la Capilla Cristo Rey de
Villa Haarding Green -Quinquela Martín 4106-. El taller busca favorecer el
crecimiento de la sensibilidad y el interés estético, el pensamiento y al
imaginación creadora, estimulando la curiosidad a través del trabajo de
diferentes materiales, herramientas, lenguajes y formas.
Para más información, comunicarse a [email protected].