El primer martes del mes, la Comisión Asesora de Medio Ambiente del
Concejo Deliberante analizó el convenio enviado por el Departamento
Ejecutivo que busca establecer una solución definitiva al problema de la
planta de tratamiento de residuos de Gral. Cerri.

El proyecto aún no convence a los ediles involucrados en el tema, que
siguen discutiendo el futuro de la EcoPlanta. Por eso EcoDias conversó con
la presidenta de la Comisión, la radical Aloma Sartor.
Según la concejala, el Ejecutivo “plantea firmar un convenio con la
cooperativa de trabajadores, que tiene un objetivo exclusivo que es para la
separación de residuos en la planta, y que fija un porcentaje de 50% de lo
que ingrese por valor de las ventas en materiales separados para los
trabajadores y sus aportes, y el otro 50% para la compra de maquinarias y
mantenimiento de la planta”.
Además comentó que “este proyecto tiene tres patas: concientización,
para que se haga la separación domiciliaria, porque sino es imposible o
pasa como ahora que se puede recolectar sólo un 30% del material porque el
otro está sucio. En segundo lugar, la recuperación, la comercialización y
la logística, que es todo un tema estratégico empresarial que hay que saber
cómo hacerlo, sino tampoco funciona; y los trabajadores que inmediatamente
tendrán que tener condiciones laborales dignas”.

Política de residuos
Dijo Sartor que “la política de residuos no es un tema en el que el
municipio se meta gratuitamente porque tiene una veta romántica. Forma
parte de su responsabilidad pública absoluta. Entonces el Ejecutivo no
puede, vía un convenio de este tipo, largar esta responsabilidad a una
cooperativa que se está consolidando poco a poco, que hay que ayudar a que
se fortalezca, pero que al día de hoy está conformada por los trabajadores
y nada más”.
En este sentido, no se puede cargar a los 56 obreros actuales con
tareas para las cuales no están capacitados y que por otra parte les
exigirá mayores recursos. La idea es “que el municipio empiece a pagar por
el tratamiento de los residuos en esa modalidad, así como le paga a Cliba
por el enterramiento en el relleno”, aseguró Sartor.
“Hay que empezar a pensar que el tema de los residuos en Bahía es uno
sólo y se vincula a la recolección, disposición final, plantas de
recuperación, y a toda la problemática que hay a diez cuadras de la Plaza
Rivadavia sobre basureros clandestinos como en Noroeste, en Villa
Caracol…”, advirtió, aclarando a su tiempo que “esta mirada separada no
es culpa de esta gestión, en verdad esto viene históricamente. Pero es
cierto que ahora estamos trabajando con un convenio con la planta y, por lo
menos, que este acuerdo empiece a reflejar una postura diferente en
relación a esta cuestión”.

Pensar en el futuro
Finalmente, la concejala radical reconoció que una planta de este tipo
en su máximo de producción “nunca es autosustentable, especialmente en
estas escalas. En Europa el medio ambiente cuesta muy caro y eso se paga,
entonces empieza a tener algún grado de valor económico, inclusive porque
la recuperación de los insumos productivos también se paga más. Acá hasta
el uno a uno no se podía, ahora comienza a tener más valor el material
recuperado pero como todavía tirar en cualquier lado sigue siendo más
barato, sigue todo igual. Hay cosas que uno no las puede contabilizar hoy,
hay que pensar a futuro”.

Autor: Redacción EcoDias