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Dos más dos son cuatro acá y en la China

Todavía no hay consenso en el Concejo Deliberante por un proyecto del bloque oficialista de castigar económicamente a quienes hagan altos consumos de agua en la ciudad, que el concejal Usabiaga defiende apelando a la emergencia.

Cuando meses atrás el intendente brindó una pintoresca conferencia de prensa, con unos viejos caños de agua arriba de la mesa, deslizó la posibilidad de llevar a cabo un sistema de sanciones para evitar el derroche de agua ante la crisis hídrica que vive la ciudad. Todo eso fue anunciado junto a campañas de concientización que se vieron reflejadas en publicidades oficiales y charlas en algunas escuelas.
Lo cierto es que la posibilidad de sancionar con multas económicas a aquellos usuarios que hagan un uso desmedido del agua quedó latente. Y ahora el tema está en el tapete y sigue siendo discutido largamente en el Concejo Deliberante.
Más allá de la posición que tome cada bahiense frente al tema, el proyecto existe y parece no haber consenso para aprobarlo. Al menos así lo expresó ante EcoDias el oficialista concejal Esteban Usabiaga: “El bloque de la UCR ha venido haciéndose presente en las reuniones que tuvimos hasta ahora y con observaciones y objeciones que son concretas. Algunos otros bloques minoritarios no han venido ya que han manifestado desde hace mucho su oposición en base a argumentos que no tienen ningún color y son, entendemos nosotros, contradictorios con algunas cosas que votaron semanas atrás. A su vez, el Frente para la Victoria Gremial exhibió un proyecto alternativo que en realidad no soluciona gran cosa”, se quejó el concejal.
El problema pasa fundamentalmente porque lo que sí solucionaría “gran cosa”, según Usabiaga, encuentra trabas en los argumentos de la Unión Cívica Radical “por el hecho de que ellos quieren traer, a la discusión simultánea, a la Provincia y a ABSA, y eso implica enrostrarles también lo que no se ha hecho, según ellos, o lo que se ha hecho mal. Lo que nosotros decimos es que está muy bien eso, hagámoslo pero saquemos una ordenanza primero que ponga de manifiesto nuestra vocación y nuestra voluntad como concejales en función de las facultades que nosotros tenemos”.
La ordenanza debe contener, explicó Usabiaga, un efecto disuasivo y motivador porque de lo contrario habría que empezar a sancionar el mal uso del recurso hídrico “porque hay gente para todo. Hay gente que se motiva normalmente sintiéndose parte de una comunidad y creyendo que hay que hacer cosas para el bien común, y hay otra gente a la que le importa nada los demás, y a veces hasta ellos mismos, y esos necesitan sanciones. Es como se ve en el tránsito, por ejemplo”.

Esquema simple
Consultado sobre los métodos que se utilizarían para sancionar, éstos no serían a través de aumentos de tarifas porque los mismos fueron dados por un decreto del mes de enero. Ese dictamen permitió que la prestataria ABSA, a partir de determinados volúmenes de consumo que son mayores a la medida normal que consume una familia, incremente el valor del metro cúbico: “De todas maneras quien tiene plata puede derrochar igual pero con eso no alcanza. Nosotros establecemos multas porque no hay otro régimen sancionatorio previsto. Dejé eso abierto al consenso, puse en la ordenanza que se aplique la ley de faltas municipales pero no establecí la multa concreta para que junto a la oposición sean discutidas. La idea es buscar el justo medio”.
Acerca de la falta de consenso entre los ediles, Usabiaga remarcó que hay una falta de conciencia de la urgencia y de que es necesario restringir derroches: “Esta es la única norma que podemos ofrecer, no he visto otra alternativa. El razonamiento es muy simple: dos más dos son cuatro acá y en la China. Por eso me pone un poco ansioso que a casi dos meses de presentado el proyecto, sigamos dando vueltas”.
De todas maneras, se llegó a un acuerdo para realizar reuniones con representantes del gobierno de la provincia de Buenos Aires y de la empresa ABSA “para simultaneizar, porque de otra forma no hay manera de que salga”.
Es momento, insistió, de actuar ahora ante la emergencia: “Es un esquema resimple, como diría un chico, muy fácil de entender, no hay muchas vueltas para darle. En todo caso, si hay algo para mejorar, para profundizar, normas para emitir a mediano plazo y a largo plazo que tenemos previstas, pero ahora está la emergencia. Actuemos ahora, después vemos cómo se sigue. Yo no me imagino un bombero en el medio del incendio intentando ir a ver al gerente del lugar a ver cómo es que se produjo el incendio: primero apaguemos el fuego. Es simple mi argumento”.

Sin opinión definitiva
El problema de la planta depuradora de líquidos cloacales Tercera Cuenca sigue preocupando porque su no funcionamiento y la contaminación que produce, pondría en peligro la apertura del Balneario Maldonado. Usabiaga dijo no tener una opinión definitiva acerca del tema “porque los estudios no son concluyentes. Si bien hay indicios para creer y elementos serios para creer -por los estudios del IADO- que puede haber un reflujo y una cantidad de bacterias importantes hacia cerca de la boca de la toma de agua del balneario, como se están haciendo trabajos y como se está revisando la cuestión, todavía no estamos como para decir que el balneario no se va a abrir. Creo que hay que esperar un poco más y seguir midiendo. Obviamente, que uno no piensa en poner en riesgo a la población pero todavía estamos a dos meses de la apertura, hay tiempo para seguir analizando”.

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2009-10-30 00:00:00
Etiquetas: Bahía Blanca.
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