En el marco de las terceras Jornadas en Defensa y Promoción de los Derechos Humanos desarrolladas en el ámbito de la Universidad Nacional del Sur, estuvieron en Bahía Blanca Diego Morales, director del Área de Litigio y Defensa Legal del CELS, y Mirta Baravalle, representante de Madres de Plaza de Mayo Línea Fundadora.
“Aprovechamos esta oportunidad para informar sobre la situación de los derechos humanos a lo largo de 2006”, aseguró Morales quien presentó la 12º edición del diagnóstico nacional que realiza anualmente el Centro de Estudios Legales y Sociales, organización liderada por Horacio Verbitsky: “Hemos descubierto problemas muy estructurales como, por ejemplo, la justicia en las provincias, las cárceles, no sólo en la provincia de Buenos Aires sino también en Mendoza, Chubut…”.
Morales afirmó también que “en lo referido a dictadura hay dos condenas, contra Etchecolatz y contra el Turco Julián, pero hay demoras en la implementación de los nuevos juicios. Cuáles son los obstáculos, dónde están las trabas y qué deberían hacer los distintos órganos estatales para resolverlos” fueron los ejes del informe.
“Otros avances tienen que ver con el dictado de ciertas normas que habilitan a obtener toda la información existente sobre temas de dictadura, también la reglamentación de la Ley de Defensa, la prohibición al poder militar de realizar tareas de inteligencia, el levantamiento del secreto militar a la hora de investigar. Todo esto implica un avance en la institucionalidad de los derechos humanos”, detalló.

La desaparición de Julio
“Nosotras consideramos que todavía el aparato represivo existe y está subterráneamente conviviendo con todos nosotros… uno a veces se pregunta por qué ha ocurrido, si es por inoperancia, por qué motivos ahora tenemos que sufrir la desaparición de otra persona que nos involucra emocionalmente y particularmente. En el sentido que sabemos el sufrimiento que es que un familiar, de un momento para otro, no esté más dentro de su núcleo familiar y pensar que puede estar pasando lo mismo que nuestros hijos, es inaceptable”, dijo Mirta Baravalle.
Mirta asegura que “si todos los represores que están ahora ejerciendo funciones hubiesen sido removidos directamente, quizás lo de Julio López no hubiera ocurrido. Entonces, ¿cómo? Sabemos que es un represor, que estuvo en tal lado, y cómo puede ser que esté en actividad… Ya los tendrían que haber sacado, claro, hay intereses o situaciones que hacen imposibles que sean erradicados”.

A 31 años del golpe
Baravalle se mostró satisfecha por el desarrollo de los actos conmemorativos de “la noche más larga”. “La gente se ha volcado muchísimo y eso es lo importante para nosotras. Vemos que si la dictadura militar, los genocidas, pensaron que en este pueblo, en este país iba a estar el olvido, ya es una realidad que el olvido está desterrado porque lo queda es la memoria establecida ¡por siempre!”.
“Lo vemos con las nuevas generaciones que se acercan, cada vez más jovencitos, y que están con esa necesidad de saber y quieren estar presentes para evocar a esa generación que por querer una sociedad distinta están desaparecidos”.