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Cuando uno más uno da más que dos
La Cooperativa de trabajo Kbrones es una de las tantas empresas textiles que han tenido que adecuar su proyecto productivo a raíz de las condiciones fijadas desde el gobierno de Mauricio Macri a la industria nacional. Para ello, cuenta con el apoyo de otros sectores del movimiento cooperativo, que le compran ropa de trabajo.

La Cooperativa de trabajo Kbrones es una de las tantas empresas textiles que
han tenido que adecuar su proyecto productivo a raíz de las condiciones fijadas
desde el gobierno de Mauricio Macri a la industria nacional. Para ello, cuenta
con el apoyo de otros sectores del movimiento cooperativo, que le compran ropa
de trabajo.

“En este último año y medio que la industria nacional viene para atrás, lo que
definimos como empresa fue trabajar sobre la producción de una sola línea, la
línea de ropa de trabajo para la industria. Así, sacamos nuestra propia marca
Kbrones y vendemos pantalones, camisas, camperas y botines de seguridad, con
nuestra marca”, destaca Marcelo Vargas, presidente de la cooperativa.
Integrantes de la Federación Fecootra y de la Red Textil Cooperativa, hoy
Kbrones cuenta con 19 trabajadores asociados, distribuidos en las áreas de
producción, ventas y administración.
“Nuestra sede está en el barrio de Barracas, en calle Australia al 2700, en la
Ciudad Autónoma de Buenos Aires, y ahí tenemos un pequeño local de ventas al
público, pero más que nada trabajamos mediante los convenios y venta directa a
las empresas. Este año también empezamos a trabajar con un técnico que nos está
asesorando con la marca nuestra, y también para vender vía Internet y todos los
sitios de comercialización”, informa Vargas.
¿Cuáles han sido los avances y dificultades en estos 8 años de trabajo
cooperativo? “Antes teníamos diversificada la producción. Nosotros empezamos
con el rubro marroquinería, y siempre seguimos trabajando en ese tema. Pero la
situación económica actual y de la industria nacional, hace que tengamos que
buscar un público más específico, para no tener disperso el capital. Porque si
se trabaja con marroquinería y no se desarrolla tanto la venta, queda el stock
de producción, y no se puede vivir de eso”, resume el trabajador.
Pese a la inversión realizada en los últimos años, que les permitía cubrir la
parte liviana del rubro -remería, chombas-, “tuvimos que dedicarnos
exclusivamente a la ropa pesada, que es la ropa de trabajo, decidimos encarar
la línea de ropa para la industria”.

El apoyo del sector cooperativo

“Firmamos un convenio con dos federaciones de la Confederación Cooperar, que
fue la que nos promocionó a través de su presidente, Ariel Guarco. Primero
trabajamos con la Cooperativa Eléctrica de Pringles, le proveímos de ropa de
trabajo, y luego trabajamos con 18 cooperativas de las 100 que tiene la
Federación Fedecoba. Este es el segundo año que le hacemos la producción de
ropa”, da cuenta agradecido Vargas.
En el rubro de las empresas de energía en la provincia de Buenos Aires la
regulación existente establece una provisión de ropa para los trabajadores con
una frecuencia semestral, lo cual genera pedidos regulares cada seis meses para
la empresa textil.
A principios de 2017, a Fedecoba se sumó la Federación Face, que también nuclea
cooperativas eléctricas, en este caso de Córdoba, Mendoza, San Luis y La Rioja:
“Empezamos a trabajar con ellos en un convenio marco, que nos da la posibilidad
de ingresar al programa de compras que tienen en común, que se llama ‘compras
agrupadas’. La mayoría de las cooperativas de Face que quieran comprar la ropa
de trabajo lo van a hacer a través de este programa”.
La solidaridad se irradia desde Kbrones para con otras cooperativas textiles,
por cuanto “los pedidos que recibimos de remería, por medio de la Red Textil
Cooperativa (RTC) se lo damos a las cooperativas que están especializadas en
ropa liviana, entonces cada cooperativa tiene especializada su maquinaria, y
optimiza su producción. Hay cooperativas que tienen sus saberes en el
estampado, otras se dedican sólo a cortar, otras se dedican a la
comercialización, de hecho hay una cooperativa de la RTC que sólo se dedica a
la administración, y esto termina resultando más barato para todos. De esta
manera, podemos producir más y con mejor calidad, y con menos costos”.

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2017-06-13 00:00:00
Etiquetas: Economía social.
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