CONVENIO CÁRITAS-MUNICIPALIDAD
Programa de Economía Social y Solidaria

Con el objetivo de fortalecer los procesos productivos y comerciales,
la asistencia técnica y la capacitación, la organización comunitaria, la
difusión y comunicación de los emprendimientos en la ciudad, se puso en
marcha en nuestra ciudad el “Programa de Economía Social y Solidaria”. El
impulso formal a este programa estuvo dado en el acuerdo refrendado entre
la Municipalidad de Bahía Blanca y Cáritas Arquidiocesana Bahía Blanca.
La firma del convenio se realizó ante la presencia de gran cantidad de
medios de comunicación local y tanto el intendente Cristian Breitenstein,
como el director de Cáritas, José Olmedo, la secretaria de Desarrollo
Humano y Social, Sandra Reñones, y Laura Celani, en representación del
programa “Manos a la Obra” y del CLES, se mostraron muy satisfechos de
haber llegado a este punto luego de un trabajo que “a pulmón” se lleva
adelante desde hace varios años desde Cáritas.
“Esta es la finalización de una etapa y el comienzo de otra.
Finalización de una etapa que viene desde hace unos meses y que toma forma
este año para ver cómo articulamos mecanismos de solución o de gestión a
una realidad social que se fue gestando desde el año 2001 y que tiene que
ver con las políticas de economía social o economía solidaria. Luego de la
crisis que sufrió el país muchos ciudadanos han quedado excluidos de los
sistemas sociales, de la contención y han tenido que recurrir a métodos de
supervivencia oficiales o a veces en los márgenes de la economía
tradicional o la economía clásica”, dijo Breitenstein y mencionó que desde
la crisis “hay un sector social que ha generado métodos propios o proyectos
tendientes a obtener recursos para poder sobrevivir. Esto no está dentro de
la economía tradicional, pero tiene algunas ventajas: si bien era una
economía de emergencia que se había gestado en épocas de crisis, por otro
lado teníamos la posibilidad de generar nuevos valores en materia de
intercambio económico y de justicia del intercambio”.
José Olmedo, director de Cáritas, dejó en claro la postura de la
entidad respecto al convenio y a las nuevas formas de trabajar de este
gobierno en materia social: “Lejos de la intención de Cáritas de generar
una política paralela al Estado. Pretendemos colaborar con el estado
municipal. Por esto es que hace mucho venimos diciendo que tenemos que
trabajar juntos en la implementación de políticas sociales. Este es el
primer paso a dar en una gestión asociada entre las organizaciones y el
estado municipal”.
La programación, coordinación y supervisión de las actividades que
deriven de la aplicación del programa estará a cargo de la Coordinadora del
Plan Integral Manos a la Obra, lic. Laura Celan, por parte de la
Municipalidad, y de Marina Huentenao, de Cáritas Bahía Blanca.

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Nueva economía
Detectar a los emprendedores que a través de determinadas labores se
convierten en pequeños nichos de mercado y acompañarlos para que puedan
articular mecanismos para mejorar su actividad es uno de los objetivos: “Si
los logramos interrelacionar entre ellos y los logramos comunicar, podemos
generar nuevas relaciones de intercambio, que puedan negociar un precio más
justo, que puedan trabajar conjuntamente”, mencionó Breitenstein.
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Razón de ser
“Optamos por establecer una partida en el presupuesto y trabajar con
convenios con instituciones de reconocida trayectoria para que puedan
generar esas mismas instituciones un apoyo en la capacitación de estos
microemprendimientos, en la comercialización y en la producción de estos
sectores que requieren asistencia, presencia física, requiere esfuerzo. En
ese contexto no queríamos un Estado ausente como promotor, no con una
actitud paternalista, sino que pueda -por medio de un convenio- asignar
recursos y definir una política a seguir. Y que la ejecución de esas
políticas las lleve adelante una institución como Cáritas, que está
vinculada al quehacer social y viene trabajando hace mucho tiempo en este
sector marginado de la sociedad”. dijo el intendente.

Economía social
Esta economía se define social porque produce sociedad y no sólo
utilidades económicas, porque genera valores de uso para satisfacer
necesidades de los mismos productores o de sus comunidades y no está
orientada por la ganancia y la acumulación de capital sin límites. Se trata
de construir mercados donde los precios y las relaciones tiendan hacia la
integración de todos con un esfuerzo y unos resultados distribuidos de
manera más igualitaria.
Para esta visión, el desarrollo de la vida de las personas y
comunidades es favorecido por la acción colectiva en ámbitos locales, donde
los conflictos de intereses y la competencia pueden ser regulados de manera
más transparente en el seno de la sociedad.
Si bien en su proceso reserva una parte de sus resultados económicos
para reinvertir en sí misma o en su entorno, ésta no es acumulación en el
sentido capitalista, pues está subordinada a la satisfacción de necesidades
y a la calidad de las relaciones sociales y no se basa en la explotación
del trabajo ajeno.