El miércoles pasado, con la presencia del secretario general de la Central de los Trabajadores Argentinos provincial, Hugo Godoy, se lanzó la campaña nacional “Hacia una Constituyente Social en la Argentina”.
Del encuentro, realizado en la sede seccional bahiense de ATE, participaron dirigentes y militantes de organizaciones sociales, sindicatos y partidos políticos de centroizquierda de la ciudad y la región.
El camino hacia la constituyente se apoya e impulsa desde tres pilares básicos: la distribución de la riqueza: la soberanía de los recursos naturales, el medio ambiente y el hábitat; y la democracia real a través de consultas populares, presupuestos participativos y una paritaria social como elementos superadores del mandato constitucional que advierte que “el pueblo no delibera ni gobierna sino a través de sus representantes”.
Para ello, dirigentes nacionales y provinciales de la CTA recorren el país desde hace varios meses en una gira que terminará en octubre en la provincia de Jujuy. En Bahía, fue el punto de partida en la discusión de las problemáticas locales en el marco de la campaña nacional y da pie a próximas reuniones que definan la estrategia a seguir en la conformación distrital.
 
Autoconstituirnos como pueblo
“La idea fundamental es cómo encontramos, los distintos sectores del campo popular, un espacio de reflexión y acción que nos permita construir una estrategia unificada. La intención sería que en esta riqueza de diversidad que muchas veces son diferencias que nos dividen, seamos capaces de construir en matices enriquecedores de nuestra práctica y pensamiento”, comentó el secretario de CTA Buenos Aires, Hugo Godoy.
Para el dirigente, el primer obstáculo del movimiento social son “la fractura y la dispersión” y, sin negar la fuerza del Poder, señaló que su mayor firmeza es “nuestra incapacidad de construir una única estrategia que lo pueda enfrentar”.
La Constituyente implica no sólo las experiencias de articulación y coordinación de conflictos y demandas de los sectores populares sino también la capacidad de construcción de una estrategia política y una forma de organización que permita que esa estrategia se pueda ir traduciendo en una mayor acumulación de poder en todos los planos de la vida de nuestra sociedad

Tres ejes
Para lograr las metas planteadas, Godoy propuso descartar las diferencias y aunar esfuerzos en tres reclamos históricos de las entidades y organizaciones sociales, gremiales y políticas participantes.
En primer término, la redistribución del ingreso. En ese sentido, recordó el mandato que más de tres millones de argentinos expresaron en la consulta popular realizada por el Frente Nacional contra la Pobreza hace ya ocho años.
Allí la orden fue terminar con la pobreza pero “lamentablemente y, a pesar que de esos ocho años seis han sido los de mayor crecimiento económico del país, ha crecido la inequidad y continúa la mortalidad infantil y la pobreza como los principales problemas que seguimos padeciendo”.
En segundo lugar, los adherentes a la Constituyente entienden que una democracia más plena sigue siendo una carencia y una necesidad. “Este año se cumplen 25 años de haber accedido a la recuperación democrática y sin embargo hemos vivido el retroceso de décadas. O sea que la democracia ‘formal’ por sí misma no resuelve los problemas de nuestra sociedad. Debemos encontrar los mecanismos de participación democrática que las instituciones formales no resuelven”, afirmó el ceteatista.
Por último, la soberanía nacional, no solamente entendida desde los símbolos patrios, sino como “la capacidad de conducir y controlar los principales recursos que permitan salir a nuestra Nación del estado de postración en el que se encuentra”.
Para esto hay dos cuestiones prioritarias: la recuperación de nuestros recursos naturales y la profundización del proceso de unificación de los pueblos de Latinoamérica.

Profundizamos o retrocedemos
Con los hechos de 2001 que derivaron el la caída de De la Rua, para Godoy, quedó demostrada la capacidad “de poner en crisis el modelo neoliberal pero no el sistema de dominación en nuestro país, fuimos capaces de voltear un gobierno pero no de autogobernarnos como pueblo.
 “Tenemos capacidad como pueblo para resistir pero no para construir una ofensiva”, subrayó el dirigente y opinó que no se trata de un partido político, “la Constituyente no niega la posibilidad de una intervención electoral unificada como táctica pero sí como estrategia”.
“Esta debe tener integralidad, debe incidir en todos los planos de la vida de una sociedad: en el cultural, de la comunicación, de la vida religiosa, social y en la construcción de nuevas formas de participación y de poder popular”, detalló.
En la provincia de Buenos Aires son más de 700 las organizaciones populares que articulan actividades con la CTA en cada uno de los municipios, entonces, “hay que construir un cuerpo vivo de planificación, debate y acción política (…) no hay poder popular si no hay unidad pero tampoco si no hay una acción territorial, si no hay constituyentes en marcha en cada una de las provincias y ciudades”.
Finalmente, invitó a definir agendas de objetivos comunes, prioridades y formas de acción para resolverlos. “Hay que hacer haciendo pero además, hay que mostrar el camino de que es posible vencer. Ya no por la defensiva sino por la ofensiva: hay que terminar con el hambre en nuestro país”, sentenció.