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Conservatorio de Música

Conservatorio de Música
“Papá… quiero ser músico”

Desde la calle se escuchan sonidos, melodías, cantos, instrumentos y
escalas musicales interpretadas por voces a coro.
Dentro del edificio de 5 pisos, con un promedio de 3 aulas por cada uno,
jóvenes y niños van y vienen con sus mochilas y sus fundas y estuches para
los instrumentos, suben y bajan las escaleras buscando el curso, listos
para empezar su clase del día.
A medida que ingresamos a la sede de Lamadrid 441 del Conservatorio de
Música de Bahía Blanca, uno de los sonidos que al principio parecía difuso,
sobresale del resto en forma de canción, un canto que el oído entrenado
calificará con más detalle, pero que para los comunes resultará
maravilloso.

Vale la pena transmitir la sensación que deja una visita al Conservatorio,
es gratificante ver niños que desde pequeños aprender a amar la música y a
tocar un instrumento, así como los adolescentes que siguen su vocación y
forjan su futuro alrededor de los pentagramas y las notas musicales.
Al momento de realizar este recorrido por la institución educativa acompaña
Sebastián D’Amicis, el vicedirector de la entidad, quien se encuentra al
frente de la dirección temporariamente por la licencia de su directora
Adriana Miconi.
El Conservatorio celebrará formalmente sus 50 años el próximo 22 de
noviembre, Día de la Música, cuando se realice una gala en el Teatro
Municipal, además de todas las actividades que durante el año se realizan
en adhesión a los festejos. Entre ellas, el encuentro de conservatorios,
estimado para octubre, o los ciclos de guitarra en el Museo de Arte
Contemporáneo.

Allá por 1957
El Conservatorio que hoy es la escuela de formación artística con más
alumnos de la ciudad, tuvo como todos un modesto comienzo.
La escuela comenzó a funcionar en el año 1957 en dependencias de lo que hoy
son los camarines del Teatro Municipal. En ese momento había una relación
estrecha con la Orquesta Sinfónica de Bahía Blanca, que “se apoyaba en la
necesidad de generar recursos humanos para esa orquesta. Esos fueron
algunos de los principios fundacionales, además de la educación artística
en música para instrumentos, que si bien no son sinfónicos, una vez
establecida la escuela se desprendían, como la guitarra o el piano”.
Empezó con muy pocos alumnos, alrededor de 20, que eran formados por
profesores locales y de otras ciudades “ya que al no haber en Bahía una
institución similar no había formadores. Vinieron profesores muy
prestigiosos de distintos centros de producción cultural artística como era
Buenos Aires, La Plata, Paraná”, señala D’Amicis.
Años después, ante la mayor necesidad de ampliar el espacio de aprendizaje,
el Conservatorio y la Escuela de Danza, que también funcionaba en el mismo
Teatro, iniciaron las tramitaciones para obtener edificios propios. El
logro se plasmó con la mudanza de la escuela musical a la manzana
comprendida entre Belgrano y Portugal al 500.
La nueva sede, que antes eran dos casas de familia, fueron adquiridas por
el gobierno de la Provincia y puestas a punto para ser utilizadas
felizmente por la escuela, a pesar de toda la problemática que significaba
utilizar un edificio que no fue construido para tal fin.

Formación básica, tecnicaturas y profesorados
La educación en el Conservatorio está dividida en dos ramas: la formación
básica y las carreras terciarias o de nivel superior.
Para ingresar a las carreras de grado es obligatoria la formación básica,
que dependiendo de la edad de ingreso a la institución puede extenderse de
1 a 6 años: “Se supone que los contenidos de formación musical que se
obtienen en la educación formal a cualquier nivel ya sea inicial, primario
o secundario no alcanzan para ingresar al nivel superior. El ciclo de
formación trabaja con los contenidos disciplinarios específicos de música
para hacer después una carrera que, por ley, todas las de nivel superior
tienen cuatro años de duración”.
La formación básica tiene una estructura que se amolda a la edad del niño o
adolescente que ingresa. Si es menor de 15 años se organiza por años, sino
por niveles que se pueden acreditar dependiendo de los contenidos
aprobados, por lo que puede durar un año.
Las carreras a su vez se dividen en profesorados y tecnicaturas. Los
primeros brindan una formación que prepara para el trabajo en cualquier
nivel educativo formal, incluso en el nivel superior. Los profesorados son
de Educación Inicial, Educación Primaria Básica y Educación Secundaria
Básica, Profesorado en Música con Orientaciones Instrumentales en todos los
instrumentos que allí se enseñan. La lista es completa: de cuerda, violín,
viola, violonchelo y contrabajo; de viento, clarinete, flauta, saxo, oboe;
y también piano, guitarra, arpa y percusión. Otros profesorados son de
canto lírico y camarístico y el de dirección coral.
Las tecnicaturas promueven competencias que tienen que ver con el campo
disciplinar de arte, específicamente música.
“Para los profesorados antes mencionados -excepto los de Educación Inicial,
EPB y ESB- tenemos las tecnicaturas, que por no tener las materias
pedagógicas no te habilitan para dar clase. La mayoría de los alumnos hacen
las dos carreras juntas, por un lado la tecnicatura y le agregan el bloque
pedagógico”, indica el músico.

Una escuela grande
La escuela cuenta con una planta de 150 profesores. Comenta Sebastián que
“es destacable el entusiasmo de seguir formándose porque para la educación
artística en general la capacitación se hace de manera privada, nos cuesta
estar en un sistema de educación para los profesores, que si se hace es
fuera de Bahía Blanca en convenio con alguna universidad o institución. No
obstante, los profesores promueven su propia capacitación además de lo que
se aprende en forma particular y lo que se adquiere con la experiencia en
el medio, como muchos docentes que trabajan aquí con nosotros, que les da
una mirada panorámica del hecho artístico de la ciudad”.
Debido a la gran cantidad de alumnos y cátedras, y frente a la deficiencia
del edificio, se agregaron otras dependencias, llamados anexos. Por eso, la
escuela funciona en 3 edificios: en Lamadrid 441, en el propio de Belgrano
y Portugal, y en la EPB Nº 18 de General. Paz 387, que les cede unas
instalaciones en el turno vespertino.
El número aproximado de alumnos es de 1500, la mayor parte de Bahía Blanca
y el resto de la zona de influencia más cercana.

Infraestructura
Por lo menos, bajo la óptica positiva de D’Amicis la situación en general
es buena, en relación con los demás establecimientos educativos
provinciales: “Nos vamos acomodando con el objetivo de subsistir como
escuela, pero nunca son los edificios adecuados. A fuerza de las
cooperadoras, las donaciones, los profesores, nos vamos poniendo en
funcionamiento. Estaría bárbaro tener aulas acustizadas, o más grandes para
poder realizar las actividades pedagógicas que necesitamos, como talleres…
Pero no estamos mal, porque al menos tenemos calefacción y las condiciones
edilicias necesarias para dictar clase, somos la escuela artística que
mejor está respecto a la infraestructura”.

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2011-10-25 10:11:13
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