Por supuesto que en el título no nos referimos ni al delirante fundador ni al padre de la deuda externa sino a las históricas compañías de ómnibus locales que en la sesión del jueves 20 de Diciembre -mediante sendos proyectos de ordenanzas- vieron finalizado su contrato de concesión en el caso de la licitada línea 503 de Estomba y revocado el permiso precario para la prestación del servicio de transporte público de pasajeros en las líneas 509, 512 y 513 de Rivadavia S.R.L.
Ahora los permisos precarios para la explotación pasan a manos de la empresa de la Capital Federal, Transporte Automotor Plaza S.A., “a partir del momento que establezca el Departamento Ejecutivo, que no podrá exceder las cero horas del 31 de diciembre de 2007”. Además, en la sesión se aprobó una ordenanza que desafecta los fondos recaudados mediante los diez centavos por boleto que componen el fideicomiso para la compra de nuevas unidades, permitiendo su gasto en “funcionamiento y/o inversión del transporte”.
“¿No hubiese sido más fácil acercar a las partes, ver si podíamos paliar la situación como para que esto hubiera sido tratado de manera más responsable? Yo creo que sí. Porque si el resultado final es el subsidio y la modificación de una ordenanza que hoy libera un dinero para el funcionamiento, esa modificación que pasa de forma irrelevante, es destinar un dinero que este Concejo había destinado al equipamiento. Pero hoy por la conducta del Ejecutivo de no haber solucionado el conflicto, tenemos que modificar lo que dijimos y reasignar esos recursos a lo que fuera”, manifestó el titular del FpV, Fabián Lliteras.
El oficialista Marcelo Ciccola tomó el micrófono para plantear su postura y destacó que no estaba previsto debatir el tema mientras Lliteras por lo bajo se preguntaba si “¿es boludo… este?” para luego interrumpir al justicialista. Entonces, el reciclado y recién asumido Esteban Usabiaga, en otras palabras, hizo uso de la máxima de la diplomacia borbónica: “por-qué-no-te-callas”.
Tras ello se normalizó el debate, Ciccola alabó la actuación del Ejecutivo en la materia y prometió que llegado el día de la licitación “va a existir un marco jurídico, las empresas bahienses van a poder adquirir el pliego” -incluso las que plantearon el abandono del servicio- y habrá “un servicio a favor de la gente, accesible al bolsillo y que cubra las necesidades del usuario”.
Luego hicieron uso de la palabra Sangre, Ocaña, Leiva y Martínez para finalizar aprobando los dos proyectos de ordenanza referidos a la situación del transporte por unanimidad. Restará ahora abordar en los próximos días la reglamentación de los subsidios prometidos a las empresas por la comuna.