Comenzó a funcionar el sistema para reorganizar el trabajo de los cartoneros en el centro de separación y acopio de los residuos de la ciudad.

El galpón ubicado en Pacífico 311, esquina Gorriti, funciona desde hace un mes, pero hasta septiembre están “en periodo de ajuste”, según palabras de Andrés Ombrosi, subsecretario de Gobierno y Producción de la comuna.
Fue con Ombrosi con quien conversamos del proyecto que en teoría proyecta cambiar la metodología de tratamiento de la basura de Bahía Blanca, maximizando sus beneficios económicos y disminuyendo el daño medioambiental.
Si bien los primeros días trabajaron con algunos problemas, “paso a paso vamos a ir construyendo el centro de acopio con el objetivo de que conviertan en cooperativa y trabajen en conjunto con la Ecoplanta de Gral Cerri. Con autonomía como es la misma cooperativa de la Ecoplanta”, adelantó el funcionario.
 “Nos equivocamos en cosas pequeñas y grandes, por ejemplo compramos guantes que no servían, a veces la distribución de tareas no es la más productiva. Tuvimos otros inconvenientes del día a día, como la dificultad del tema del depósito diario implica que una persona esté exclusivamente para esto que pensamos que nos podíamos organizar mejor, que no siempre en la basura domiciliaria tenemos material que rinda, por eso la necesidad de realizar convenios para trabajar con grandes comercios; que los camiones del centro no rindieron como nosotros pensamos que iban a rendir, porque la mercadería de valor la gente de Covelia no la junta y que la juntan los cartoneros que circulan por el centro”.

Objetivos
El objetivo final de este emprendimiento es crear una cooperativa que brinde seguridad social y laboral al sector de los cartoneros, brindarles pautas para que puedan formar una entidad, inscribirse como monotributistas y tener obra social y aportes provisionales, y además que puedan mejorar las condiciones de higiene en las que trabajan.
El número de cartoneros que están trabajando en el galpón llega a cuarenta y dos, todos jefes de familias, la mayoría de ellas numerosas.
En la actualidad la futura cooperativa, que ya tiene nombre -Cooperativa de Trabajo y Servicios Cartoneros del Sur- está operando con el pago diario del material que generan, aunque “la idea es llevarlo a un pago semanal, y después quincenal para ir ordenando de a poco. Pero este trabajo es paso a paso y en conjunto con ellos”.
Las personas seleccionadas fueron los primeros que se inscribieron en un registro que se realizó cuando la Municipalidad comenzó a ordenar la tarea.
“Muchos habían participado del anterior intento de formar una cooperativa, la mayoría provienen de ahí. El primer censo donde se hizo el registro y se cuantificaron a través de chapas numeradas arrojó un número de más de 500”. Este número es relativo porque el registro era por transporte y en este sector la informalidad es la regla, por lo que hay gente que alquila los carros, los recupera, o hay carros que salen con más de una persona.
El último censo dio como resultado alrededor de 300 cartoneros en todas las variantes de tracción a sangre que circula por el centro, los denominados “carreros” que se llevan las bolsas negras de basura de los edificios. Los “cartoneros” son concretamente los que tiran de su carro con la mano, que se llevan sólo cartones. Por otra parte, están los “chancheros” que se dedican a la cría de animales y se llevan desperdicios de verdulerías y otros negocios para darles de comer a sus animales.

Cómo es el trabajo
Un día en el galpón comienza cuando el camión de Covelia trae lo recolectado de los barrios Patagonia y Palihue, por considerarse “mejor mercadería”. Existen dos turnos, uno a partir de las 6 hasta las 14 hs. y el otro desde las 22 hasta las 6 hs.
Los camiones llegan, ellos separan y clasifican los residuos, lo que no les sirve lo dejan en contenedores, y junto con el material separado se traslada a la Ecoplanta. “Luego de la separación, clasificación y acopio, limpian el galpón y esperan el siguiente camión”.
El resultado de esa clasificación se prensa y se traslada a la Ecoplanta que la paga y cuando se completa el camión se vende la mercadería. Esto es así porque el costo del flete es alto, entonces cuando se completa la carga “a fin de mes se hace una conciliación entre las cuentas de la Ecoplanta y del galpón de lo que va a ser la cooperativa y se ajustan los valores finales”, dice Ombrosi.
A Cerri termina yendo todo, orgánico e inorgánico, salvo un mínimo desperdicio que se lleva al relleno. Del material reunido, lo inorgánico lo comercializa la planta cerrense, lo orgánico lo utiliza para el compost que se reparte en las campañas de Ecocanje o se destina al vivero municipal.
En el mercado de la basura, el acopio permite la obtención de mejores precios, porque el día a día hace que resignen precio, según Ombrosi.
“Con la Ecoplanta el municipio puede pagar mejores precios para sostener la economía de cada uno de los cartoneros hasta que se inicia el ciclo comercial, porque las empresas están pagando a los 30 o 40 días, entonces mientras tanto el valor lo absorbe la Ecoplanta. Además, a ellos los están capacitando para que la separación sea mejor y puedan mejorar el precio”.

Al conocer el sistema de llegada de camiones y separación de los residuos, surge la idea de cuán importante sería la separación de residuos en cada casa, o sea en el lugar de origen; de esta manera la tarea sería mejor, más coordinada y los materiales serían más recuperables. Pensemos que en los tachos de basura en una casa va lo orgánico y lo inorgánico, sin diferenciación y eso está mal.

Los trabajadores
En representación de los cuarenta y dos cartoneros, entrevistamos a Hugo Dubois: “Estamos trabajando bien, estamos cómodos, adentro, estamos trabajando mejor que antes, estamos dentro de un galpón con la ropa para trabajar, con calefacción. La Municipalidad nos da el espacio, la vestimenta, seguridad, y el marco para trabajar. El resto está en espera, estamos puliéndonos, pero esto nos sirve de experiencia para los nuevos galpones que se abran”.
Esta prueba piloto concentra la mayoría de los trabajadores de la Delegación Noroeste. La mayoría cuenta con familias numerosas de más de cuatro hijos, el que más tiene llega a once hijos.
“La idea es la cooperativa, pero mientras tanto estamos trabajando para mejorar el sistema, para que cuando salga la cooperativa estemos bien organizados”
Los días de trabajo son de lunes a viernes y los domingos a la noche.
Respecto al ingreso económico, Dubois fue claro: “La primera semana no llegábamos a $ 10 o $ 12 como mucho, por suerte hemos mejorado en algunas cosas y hoy tenemos un promedio diario de $ 30, $ 35 pesos por día”.
 
Tanto en la charla con los diferentes actores como en la recorrida por el galpón advertimos que los avances son muchos en cuanto a las características del sector informal al que se apunta.
Sin lugar a dudas es el tema de la educación de la comunidad bahiense en cuanto a la separación de residuos domiciliarios en origen, un factor que potenciaría este tipo de emprendimientos.

El precio del material
En los últimos meses hubo una baja significativa del valor del cartón y el plástico, materiales que se convierten en el sustento principal de estas familias.
“Los precios bajaron mucho. Esto produce que los carros salen buscando mercadería con mejor valor. Antes el kilo tenía un valor en el mercado de entre $ 0,50 y $ 0, 55, y ahora está rondando los $ 0,40, $ 0,45. Llegó a estar en una época $ 0,80.
El plástico a granel sin clasificar está en $ 0,80 y depende qué plástico puede llegar de $ 1,10 a $ 1,80. Por eso lo importante de saber clasificar y hacerlo bien. De todos modos, este es el precio en la planta, a lo que hay que descontarle el IVA y el flete. Si bien los intermediarios están pagando la mitad, la Ecoplanta tiene mejor precio, porque sólo le compra al galpón”, mencionó Ombrosi.

Otro proyecto municipal tiene que ver con las familias de los futuros trabajadores. En el galpón y en cada una de las viviendas de los futuros integrantes de la cooperativa comenzará a trabajar un equipo de asistentes sociales destinadas a acompañar a las familias y erradicar el trabajo infantil.