Campaña de concientización vial de PBBPolisur

La seguridad de los empleados y de la comunidad es un valor permanente
en todas las decisiones y operaciones de la compañía. La empresa tiene
metas y programas que apuntan a alcanzar, mantener y si es posible superar,
exigentes estándares de desempeño en seguridad -incluyendo la seguridad en
el transporte.
Lamentablemente en la Argentina los accidentes de tránsito se han
transformado en una tragedia cotidiana. Este es un tema del que nadie es
ajeno: todos somos peatones o conductores. Es por tal motivo que PBBPolisur
se propuso realizar un aporte a la concientización en seguridad vial,
poniendo el foco particularmente en los ejemplos que los adultos dan a los
niños a través de sus actitudes y comportamientos frecuentes en calles y
rutas.
Según la organización “Luchemos por la Vida”, la Argentina ocupa un
triste primer puesto en el ranking sudamericano de accidentes de tránsito
con una relación de 19 muertes diarias.
Es sabido que informar acerca de las normas de tránsito y las conductas
seguras, es condición necesaria pero no suficiente para lograr cambios de
actitudes y conductas en pro de la seguridad vial y la prevención de
accidentes. Baste como ejemplo el tema del semáforo rojo, conocido por el
100% de la población pero ignorado en un inquietante porcentaje por los
conductores. Se hace necesario entonces, además de informar, «motivar» a
los conductores para un cambio de actitudes y el desarrollo de hábitos más
saludables. Esta es la contribución a largo plazo que pretende hacer la
campaña de la empresa.
El propósito es llamar la atención sobre las constantes transgresiones
a las normas de tránsito que se cometen cotidianamente considerándolas
inofensivas y sin consecuencias. Tal vez no las tengan en lo inmediato,
porque probablemente muchas no llegan a convertirse en accidentes, pero sí
las tienen sobre la formación de actitudes en nuestros niños y jóvenes a
los que les estamos “enseñando”, con nuestro ejemplo, comportamientos que
no se condicen con la seguridad, la prevención y el respeto mutuo y de las
leyes.
La campaña consiste en esta primera etapa en mensajes que señalan las
infracciones más comunes que se cometen regularmente: no respetar el
semáforo rojo, exceso de velocidad, no uso del cinturón de seguridad ni del
casco, estacionar en doble fila, etc.
A través de ejemplos sencillos se muestran situaciones de juego en las
que los niños imitan a sus padres tomando como modelo sus conductas.
La campaña continuará durante el año 2006 mediante una serie de
programas y actividades destinadas a escolares, charlas para público en
general, el dictado del curso de manejo defensivo y concursos.
El objetivo es ambicioso pero vale la pena involucrarse.