BANDAS DE BAHÍA BLANCA
Serebrios y su Fiestita de 15 años…

3 de junio de 1990. Pleno Mundial Italia 90. Barrio Sánchez Elías. Un
grupo de jóvenes se conoce con un mismo objetivo: formar un grupo para
“despuntar el vicio”. Al principio, sólo con guitarras y sin batería, la
banda tocaba covers de la época, definidos por los gustos de cada uno.
Las ganas pudieron más, y uno de los integrantes se compra la batería.
Y comienzan a perfeccionar los sonidos. Participan de fiestas, cumpleaños,
en iglesias, aprovechando todas las pequeñas oportunidades de presentarse y
compartir su música.
Recién el 3 junio de 1991, ya con temas propios, se presentan
oficialmente en la Plaza Rivadavia frente a un público que superó todas las
expectativas.
Después de este gran despegue, comenzaron los pedidos para tocar, los
recitales, los discos y los soportes para otras bandas, entre ellas, Ataque
77 y El Otro Yo.

Serebrios
Víctor Mansilla líder y voz, Rodrigo Luque al bajo, Maximiliano Carrari
en batería y Facundo Carrari en guitarra, forman Serebrios.
Víctor visitó a EcoDias para contarnos que cumplen 15 años y que el
festejo se viene con todo. Pero la charla se fue por las ramas: desde la
historia de la banda hasta cómo se vive el rock en Bahía Blanca.
“Cuando empezamos los productores vieron que metíamos mucha gente y nos
llevaron a tocar a Cemento sin pagar, porque siempre las bandas soportes
pagan por presentarse con los grupos. Fuimos y en las primeras 3 o 4
canciones nos comimos el garrón. ‘¿Quiénes son, giles? ¿Son de Bahía?’,
pero después todos se pusieron locos”.
No sólo música brindan los Serebrios, es todo un show con disfraces, un
espectáculo con “performance” que forma un conjunto que juntó los estilos
que utilizan: regae, ska y punk en un combo que deja satisfechos a todos
los espectadores. Ahora han agregado otros estilos como regaeton y cumbia
pankeka.
La fiesta de los 15 se organiza para el sábado 24 de junio en el
boliche “Boulevard” de Parchape 848, donde presentarán 35 temas en lo que
denominaron “Una auténtica fiesta de 15 años”. La noche tendrá sorpresas,
como la participación de integrantes que pasaron por el grupo y volverán a
tocar juntos.

15 años de vivencias
Llevan grabados muchos discos, cuatro de ellos en estudio, y cerca de
doce editados por las discográficas propias “Kabeza de Kuete Records” y
“Hijo de Perra Producciones”.
El último, “Promesa de borracho”, cuenta con la colaboración especial
de Ricky Espinoza en voces, Pablo “Petulo” Foglia en percusión, Rodrigo
García en acordeón y Raúl Soto en saxo y flauta traversa.
En cuanto a los logros recientes de la banda, está la filmación del
video del tema “Linyerita de mi barrio”, que se captó en Semana Santa y se
presentará en la fiesta del 24 de junio.
Víctor habla con imágenes: “Hemos pasado muchas cosas, un grupo es como
una pareja, se convive un montón, muchas veces nos mandamos a la mierda y
estuvimos mucho tiempo sin vernos, pero siempre volvemos… como la eterna
novia”.
La presencia en el tiempo les permitió en estos 15 años haber visto un
notable cambio generacional, sobre todo cuando en los recitales repletos de
adolescentes: “Siempre hay viejas momias de antaño, pero todo el pogo eran
púberes, camadas nuevas que consiguió el disco hace 1 mes atrás o que nos
escuchaban por sus hermanos mayores, y tienen un fanatismo increíble”.

Rock, actualidad y violencia
Los cambios en el tiempo, para Víctor, se presentan en otra imagen: es
como el casete, con la llegada del CD y el nuevo formato comprimido de mp3
que les permite a los adolescentes obtener discos cada vez mas fácil,
cuando a ellos a los 90 les costaba tiempo y dinero.
“Y el rock está de moda, se convirtió en un negocio, porque el pibe te
consume mucho, en una casa de ropa de rock se vende todo, los pibes tienen
acceso a todo ahora”, señala el líder de Serebrios y asegura que en el rock
no hay violencia, y que si algún espectador se desborda “entre los demás lo
frenan”.
Según Víctor desde el escenario hay que bajar mensajes para evitar la
violencia, o inclusive cortar el show si es necesario.

Ser rockero en Bahía
“Nosotros somos muy superchos, pero a lo que mas te sometes es a
envidias, mal de ojos, algunos te aceptan y otros no, la envidia siempre
estuvo. Cuando vos más le metes a lo que te gusta, la gente más te da.
Aunque tratamos de no darle bola a eso, muchas veces hemos tenido peleas o
rupturas por terceros”.
Respecto al conflicto que vivieron los grupos de rock ante la falta de
espacio para tocar, durante la gestión del locutor Omar Mandará al frente
del Instituto Cultural, Víctor tiene su opinión formada: “Yo participé
desde otro lado, porque el que te tendía que dar un lugar no lo hacía. El
funcionario que estaba, escuchaba tango y tenía un programa: ponía toda la
plata en el Teatro Municipal, y para el tango. Entonces la apuesta es que
el gobernante sea una persona joven, que pueda entender todos los estilos,
pero como siempre tenemos gente muy caduca no se sale de lo mismo”.
Por eso, ante la falta de espacio para tocar, los jóvenes caen en
partidos políticos: “Ellos son vivos, les dan el espacio y les cobran un
peso por entrada, pero además el alcohol adentro también lo cobran y ganan
con eso, y encima ¡hay pibes que terminan afiliándose!”, subraya Víctor.