Unas 300 personas se manifestaron en la Plaza Rivadavia para que la Justicia no ponga más frenos a la aplicación de la Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual.

Pese a las oposiciones y palos en la rueda que intentaron poner los grandes grupos monopólicos, meses atrás se logró aprobar por amplia mayoría en las dos cámaras legislativas la tan ansiada y necesaria Ley de Servicios de Comunicación Audiovisual.
La Ley SCA se puso en vigencia. Como era de suponerse, inmediatamente los medios de comunicación monopólicos reaccionaron. Luego que legisladores presentaran acciones de amparo para frenar la aplicación de la ley, llegó el turno del Grupo Clarín que presentó un amparo frente al artículo 161, que es el que dicta el extenso plazo de un año para que los multimedios se desprendan de todas las licencias que exceden el límite posible en cantidad y disposición geográfica, y se adapten a la normativa que viene a plantear nuevos paradigmas en el mundo de la comunicación, que tienen que ver con la democratización de la palabra.
La buena y llamativa acogida que tienen estas demandas en el ámbito de la Justicia, obligó a la sociedad civil a volver a manifestarse por el cumplimiento de la ley. No permanecieron inmóviles los muchos que desde hace años vienen luchando por una ley de medios que democratice, que llegue a todos y todas y que les dé la palabra justamente a todos y todas para dejar atrás aquella vieja ley de la dictadura.
La Coalición para una Radiodifusión Democrática organizó marchas en todo el país en las que se pidió que la Corte Suprema de Justicia de la Nación aplique el artículo 161 de la Ley de Medios, así como la totalidad de la ley, es decir, que se expida de manera definitiva para que tribunales de menor jerarquía no sigan siendo serviles a los intereses de los grupos de poder.

Democratizar la palabra
Ese martes 28 de septiembre, Bahía Blanca tuvo una tarde noche lluviosa que no impidió que unas 300 personas se acerquen a la Plaza Rivadavia para manifestarse y hacer suyo el reclamo a la justicia. Caminando por Alsina, siguiendo por San Martín y doblando en Rodríguez para llegar a las instalaciones del diario La Nueva Provincia, los manifestantes con sus banderas, pancartas y cánticos hicieron sentir sus voces.
Un rato antes, el conductor del acto, Gabriel Guerrero, integrante del Sindicato de Televisión, había señalado: “No es posible que los monopolios que aún conservan posiciones dominantes y más licencias que las permitidas, resistan su cumplimiento (el de la ley) para preservar sus derechos ilegítimamente conformados. Incluso por sobre los límites de concentración que les daba generosamente la ley de la dictadura empeorada por el decreto de necesidad y urgencia durante el neoliberalismo de los 90”.
De la convocatoria participaron numerosas organizaciones políticas y gremiales, destacándose la presencia de diversos grupos juveniles y la ausencia de funcionarios municipales, que -con el intendente Breitenstein a la cabeza- siguen sin comprender cuánto mejorarían las condiciones objetivas de esta democracia con la plena vigencia de la ley de servicios de comunicación audiovisual.
A la hora de los discursos, el primero que tomó el micrófono fue Ezequiel Piesciorovsky, integrante del grupo 678 Bahía Blanca y región autoconvocados de Facebook, quien brindó un discurso en representación de ese grupo. Entre otras cuestiones, envió un claro mensaje a la clase política de Bahía Blanca: “Necesitamos que esa fuerza y espíritu de lucha que tuvieron los funcionarios nacionales para llevar adelante esta ley, se replique en los funcionarios locales que hoy se encuentran en un momento histórico, donde no caben tibiezas ni medias tintas. Porque ni Clarín, ni Cablevisión, ni La Nueva Provincia, ni las grandes multinacionales actúan con medias tintas para acumular poder. Por ejemplo, en la presentación del canal ‘Somos Bahía’, de la empresa Cablevisión, muchos funcionarios aplaudieron palabras del subgerente contra esta ley sancionada y reglamentada que hoy defendemos. ¿Ellos realmente nos representan? ¿Ellos pueden decir ‘somos Bahía’? ¿Ellos son Bahía?”.
Luego, fue el turno de Gabriel Cena, de FM De la Calle: “Hoy más que nunca estar en la calle, en esta plaza, expresando nuestra convicción en democratizar la palabra hace que las maniobras de los grupos monopólicos queden al descubierto en su estrategia de querer judicializar lo que miles en el país hemos decidido no delegar más, que es el derecho humano a expresarnos”.

Un triunfo del campo popular
Como secretario general de la CTA Bahía Blanca-Coronel Dorrego, Enrique Gandolfo destacó la promulgación de la ley de medios como un triunfo del campo popular: “Ganar en el sentido de la libertad de expresión no es un triunfo de un sector ni de una bandería política, es un triunfo de los cientos de trabajadores y trabajadoras del campo de la cultura, de la prensa, de los que desaparecieron en la dictadura, de los desaparecidos de La Nueva Provincia como Heinrich y Loyola: reivindicar la libertad de expresión es reivindicar a todo ello. Ganamos esta pelea, se la ganamos a la dictadura”.
En momentos en que los grandes grupos concentrados hablan de una supuesta libertad de expresión en peligro, Gandolfo señaló la importancia que la nueva ley tiene para los trabajadores, para los que menos voces tienen en los medios de comunicación; “Cada centímetro ganado en esta batalla es un centímetro ganado a los que nos arrebataron ese derecho durante tantos años y a los que están muy interesados en seguir arrebatándonos ese derecho. Cuando hablamos de derrotar a los monopolios informativos, hablamos de los nacionales y de los locales. Ganamos esta batalla y tenemos que sostenerla y profundizarla. Como trabajadores, como vecinos, tenemos claramente el derecho a expresarnos. La libertad de expresión es nuestra bandera”.
Cerró la lista de oradores por el Sindicato Argentino de Televisión de Bahía Blanca, Octavio Alvarado, quien exigió la inmediata aplicación de esta ley de la democracia: “Los trabajadores no aceptamos ni aceptaremos ninguna imposición ni la actitud despreciativa del estado de derecho por parte de ningún grupo económico, por más grande y poderoso que crea ser. No aceptamos ni aceptaremos la traición de algunos representantes del poder político que van a buscar a la mesa de los grupos económicos lo que no pueden conseguir en las urnas. Ellos tienen que saber que el pueblo no olvida, nos vamos a acordar de ellos cuando tengamos que votar”.
El gremialista afirmó que los trabajadores ratifican de manera irrestricta el compromiso con la plena vigencia de las leyes de la democracia, con la división de poderes, la libertad de expresión, la diversidad cultural y con la pluralidad informativa. Al final de su discurso aludió a la actitud de Clarín en su recurso presentado ante la justicia: “Hablan de seguridad jurídica los que apelan a medidas cautelares para no cumplir con las leyes. Hablan de justicia los que se han apropiado de los hijos y de los bienes de nuestros ciudadanos. Hablan de libertad de expresión los que censuran a periodistas y a otros medios que no piensan como ellos negándoles un lugar donde expresarse, o negándoles, por ejemplo, el lugar que ha dispuesto la autoridad de aplicación en las grillas de programación”.