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Bahía Conduce

Bahía Conduce
Sanciones y nueva cultura en la conducción

El programa de seguridad vial “Bahía Conduce” comenzó a regir en la ciudad
en septiembre de 2008. Se trata de un plan destinado a evitar accidentes y
modificar las costumbres a la hora de transitar por la ciudad.
El “Bahía Conduce” está regido por tres elementos: Salud y Educación Vial,
Infraestructura Vial, y Control y Sanción de faltas. En esta edición
abordaremos la última problemática, cuyos destinos son el Tribunal de
Faltas, ubicado en Blandengues 152. Esta repartición judicial está a cargo
de los jueces dr. Hugo Caimani (Juzgado Nº 1) y dr. Ricardo Germani
(Juzgado Nº 2).
Con él mantuvimos una entrevista para conocer los cambios que se dieron en
el funcionamiento del tribunal a partir del inicio del programa.

“La puesta en marcha del programa Bahía Conduce ha generado cambios en todo
sentido, particularmente en el Tribunal de Faltas. Cuando se pergeñó la
idea del programa se hizo sobre la base del conocido trípode de control,
prevención y sanción, es una lógica de aplicación de que no prescindir
ninguno de los patrones del otro, porque funcionan bien sólo si van
acompañados los tres juntos. La cuestión es que control y prevención deben
tener como correlato necesariamente una sanción adecuada, porque de otra
manera no valdría la pena el recurso humano, el dispendio, el gasto, si
después no tiene una sanción adecuada. Eso generó cambios importantes,
entre ellos la necesidad de dotar de mayores recursos al Tribunal para
procesar más causas, aunque todavía estamos en el pico ascendente”, detalló
el juez Germani.
Cuando el juez hace referencia al pico ascendente, se refiere a que parte
del estudio previo estudió la lógica que regularía el caudal de causas de
infracciones en las calles de la ciudad.
“Nosotros sabemos que a partir de la implementación del Bahía Conduce iba a
haber un periodo de no menos de 3 o 4 meses en el cual la cantidad de
infracciones en algunos casos y en algunos rubros iban a subir en cantidad,
porque a pesar de que el programa había sido anunciado con la debida
antelación, la cultura de infracciones de esta ciudad era muy antigua: la
cultura del desprevenido, del que trata de evadir el control, o la más
tristemente conocida del consumo de alcohol y despreocupadamente sube al
vehículo. Todo eso no iba a ser conjurado de un día para el otro, evaluamos
esta suba que se iba a producir y aunque todavía estamos en ascenso pero
con una rapidez bastante más reducida respecto a otras épocas”.
El acento puesto por el programa en el bolsillo del automovilista permite
suponer cambios de conducta: “Cualquier desprevenido podría preguntarse por
qué si estábamos en un pico de ascenso por la sorpresa que le causó a la
ciudad de Bahía Blanca la implementación de un plan con este control, esta
prevención y estas clases de sanciones, la respuesta es ‘estamos
modificando la cultura’. A medida que le ganemos espacio a la cultura de
los infractores, lo que va a ocurrir es que las personas se van a cuidar
más, la gente va a tratar de conducir mejor apoyados en que hay inspectores
en bastantes barrios de la ciudad cubriendo diferentes ángulos, incluso la
periferia, y además porque a la hora de la sanción, no se puede comparar
una multa antigua que no superaba los $ 100 para una infracción grave -como
es cruzar un semáforo en rojo-, con una infracción de las de ahora que nada
más que por no tener antecedentes, sólo por eso, la multa no sube de $ 300,
sino subiría. Estamos hablando un piso de $ 300. Entonces en este marco, es
de esperar que los conductores se cuiden, dejen de cometer infracciones”.
El juez destacó que “el control se hace más severo, la infracción acompaña
con la misma severidad” para así llegar a “una meseta que es la deseada
para mediados de abril o mayo que va a bajar la recaudación en concepto de
multas e infracciones de tránsito y no por una cuestión de infraestructura,
sino que va a bajar porque las infracciones van a dejar de producirse si el
testeo del plan ha funcionado”.

¿Recaudar?
Finalizando el año 2008, en pleno inicio del programa, se sugería desde
varios sectores que el “Bahía Conduce” era una política del estado
municipal para obtener más fondos a través de una rigurosa implantación de
nuevas tarifas en las multas.
“Esto es erróneo, cuando hubo rumores suponiendo que esto se trabaja de una
demostración de ingenio para lograr una recaudación mayor, o una simple
cuestión contable. Yo seriamente creo que se equivocan, porque no hay aquí
un piso recaudatorio, porque el Municipio de Bahía Blanca no necesita tener
su fuerte recaudatorio sobre las infracciones de tránsito, que las
infracciones tengan una sanción y pasen a ser multas es claro, pero no es
necesario apuntar a la recaudación sobre estos conceptos, sino que esto
apunta a generar una nueva cultura en la conducción: bajar sensiblemente el
índice siniestral, cuidar las vidas, cuidar la salud de las personas,
generarle a los peatones la posibilidad de conducirse con toda
tranquilidad, todo esto es integral, y cuando todo esto empiece a dar
resultados a la luz de la estadística, necesariamente tiene que ir de la
mano con una merma de la recaudación”.

Las infracciones y sus multas
Los controles que se realizan persiguen infracciones tales como: control
estricto de Verificación Técnica Vehicular, ocupación de la senda peatonal,
excesos de velocidad, la falta de licencia de conducir, o de documentación,
el giro a la izquierda en avenidas, el estacionamiento en segunda fila o en
zona prohibida (por caso, paradas de ómnibus), el uso del celular, el paso
de un semáforo con luz roja, el no uso de casco en la moto, el no uso del
cinturón de seguridad, el control de alcoholemia (para conductores
profesionales de taxis, remises, choferes de colectivos y camiones el
examen tiene que dar 0%, a los conductores particulares hasta 0,5%), no
trasladar menores en el asiento delantero, entre otras.
Respecto a los valores, “están sujetos a variantes procesales como es el
tipo de infracciones, si es la primera vez o si es reincidente, y modifica
el valor de la grúa en caso de ser necesaria. Por ejemplo, una infracción
grave como es cruzar el semáforo en rojo, para un reincidente, el concepto
es de $ 300, más la reincidencia otros $ 300 y a eso hay que agregar los $
90 por traslado, con esto cualquier infractor se va a ver conmovido. Las
cifras parecen intimidatorias pero apuntan a recordar cuál va ser la
consecuencia del incumplimiento de la norma de tránsito que es conocida”.

El camino al Tribunal
Si cuando usted se acerca a su auto encuentra un papel en su parabrisas que
le notifica que ha cometido una infracción, o a su domicilio le llega un
aviso, debe hacer una visita al Tribunal.
Todo comenzará con una cola que lo lleva a un final con dos opciones: pagar
la multa reconociendo la infracción o solicitar una audiencia con el juez
del Juzgado que le corresponda para demostrar que usted no ha sido culpable
de tal acto: “Una vez que se registra la infracción, se labra la multa y se
le da la posibilidad al imputado de tener una audiencia con el juez para
realizar el descargo, que es un derecho del infractor en caso de tener
pruebas de no haber cometido la falta. Otra posibilidad es pagarla,
asumiendo la responsabilidad de la falta, recibiendo un premio del
descuento del 25% y hasta el 50%”, señala Germani.
Y pone un ejemplo: “Si se trata de un automotor con una infracción con
lugar, hora y día determinado, si la persona dice no ser la responsable de
tal acto, debe tener una prueba seria que puede ser un ticket de peaje si
alega que estaba viajando, una factura de estación de servicio o de un
servicio. Llegado el caso se puede realizar un careo entre el inspector y
el contraventor a fin de determinar dónde estuvo el error.
Si el infractor no se presenta, habiendo sido debidamente notificado, se lo
puede hacer comparecer con la fuerza pública, o incluso se puede sentenciar
en ausencia, una vez constatada la notificación”.

Tribunal de Faltas
El tribunal fue creado el 1 de enero de 1979, es el órgano de aplicación
del Código mediante procesos diferenciados: celeridad, inmediatez y
capacidad decisoria autonómica que no excluya el respeto de las garantías
constitucionales. Trata faltas en diversas materias.
Los horarios de atención son de lunes a viernes de 8 a 19 hs. y los sábados
de 8.30 a 12.30 hs.
Las audiencias se llevan a cabo en el juzgado Nº 1 de lunes a jueves de 10
a 11.15 hs. (dr. Germani) y en el juzgado Nº 2 de lunes a jueves de 8 a
9.15 hs. (dr. Caimani)
Al momento del ingreso, hay que presentar DNI y licencia de conducir para
la toma de datos.
Según el texto de la Ley 11768 las sanciones por infracciones a esta Ley
son de cumplimiento efectivo, no se aplicarán con carácter condicional ni
en suspenso y consiste en:
1. Amonestación, sólo aplicada por única vez y mientras no se registren
antecedentes contravencionales y no haya operado la prescripción.
2. Multa.
3. Inhabilitación para conducir vehículos o determinada categoría de ellos,
en cuyo caso se debe retener la licencia habilitante. También podrá
imponerse como pena accesoria.
En caso de reiteración de faltas, según el Artículo 119º luego de varias
infracciones se considera reincidencia. Cuando se comete una nueva
infracción, habiendo sido el imputado sancionado anteriormente en cualquier
otra jurisdicción, dentro de los plazos de un año por falta leve o de dos
años por falta grave. Las sanciones reincidentes se aumenta: para la
primera el doble, la segunda el triple y la tercera se procede a la
inhabilitación.
En caso que se haya cometido la infracción, o el correspondiente al
domicilio del demandado, a elección del actor.
Vale aclarar que el juzgado no solo se dedica a lo referido al transito,
sino que atiende cuestiones de bromatología, construcción sin permiso,
ruidos molestos, abandono de animales domésticos, medianeras, y todo lo que
haga a la regulación de la convivencia entre los ciudadanos.

Asumir las faltas
“Tuve dos infracciones de tránsito, una vez en Tres Arroyos cuando fui a
buscar a una de mis hijas a un boliche bailable y como había un tumulto en
la puerta giré en U ante la urgencia para buscarla. Comparecí en la
audiencia ante el juez de faltas que me correspondía, y no pude probar con
ningunas de las razones de la ley y me condenaron con una multa de $ 100”.
“En Bahía Blanca yo me hice cargo del Juzgado el 30 de septiembre de 2005.
Un día antes, yo estaba hospedado en la casa de mi madre y dejé el auto en
la esquina de Belgrano y Corrientes, yo recuerdo que lo dejé correctamente,
pero de una manera inexplicable y según la notificación pegada en el
parabrisas, la mitad de mi rodado estaba bloqueando el garaje de una
persona, y fue afortunado que no me lo hubieran secuestrado porque
generalmente estas faltas -si vienen de denuncia- ameritan el secuestro del
vehículo. Fue así que 24 horas antes de ocupar la dirección de este juzgado
cometí una falta y no tuve más remedio que asumirla”.
Así recuerda el juez las dos situaciones que lo llevaron, antes de asumir,
a estar del otro lado.

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2011-10-25 10:11:13
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