Las familias bahienses de escasos recursos económicos se verán beneficiadas por un aumento de la  tarjeta social cuyo monto ascenderá a $100.
Así lo explicó el secretario de Promoción Social, Ariel Zaballa, y agregó que el beneficio comenzará a cobrarse a partir del 1 de junio.
«El intendente Breitenstein fue precursor en nuestro país, de este sistema de integración denominado Tarjeta Social Bahía, permitiendo de esta forma elegir los alimentos necesarios para el sustento familiar, terminando con la vieja política de entrega de bolsones de alimentos e inyectando en la economía local 460.000 pesos por mes, desde el pequeño almacén del barrio hasta el gran supermercado variando en este recorrido los valores depositados mensualmente a las 5.000 familias destinatarias”.
Este programa de complemento nutricional, cuenta con el aporte de los gobiernos municipal, provincial y nacional, y se trata de una herramienta que permite a cada grupo familiar elegir alimentos que considere necesarios para su consumo.
Con la tarjeta se pueden comprar todo tipo de alimentos, secos y frescos. También artículos de limpieza se incluyeron 3 elementos básicos, detergente, jabón blanco y lavandina. No pueden adquirirse aquellos productos no habilitados como bebidas alcohólicas, cigarrillos, pañales, elementos de tocador y productos de rotisería.
El valor de la tarjeta desde la creación en abril de 2007 hasta fines de 2008 era de $ 40, cuando se produjo un aumento de $ 30. Con este nuevo aumento el valor será de $ 100, en momentos en que -según datos de la Secretaria de Promoción Social de la comuna- el valor actual del bolsón de alimentos es de $ 27,32.

Qué es la Tarjeta Social Bahía
La mencionada tarjeta es un fortalecimiento alimentario implementado a partir de la unificación de tres programas sociales que se utilizaban en la comuna: “Volviendo a Casa”, el bolsón alimentario municipal y el bolsón de alimentos secos del plan provincial “Más Vida”.
La tarjeta funciona como una tarjeta de débito, con la que la persona puede comprar en los comercios adheridos, desde los grandes supermercados hasta los mercaditos de barrios, y le da la posibilidad de elegir qué productos comprar, cuándo y dónde comprarlos, en suma, le permite diseñar su propio plan. Además, ese dinero circula por los comercios bahienses.