El viernes 10 de octubre se abrieron los sobres N° 1 de las ofertas presentadas en el marco de la licitación pública nacional e internacional para la contratación del servicio de higiene urbana y del servicio de proyecto, construcción y operación del relleno sanitario.

El presupuesto oficial ascendía a 126 millones de pesos para el servicio de higiene urbana, y se interesaron en él dos empresas: Covelia y Consorcio El Trébol. Para la tarea en el relleno sanitario, con casi 26 millones y medio de pesos establecidos, fueron tres ofertantes: Evasa, Ecoop y Los Mallines Sociedad Limitada.
Para recabar mayor información sobre el proceso, entrevistamos a las ediles Elisa Quartucci y Aloma Sartor, quienes junto a Saúl Figueroa y Andrés De Leo forman parte en el HCD de la comisión evaluadora de las ofertas. “Hasta el momento hubo una sola reunión para ver el contenido del sobre número 1, es decir, aquellos requisitos que debían presentar las empresas a los efectos de ver si es necesario que la comisión haga uso de una de sus facultades que es, por ejemplo, la ampliación en caso de que la documentación no esté clara o completa”, explicó Quartucci a EcoDias y advirtió que “en el relleno no hemos avanzado absolutamente nada”.
En principio, las dos empresas que pugnan por quedarse con la recolección de residuos cumplirían con las características exigidas aunque podrían llegar a complicarse las chances de El Trébol por su notable diferencia en respaldo financiero con Covelia.
Sartor afirmó que “a Covelia se la ve con una capacidad económica mayor y tienen muchos antecedentes en otros municipios. El Trébol es una fusión de dos empresas y se la ve más chica y con menos antecedentes específicos”.
Sobre estas dos oferentes desde algunos medios se lanzó cierta vinculación entre sí y también con el Sindicato de Camioneros y su secretario general y titular de la CGT, Hugo Moyano. “Trascendió que podía ser la misma y por eso buscamos las razones sociales y hasta ahora no hemos encontrado coincidencia”, dijo Figueroa. Sartor aseguró que “esa es la gran duda, ayer estuvimos mirando los integrantes para ver si por casualidad alguno se repetía, pero no. También es cierto que es muy grosero un error de ese tipo, la verdad es que lo chequeamos todos. La gente del municipio también”.

La basura así, sale caro
El impacto que pueda llegar a tener la contratación del servicio a partir de la licitación es eje central en el análisis de los concejales. “El hecho de que haya pocos competidores, generalmente elimina la competencia y cuando se elimina la competencia generalmente no hay puja de precios. Evidentemente esto nos asusta”, reconoció De Leo.
Para el contador “los antecedentes con los cuales Covelia, que es la empresa más importante, opera en el conurbano bonaerense son valores que Bahía Blanca no puede sostener ni puede pagar”.
En tanto, Quartucci sostuvo que siempre el contrato “de la basura” fue de los más grandes y “en un contexto recesivo, con inflación y de turbulencia económica, también hay que tener mucho cuidado con las finanzas públicas”.
“El riesgo más grande que se corre es que los precios puedan ser manejados por estas dos empresas y quede cautiva la ciudad en este servicio. Sabemos que en otros municipios casi llegan al 30% de las recaudaciones”, comentó Figueroa.
Sartor opinó que “no te salvas” de probables planteos de aumentos reiterados como sucede actualmente con Cliba: “Creo que estas son las cosas malas de esto, cuando un servicio es monopólico quedas atado en una situación muy crítica como es la recolección de los residuos”.
“El pliego prevé que si llegara a haber un aumento superior al 7,5% puede abrirse una etapa de negociación. O por ejemplo, hay casos en que el Ejecutivo, si el monto previsto no supera el 20%, lo puede decidir por su cuenta sin la intervención del Concejo”, informó Quartucci.

¿Por qué falló la convocatoria?
“Nos explicaban que este pliego fue flexible, inclusive la condición de antecedentes técnicos. Podía presentarse una empresa sin antecedentes en recolección pero que contratara a alguien que sí los tuviera”, afirmó la concejala radical Aloma Sartor y agregó que “lo que uno aprende en licitaciones de este tipo es que el servicio de recolección se va cerrando a nivel nacional. No es fácil restituir en los municipios esa capacidad y no lo pueden abordar”.
Bahía Blanca tiene su recolección privatizada desde la década del ‘80 y para la ingeniera “pensar en reestatizar el servicio en poco tiempo es algo casi rayano a lo imposible. Por ahí en algunos años se empieza a avanzar en algunas figuras mixtas como hoy se hace en Europa”.
De Leo aclaró que “hubo una demora que obviamente conspiró contra la elaboración del mejor pliego posible. El hecho nos terminó dando la razón porque se presentaron dos empresas de las cuales, no sé si las dos están en condiciones y habrá que ver si una de ellas cumple con los requisitos porque algunos de esos requisitos eran muy importantes como, por ejemplo, la capacidad patrimonial”.
“La dificultad radica en que si los oferentes pasan precios por encima del de referencia, declarar desierta una licitación que es de recolección de residuos, la pregunta que nos deja es: ¿Quién va a recoger la basura?”, preguntó.