Dicen que hay parejas que gustan pelearse por el placer de las reconciliaciones. Parece ser el caso de los bloques de la Unión Cívica Radical y el Partido Justicialista del Concejo Deliberante que dieron rienda suelta a sus pasiones en la sesión del jueves pasado aún a costa de romper corazones opositores. Es el amor.
Tras la empalagosa cercanía mostrada por los partidos mayoritarios durante la “caída” del lopesismo y los apoyos posteriores para garantizar la “gobernabilidad” vinieron los resquemores preelectorales en 2007 y ahora un nuevo reencuentro.
El velo se cayó al tratar la autorización al Departamento Ejecutivo a llamar a licitación pública para permutar la estructura del centro cívico proyectado décadas atrás en la nueva peatonal Drago a cambio de la culminación de la construcción y “la entrega en propiedad al municipio de determinados metros cuadrados”.
El voto afirmativo de la UCR había sido adelantado en la conferencia de prensa que compartieron el intendente Cristian Breitenstein y el titular del HCD Juan Pedro Tunessi, el día anterior a la sesión durante la recorrida del futuro edificio del Concejo en Estomba y Sarmiento.
El proyecto en cuestión propone para la financiación de la obra la creación de “un fondo fiduciario mediante la suscripción de un contrato de fideicomiso” a través del cual la comuna cede y transfiere la propiedad del terreno y la estructura de hormigón para recuperarlos en los espacios que se correspondan al valor de los mismos.
Por distintos motivos, desde la falta de envío del pliego licitatorio -por su inexistencia- hasta la indeterminación de la cantidad de metros cuadros que recibirá la comuna, los bloques minoritarios de la oposición acordaron -según lo manifestado en la sesión- la vuelta a comisión del proyecto de ordenanza. Esto no fue así.
“En su momento pedí un cuarto intermedio para modificar lo acordado en labor parlamentaria porque mi bloque va a modificar su votación y va a solicitar la incorporación de un artículo”, explicó el titular del bloque justicialista, Marcelo Ciccola, en uno de los pocos momentos en que estuvo presente en el recinto dada su gran afición a los llamados telefónicos.
Fabián Lliteras, jefe del Frente para la Victoria, afirmó que “habíamos acordado con la totalidad de los bloques que el referido expediente volvía a comisión teniendo en cuenta algunas observaciones que se habían manifestado y en tal sentido concurrimos a nuestro bloque para manifestar tal inquietud. La misma situación se plantea de que cuando se hizo el cuarto intermedio se habló sobre el proyecto del concejal Ocaña y la concejal Quartucci” sobre otro tema.
“Espero que la totalidad de los bloques acompañe lo acordado, sino estaríamos ante una situación inédita en la cual lo que se acuerda se modifica sobre la marcha y eso es una falta de respeto a la totalidad de los concejales que confiamos en la buena fe”, agregó proponiendo la votación de la vuelta a comisión. 
Roberto Ursino, desde la bancada de la UCR reafirmó el voto afirmativo y tras el rechazo a la moción del FpV, Elisa Quartucci comunicó que “el bloque de la Coalición Cívica se retira del recinto” y siguieron las levantadas de Acción Radical, Integración Ciudadana, FpV y FpV Gremial.  
Antes de irse, Andrés De Leo sostuvo que “en su momento acompañé para tratar de habilitar la discusión con el compromiso que se hizo desde el presidente de la bancada oficialista que esta semana iba a estar el pliego de bases y condiciones y ahora se pretende modificar la situación con el agregado del artículo de que se va a adjuntar posteriormente”.
“Ese nuevo despacho con el agregado del artículo no tiene las firmas suficientes para que sea tratado”, insistió Lliteras y Norberto Martínez reconoció que su voto iba a ser negativo “pero no voy a exponer argumentos del por qué del rechazo porque en solidaridad con los bloques que hasta este momento se han retirado me uno a su posición: no se respetó lo que se había acordado en labor parlamentaria”.
El edil comentó también que “el presidente del bloque radical en ningún momento dijo que estaba en desacuerdo con lo expuesto por el presidente del justicialismo que aceptó que volviera el expediente a comisión, lo cual significa una aceptación implícita de la decisión. Uno puede no cumplir con un horario o un compromiso pero no puede dejar de cumplir con la palabra”.
Luego de que Esteban Obiol destacara su preocupación por lo sucedido pidió la palabra el radical Carlos Ocaña “para opinar en contrario”, confirmó con la mirada que atrás suyo no quedaba nadie, y dijo que “en ningún momento el presidente del bloque pudo haber vertido la opinión de estar de acuerdo en no tratarlo porque en el bloque durante las reuniones había una idea clara y concreta de que se votaba porque estaba despachado en el orden del día”.
La autorización al Ejecutivo para llamar a licitación para la conformación del fideicomiso que financiará la conclusión de la obra de peatonal Drago fue aprobada “sin modificaciones ni agregados” por las manos en alto de los ocupantes de las 13 bancas del radicalismo y el justicialismo.