Un grupo de ferroviarios acompañados de familiares y amigos comenzaron allá por 2005 con la iniciativa de revalorizar las llamadas “zorras de vía”, realizando viajes por el país.

Los “Amigos de las Zorras de Vía” es una entidad cultural y benéfica sin fines de lucro, destinada al conocimiento y puesta en valor de las tradiciones ferroviarias de la región.
La agrupación nació en 2005 de las ganas de hacer algo por el ferrocarril, “Quisimos hacer viajes, pero con algo chiquito para que nos dé el presupuesto, como una zorra. Cuando decidimos empezar armamos una zorrita chica de 5 a 8 HP, un motor de 1890. Recolectamos partes de las empresas, de amigos, y la armamos”, detalló Iván Juárez, integrante de la entidad.
Los objetivos de la agrupación «Amigos de las Zorras de Vía» son recuperar las zorras de vía, restaurarlas y ponerlas en marcha, para generar viajes simbólicos para defender la historia y la cultura del ferrocarril.
“Tratamos de generar difusión sobre el aporte que este medio de transporte efectuó a nuestro país en particular; como así también nos dedicamos a la recuperación, restauración y utilización de estos históricos vehículos. Esto como forma de llevar nuestro mensaje a favor del ferrocarril, como así también la defensa de su cultura y su historia”, aportó el ferroviario César Guillén.

Las zorras
Según ellos mismos explican, las zorras son vehículos pequeños que viajan por las vías. Tienen motores de 2 tiempos tipo moto de 5/8 HP y 8/12 HP de potencia. Las zorras más grandes tienen motores nafteros de más de 40 HP de potencia. Son utilizadas por los operarios de vía.
“Las primeras zorras que ingresaron en Argentina, son las populares Fairmont, la de cuadrilla de robusto motor de 8/13 HP, y las de Inspección o velocípedo (5/8 HP) usadas por los guardahilos y los inspectores de vía, esas fueran las pioneras en los ferrocarriles”, explicó Guillén.
El grupo cuenta con cuatro zorras, una de ellas denominada Domingo Pronsato en honor al ingeniero bahiense que luchó durante toda su vida en pos del ferrocarril Trasandino del Sur. Otra llamada Estación Coronel Falcón en honor a la estación donde trabajó por última vez el padre de César Guillén. La tercera denominada Estación Bahía Blanca Noroeste, dado que en esta estación fue su última Cuadrilla a la que perteneció, y la Estación Guatraché en honor a la estación a la cual perteneció, antes de su baja como trabajadora del riel.
“Los viajes en zorra de vía contienen un sentido simbólico enorme. Se engloban historias personales vinculadas con el ferrocarril, el placer por viajar y la intención de demostrar que con el más rudimentario de los vehículos ferroviarios, es posible comunicar miles de kilómetros en la Argentina”, rememoró Guillén.

Los viajes
El primer viaje que realizaron “Los Amigos” recreó el viejo proyecto del Trasandino del Sur, un paso ferroviario que uniría el Océano Atlántico con el Pacifico.
“Salimos el 5 de febrero de 2007 desde el puerto de Ingeniero White a las 9.10 hs. y llegamos el 15 de febrero a las 22.15 hs. a Talcahuano, Chile. La llegada a Chile fue inolvidable, no la esperábamos, no sólo que el alcalde de la ciudad viajó los últimos 40 kilómetros en la zorrita con nosotros, sino que toda la comunidad y las autoridades nos esperaban, teniendo en cuenta que ese viaje fue el primer transporte ferroviario tripulado que sale de White y llega a Talcahuano a pesar de que en el medio faltan alrededor de 100 kilómetros de vía. En ese tramo tuvimos que sacar la zorra, cargarla en un camión y cruzar el tramo para volver a subir a la vía”, detalló Juárez.
“Un día de viaje es agitado. Todo el trayecto se hace al aire libre. Para circular hay que pedir autorizaciones como si fuera un tren común, tenemos que tener los papeles al día. Viajamos entre 10 a 12 horas por día, paramos para comer donde podemos, dormimos en las estaciones, en los aleros, o en carpa.
Podemos circular de día, cuando vemos que no llegamos a otro punto paramos donde estamos y nos quedamos ahí hasta el otro día, sacamos la zorra de la vía y armamos ‘campamento’. Muchas veces viajamos con gente de apoyo en automóviles. Siempre contamos con gente amiga que nos acompaña y nos ayuda en las travesías”, agregó César.
En las zorras hacen viajes cortos y lo que ellos llaman travesías. Algunos de los trayectos cortos están relacionados a aniversarios, o algún evento puntal en la región, como fueron los 100 años de la localidad de Darregueira.
El segundo viaje salió desde el Ferrowhite, hasta la estación del Albardón de la provincia de San Juan. Salieron de Bahía Blanca el 17 de octubre de 2008 a las 10 hs. y llegaron el 28 de octubre a las 14.55 hs.
En el tercero salieron del punto más austral donde existen vías, donde está unida la red troncal ferroviaria argentina, desde Esquel por las vías de La Trochita hasta Jacobacci.
La Trochita, conocida oficialmente como Viejo Expreso Patagónico, es el nombre coloquial dado a una línea de ferrocarril que une las provincias de Río Negro y Chubut de la Patagonia argentina. Recorre 402 km. entre las localidades de Esquel e Ingeniero Jacobacci
La travesía comenzó el 12 de diciembre a las 10 hs. desde Esquel, el 13 llegaron a Jacobacci, cuando llegaron a esta última localidad cambiaron de vías y llegaron a Bariloche desde donde salieron el 15 de diciembre. De allí llegaron a San Luis el 29 de diciembre a las 18.30 hs.
“Recorrimos 2.500 kilómetros en 17 días, uniendo Esquel y San Luis, embanderados en adhesión a la Marcha Mundial por la Paz y la no Violencia”.
Los kilómetros en zorra se incrementan, las experiencias contadas por los integrantes del grupo demuestran la pasión puesta en una actividad que ha marcado la vida de cada uno de ellos, desde sus abuelos, padres y ellos mismos. Los proyectos y las ganas de continuar realizando travesías superan los obstáculos y la falta de financiación.
Es así que la próxima vez que crucemos una vía, recordemos que estos “locos soñadores”, como se autodenominan, deben andar por alguna vía argentina uniendo caminos.