En pocos meses, varios sectores de la ciudad contarán con un sistema de cámaras que, según algunos promotores, servirán para combatir la inseguridad. El primer aporte enviado desde el gobierno nacional para la implementación del proceso es de casi 5 millones de pesos.

Bahía Blanca será vigilada por cámaras filmadoras. Al igual que en la casa del Gran Hermano, ese reality en el que un grupo de personas confinadas en un espacio monitoreado por cámaras son filmadas todo el día; y, si nos retrotraemos al verdadero origen, el libro 1984, de George Orwell: alguien nos observará.
En un centro de monitoreo, durante las 24 horas, habrá efectivos de las distintas fuerzas de seguridad mirando todo lo que ocurre en las adyacencias en donde estén ubicadas, en un primer momento, las cincuenta cámaras para así, aseguran, combatir el delito.
El joven subsecretario de Gobierno, Andrés Ombrosi, explicó a EcoDias que desde la Nación llegaron casi 5 millones de pesos para este proyecto: “Lo que está previsto hacer con este primer aporte es la instalación de las primeras cincuenta cámaras, el montaje del centro de monitoreo y todos los enlaces que es lo que va a hacer posible que en el futuro se puedan seguir conectando más cámaras y que transmitan online al centro de monitoreo”, cuenta mientras pasan por nuestras mentes películas futuristas.
La idea, señaló, es trabajar en conjunto con las policías Bonaerense, Federal, Gendarmería, Prefectura, el Cuerpo Único de Inspectores y Defensa Civil: “Creemos que las cámaras es una buena oportunidad, tener que montar todo este centro para trabajar en conjunto. Entendemos que por los plazos legales, para mediados de abril estaremos en condiciones de adjudicar a la mejor oferta. A partir de ahí vamos a saber a ciencia cierta cuando va a estar funcionando”.
Los lugares que van a ser vigilados, en una primera etapa, son los accesos a la ciudad, los cruces del ferrocarril que bordean el macro centro y principales arterias de los barrios más conocidos y del centro de Bahía Blanca: “Los enlaces son una parte clave del sistema. La presencia de edificios, las ondulaciones pueden dificultar la transmisión de datos, por eso según cómo armemos el sistema de enlaces es lo que va a garantizar cualquier cámara que en el futuro agreguemos dentro del mismo sistema”. Además, se piensa trabajar con comercios y sectores privados del centro que ya cuentan con cámaras para organizarse y poder así destinar otras a la periferia.

Delito Online
Las cámaras son una herramienta útil para identificar a quien comete un delito, sostiene Ombrosi. Pero las cámaras por sí solas, obviamente sirven sólo para el registro visual, el tema está en cómo actuar después: “La clave acá es, en primer lugar, para que la cámara tenga un efecto disuasivo que ayude a evitar al delito, la eficacia de la respuesta ante la comisión de un delito. Y después la capacitación de los que monitorean para prevenir. En la licitación contemplamos jornadas de capacitación para los agentes que las distintas fuerzas quieran sumar al centro de monitoreo”.
Otra arista que se contempla es en el caso de accidentes o problemas de tránsito “para detectar dónde está el problema, cómo llegar. Con las cámaras entrelazadas se puede saber cómo está el tránsito y dónde despejarlo”.

Cámaras que no ven
Este futuro procedimiento de cámaras en la calle con un monitoreo de 24 horas y personal a cargo durante ese lapso de tiempo cuesta, en esta primera etapa, unos cinco millones de pesos.
Desde el gobierno de la ciudad bahiense se promueve este sistema futuro como eficiente pero -siempre hay un pero, en la misma Municipalidad donde se está planificando este sistema, las cámaras parecen no ser muy eficaces al momento de ponerlo en práctica.
Dentro del edifico de calle Alsina, un espacio mucho menor al que se pretende abarcar ahora, meses atrás una mujer denunció ser robada dentro del municipio; al querer esclarecer lo que le pasó no pudo obtener la filmación de las cámaras de seguridad y dijo no haber recibido respuesta efectiva acerca del robo sufrido. No fue el único hecho que merece el recuerdo: la notebook de un alto funcionario desapareció de su oficina.
Andrés Ombrosi explicó que en el caso de las cámaras del edificio municipal “lo que permiten es identificar quién cometió el delito, después le pasamos la grabación a la policía. Nosotros no tenemos gente monitoreando permanentemente. Si bien están las pantallas, los monitores, no hay un personal abocado las 24 horas a ese seguimiento. Sí en los momentos donde hay más movimiento, pero por la noche hay un sereno y está casi todo cerrado. Queda grabado, queda el back up de las grabaciones”.
Hay cámaras, supuestamente habría vigilancia. La realidad es otra.