En nuestra ciudad, la UNS fue sede de un
encuentro que, en dos jornadas desarrolló talleres sobre las relaciones entre
productores, consumidores y cooperativas y mutuales de consumo. La organización
corrió por cuenta de la Federación Argentina de Cooperativas de Consumo, la
Asociación Intercooperativa Regional y la casa de estudios. En tanto, la
Universidad de Quilmes anunció la firma de convenios junto al Ministerio de
Asuntos Agrarios bonaerense y la Municipalidad de Cañuelas, la Mesa de
Organizaciones de Productores Familiares y el Movimiento Agroecológico de
Latinoamérica y el Caribe. En Buenos Aires, continúa la incertidumbre y la
lucha de los trabajadores de la recuperada Mom.

La Universidad Nacional del Sur (UNS) de nuestra ciudad fue sede de un
encuentro que, desdoblado en dos jornadas, permitió desarrollar talleres sobre
las relaciones económicas que se establecen entre productores, consumidores y
cooperativas y mutuales dedicadas total o parcialmente al rubro del consumo. En
el marco del evento, organizado por la Federación Argentina de Cooperativas de
Consumo (Facc), la Asociación Intercooperativa Regional y la propia casa de
estudios, se llevó a cabo asimismo la novena Jornada Universitaria de Entidades
de la Economía Social.
“Además de profundizar distintos aspectos del importante Plan para una Década
Cooperativa, la finalidad del encuentro es abordar el tema de la integración
cooperativa entre la producción y el consumo”, marcaron el presidente y el
secretario de la Federación Argentina de Cooperativas de Consumo (Facc), Rubén
Masón y Rodolfo Zoppi, en una gacetilla de prensa distribuida horas antes del
comienzo del evento.
Ambas jornadas contaron además con el auspicio del Instituto Nacional de
Asociativismo y Economía Social (Inaes) y la Confederación Cooperativa de la
República Argentina (Cooperar), que tiene como máximo referente al pringlense
Ariel Guarco.
La realización de los encuentros, que incluyó una visita por las instalaciones
de la Cooperativa Obrera, permitió a los asistentes discutir estrategias que
contribuyan a una mayor integración institucional y económica del sector
consumo de la economía social en la Argentina.
La Facc, una de las promotoras de la convocatoria, agrupa actualmente a más de
un centenar de cooperativas de consumo de todo el país, y está a su vez adherida
a Cooperar y a la Alianza Cooperativa Internacional (ACI).

A la firma
La presencia de la economía social y solidaria en las universidades
públicas que se constató en Bahía Blanca también se replica en ejemplos de
otros puntos de la Argentina. La Universidad Nacional de Quilmes (UNQ), una de
las más jóvenes casas de estudios del país, anunció la semana pasada la firma
de distintos convenios que la unirán al Ministerio de Asuntos Agrarios
bonaerense, la Municipalidad de Cañuelas, la Mesa Provincial de Organizaciones
de Productores Familiares de la provincia y el Movimiento Agroecológico de
Latinoamérica y el Caribe, “para afianzar los vínculos entre la AgroEcología y
la Economía Social Solidaria”.
Los acuerdos, detallaron desde el rectorado de la UNQ, “buscan potenciar
proyectos de formación, capacitación, integración social y desarrollo
socio-económico de organizaciones, emprendimientos y familias productoras en el
territorio y comunidades locales, para fortalecer los procesos de desarrollo
local, AgroEcología y agricultura familiar en vinculación con el campo de la
Economía Social y Solidaria”. La suscripción de los mismos estaba prevista para
el jueves 13 de junio, en dependencias del Consejo Superior Universitario (CSU)
de dicha entidad educativa.
La firma de convenios incluye uno entre la Secretaría de Extensión
Universitaria y el Programa Crees-Icotea (Construyendo Redes Emprendedoras en
Economía Social), lo que pondrá a la UNQ en colaboración con la Cooperativa
Agropecuaria Asociación de productores familiares de Cañuelas. A través de
dicha cooperación se pretende “fortalecer las experiencias de producción
agroecológica, ferias y redes de comercialización de alimentos naturales,
franjas de no fumigación para la producción de alimentos sanos, movimientos de
campesinos y de productores familiares”.
La Cooperativa Agropecuaria Asociación de productores familiares de Cañuelas
integra a su vez la Mesa Provincial de Organizaciones de Productores Familiares
de la Provincia de Buenos Aires y al Movimiento Agroecológico de Latinoamérica
y el Caribe (Maela), dos de las más importantes entidades del área.

Una historia sin fin
Mientras hasta en un territorio hostil como Santa Fe las cooperativas
reciben buenas noticias, como la eximición en Ingresos Brutos a más de 700 de
ellas, la Capital Federal gobernada por Mauricio Macri sigue mostrándose como
el distrito más reaccionario ante experiencias de trabajo solidarias.
El viernes 7, los dieciséis asociados a la Cooperativa Mom, creada para que la
planta siga en funcionamiento luego de la quiebra empresaria, denunciaron que
“es inminente” el vaciamiento de su sede, de la que fueron desalojados a
mediados de mayo. Desde entonces, acampan en la calle, a la espera de poder
proteger así su fuente de ingresos. De acuerdo a los relatos de los
trabajadores, las máquinas, materia prima y hasta el propio establecimiento
están en riesgo debido a la voracidad empresaria que pretende vaciar el local.
Los cooperativistas que recuperaron la empresa grafica permanecen en la planta
del barrio de Pompeya, desde el 28 de mayo de 2012. Pero a dos semanas de
cumplir su primer aniversario de trabajo sin patrones, el 14 del mes pasado,
fueron desalojados por personal de la Metropolitana y Gendarmería por orden de
la jueza Claudia Alvaro, en el marco de la causa iniciada por el dueño de Lanci
Impresores SA, Christian Langenheim, quien cerró la fábrica.
El viernes 7, a través de la agencia Ansol, los asociados de la nueva
cooperativa advirtieron que la empresa de seguridad que contrató el ex patrón
encendía tachos dentro de la fábrica a modo de brindarse luz y calor, ante la
falta de energía eléctrica. El accionar, detallaron, cesó con el reinicio del
servicio eléctrico pero puso en peligro a las maquinarias y materias primas
altamente inflamables que se encuentran en el taller gráfico. Asimismo,
revelaron que entre una y dos veces por semana desde el desalojo un grupo de
personas de acerca a la planta para intentar sacar materiales.
“Desde hace un año estamos luchando para evitar el vaciamiento y ahora mismo,
el empresario está adentro junto a electricistas y mecánicos pretendiendo sacar
las máquinas”, graficó durante la primera semana de junio un asesor gremial del
Sindicato Federación Gráfica Bonaerense.
Menos de una semana más tarde, el jueves 13, los trabajadores subrayaron que,
lejos de revertirse, la situación se había profundizado. “El personal de la
empresa de fletes llegó esta mañana para sacar las camionetas que están en la
calle Mom al 2873 por pedido del patrón”, indicó el presidente de la empresa
gráfica recuperada, Telésforo Gallardo.
Ante la evidencia de tal intención Gallardo marcó que los propios trabajadores
de la cooperativa explicaron a los empleados de la compañía de fletes “que no
podían retirar los vehículos de la planta”.
En tanto, los asociados de la nueva cooperativa de trabajo aguardan por la
quiebra de la Sociedad Anónima que vació el emprendimiento, para dar lugar al
proyecto productivo autogestionado. Los acompañan en sus reclamos y espera el
sindicato, la Red Gráfica Cooperativa, la seccional porteña de Federación de
Cooperativas de Trabajo de la República Argentina (Fecootra) y la Federación
Argentina de Cooperativas de Trabajadores Autogestionados (Facta), además de
varios legisladores de la oposición en la Ciudad Autónoma de Buenos Aires.