El pasado 3 de abril pasado se cumplieron 32 años del asesinato de David “Watu” Cilleruelo a manos de la banda lopezreguista en los pasillos del ala de Ingeniería de la Universidad Nacional del Sur. Por ello, la Comisión Permanente de la Memoria que lleva su nombre realizó un acto conmemorativo y presentó una carta al rector Guillermo Crapiste solicitando formalmente que la UNS intervenga en el pedido de reapertura de la causa, la sustanciación del sumario administrativo que debió realizarse en su oportunidad y la presentación como querellante por todos los crímenes cometidos bajo la intervención de Remus Tetu.
“Habiendo el juez Oyarbide declarado crímenes de lesa humanidad los de la Triple A y habiendo ocurrido el crimen dentro de la Universidad de David ‘Watu’ Cilleruelo dentro de ese período, pedimos que la Universidad actúe como querellante y se reabra la causa. No solamente en el caso de ‘Watu’, sino también en ese período, del ‘75 hasta que entró el gobierno genocida del ‘76, que murieron aproximadamente cuarenta estudiantes, de los cuales la institución nunca se enteró, prácticamente y entre comillas, porque nunca ha hecho ninguna acción en ese sentido ni se ha pedido perdón”, aseguró Edgardo Fernández Stacco, de la Comisión de la Memoria.
Asimismo, el magíster afirmó que “tenemos esperanzas de que la Universidad actúe. Ya en Buenos Aires, la UBA ha actuado como querellante en el caso de los docentes y estudiantes asesinados por la Triple A, y también la Asociación de Docentes Universitarios que está en la Conadu Histórica de Buenos Aires. De modo que acá también se podría hacer lo mismo. Aduns está interesada en el caso y hay muchas otras entidades que se han mostrado de acuerdo con la carta que hicimos circular. En este momento tenemos más de 150 adhesiones del país y del exterior, por lo cual creemos que va a llegar a buen puerto”.
Finalmente, cabe destacar uno de los párrafos de la carta entregada al rector Crapiste en el cual los adherentes creen “un deber moral, largamente demorado, que la Universidad piense un momento en aquellos miembros de su comunidad, cuya vida segó esta mafia enquistada en la ciudad, y que contó en su actuación con civiles, militares y policías, muchos de los cuales transitan impunemente por sus calles”.

El recuerdo de Watu
“Era un estudiante rionegrino, muy avanzado en Ingeniería Eléctrica, una excelente persona que militaba en la Federación Juvenil Comunista y como tal él también lo hacía en los Centros de Estudiantes de Ingeniería Eléctrica. Había sido elegido en esos momentos difíciles como secretario de la Federación Universitaria del Sur, cargo que no pudo asumir debido a su asesinato”, recordó Fernández Stacco.