50 velitas

A cinco décadas del estreno del primer largometraje de Truffaut

Los 400 golpes no ha quedado en la historia del cine sólo por ser la
opera prima del director francés François Truffaut, sino también uno de los
primeros films de la Nouvelle Vague -corriente de enorme influencia en las
cinematografías europeas y latinoamericanas- y por inaugurar la saga del
personaje Antoine Doinel.
Truffaut era un reconocido crítico en Cahiers du Cinema, publicación
especializada desde donde se proponía la política de autor entre otras
muchas ideas innovadoras sobre cine.
Paralelamente, escribió guiones y realizó un par de cortos y en 1958
rodó en Paris Los 400 golpes -la secuencia de apertura con un largo
recorrido que termina en la Torre Eiffel es una de las más emblemáticas del
cine francés-, film en blanco y negro que mostraba la vida solitaria de un
chico de 13 años a quien su atractiva madre prestaba poca atención, y
prefería perderse en un cine o jugar en las calles que ir a la escuela.
Una versión corregida y aumentada de la propia infancia conflictiva del
director, protagonizada por el niño actor Jean Pierre Leaud.
Se estrenó con éxito en mayo de 1959, obtuvo muchos premios, e
inmediatamente consagró a Truffaut como uno de los autores del cine galo
del momento.
Pero la historia de ese otro yo de Truffaut no quedó allí. En 1962 se
estrenó El amor a los veinte años, entre cuyos tres episodios se encontraba
Antoine y Collette, que retoma al adolescente Antoine entre la cinefilia,
el primer trabajo y el primer amor.
En Besos robados (1968), vuelve como un detective privado de ocasión,
envuelto en varios romances. En el 70 llega Domicilio conyugal, que lo
muestra recién casado y sorteando los primeros problemas de pareja.
Y en El amor en fuga (1979), un Antoine en la treintena, divorciado y
padre, sigue enfrentando la vida con muy poca madurez. Esta fue la última
parte de la saga -siempre protagonizada Jean Pierre Leaud que al crecer
tenía un notorio parecido físico con el director- interrumpida por la
temprana muerte de Truffaut en 1984.
A pesar de su medio siglo, Los 400 golpes conserva su frescura y sigue
conmoviendo al espectador. Y la saga completa – imperdible para quien se
considere cinéfilo- es fácil de alquilar, de ver periódicamente en la
programación del canal de cable Europa Europa o encontrar en los ubérrimos
vericuetos de la Red.