“Las Abuelas estamos doblemente afectadas, porque estamos buscando a nuestros hijos y a nuestros nietos robados metodológicamente. Hubo un plan sistemático de robos de bebés a nuestras hijas en los campos de concentración que fueron más de 500 en todo el país, y ustedes lo saben porque acá tienen la famosa Escuelita, donde ahí también nacieron niños y donde pasaron tantas víctimas y todavía eso es una asignatura pendiente para llevar la verdad, y hay que hablarla… duele pero hay que hablarla”. Estela Barnes de Carlotto preside Abuelas de Plaza de Mayo, agrupación que en pocos días cumplirá treinta años de valiente trayectoria en la búsqueda de los 400 bebés robados por el gobierno militar.
“No podemos avanzar a oscuras. Es como que estamos conviviendo con el horror y lo toleramos, eso es casi enfermo. (…) Hemos encontrado a 84 nietos, tengo a Juan a mi lado, es un nieto recuperado, creo que es como revertir la historia y el propósito de la dictadura que era que estos chicos nunca se encontraran con su historia verdadera, con su familia, con la historia de sus papás militantes”, explicaba Estela, y aunque advirtió que falta mucho afirmaba que “en esto tiene que estar la sociedad en su conjunto. Las Abuelas solas, no. Aquel que sabe tiene que hablar, aquel que duda tiene que venir”.
Por otro lado, tras reconocer la importancia de que los cargos de poder sean ocupados por jóvenes, “porque a veces los viejos heredan esas costumbres que tuve yo por ejemplo, hasta que desapareció mi hija, de tolerancia de las dictaduras que hubo desde 1930”, la titular de Abuelas aseguró que “falta esa generación que está desaparecida, pero están llegando nuevas voces, nueva sangre, nuevos pensamientos y reconstruyendo el país de a poco. Algunos ponen piedras, sabemos que no todos quieren que esto pase porque tienen que rendir. Hay que seguir luchando con empecinamiento, con convicción, dentro de lo que es la paz, sin violencia por supuesto, y Abuelas desde el amor. Desde el amor profundo que tenemos por nuestros hijos y nuestros nietos, el respeto, el orgullo que tenemos”.
“Estar acá es estar en un lugar histórico. Estamos buscando niños que nacieron acá, desaparecidos que desaparecieron acá, víctimas presas políticas, sobrevivientes… es todo una historia que hay que rescatar desde el dolor para la vida. Porque tenemos necesidad de vivir y dejarles vivir a las generaciones futuras con la tranquilidad de que no les pase nunca más, por pensar distinto, ser víctimas de un terrorismo de estado (…) Lo más importante es que estamos juntos, lo más importante es darnos las manos y que no nos paralice el miedo. Que desde la verdad más absoluta se aliente a un pueblo a levantarse… porque no nos derrotaron, estamos de pie todavía”, sentenció Estela.