La mirada de la doctora María Montessori se ideó en un contexto de vulnerabilidad con niñas y niños, a los que intentó instruir en distintas cuestiones y contenidos. “Ella empezó a trabajar en un neuropsiquiátrico, en un pabellón de infancias con problemas mentales. Allí observó que, por ejemplo, algunos se hamacaban y tenían movimientos repetitivos, y que había personas que hacían lo mismo”, comenzó la coordinadora de ‘Charitos Montessori’, Natalia Morales Costa.

Partiendo de aquella observación, la educadora italiana comenzó a armar un ambiente donde ellos pudieran trabajar y aprender determinadas cuestiones desde cómo limpiarse, higienizarse y vestirse, a servirse comida o agua. “Es decir, a ser independientes a partir de distintas habilidades. Vio que proponiendo determinadas cuestiones y elementos en un ambiente preparado podían moverse con libertad dentro de un espacio”, explicó la profesora de nivel inicial.

En ese marco, una de las cuestiones que la llevó a formarse como guía Montessori y poder desarrollarlo en Bahía, fue la libertad con la que los nenes y nenas se mueven dentro del ambiente; “La consciencia que logran cuando hay una confianza hacia el adulto y la persona que los acompaña es muy buena. Del simple hecho de confiarles un vaso de vidrio, por ejemplo, ellos pueden desarrollar una autoestima muy grande y un autocontrol importante. Acá todo se presenta, se muestra y guía”, afirmó.

Pedagogía alternativa

María Montessori creó su método para infancias agrupando a niños y niñas de hasta un año en lo que sería Nido; de uno a tres años, lo que llamó Comunidad Infantil; de tres a seis años, Casa de Niños; y Taller, que dividió en un grupo de seis a 12 años y lo que es Secundaria de 12 a 18 años. “En nuestro proyecto trabajamos con niños de entre un año y cinco, en dos grupos: de uno a tres y de tres a cinco, seis, que luego pasan a la escuela”, detalló.

‘Charitos’ empezó como escuela rodante, impulsado por un grupo de familias. “Trabajaban con una docente, Macarena García, e iban alternando las casas. Después pasaron al quincho de una de las mamás fundadoras, Victoria Cortina. Luego, a medida que iba creciendo la cantidad de niños, pasó a una casita de fiestas, para actualmente instalarse en Hernandarias 1647. Ahí me convocaron a mí”, recordó.

Al espacio hoy concurren unos veinte niños y niñas: seis en lo que es Comunidad Infantil y Maternal y 14 en Casa de Niños. Además, conviven en el mismo lugar, en igual período de tiempo, de lunes a viernes de ocho a 14 horas. Con ambientes separados con objetos, como por ejemplo repisas, las tres adultas a cargo interactúan constantemente.

“Estamos siempre abiertos a escuchar y charlar con personas que quieran inscribir y matricular a sus nenes o nenas, como con quienes quieran conocer y entender de qué se trata. Queremos que más personas nos conozcan y tengan esta alternativa como otra posibilidad al momento de elegir la educación”, finalizó.

Para conocer más sobre este método alternativo y el espacio ‘Charitos Montessori’ que lo brinda, los y las interesadas pueden visitar el Instagram: @charitos.montessori, o comunicarse vía WhatsApp al 291 5786585.

Autor: Redacción Ecodías