¿Cómo se relacionan el cambio climático,
los brotes de enfermedades, el comportamiento humano, la democracia, la
revolución, la cultura y los conocimientos? El licenciado Carlos Zotelo
compartió un café científico con el público y explicó estos extraños vínculos.

“Nos hicieron creer que el clima no cambia, y el clima cambia”, comienza Zotelo
la conversación con el público en el cuarto café científico compartido en la
Casa Coleman. “Si el clima cambia y justamente su espíritu es cambiante, por
qué lo llamamos cambio climático. Si el clima cambia es algo natural, si
estuviese constante podríamos pensar en el cambio climático”, cuestionó el
especialista en Ciencias de la Atmósfera. “Esa es la primera paradoja” y el
primer mito que cae.

Hace muchísimo tiempo
“Nos situamos en Europa en
la Baja Edad Media, vamos a ver como ha sido el clima de cambiante y creo que
en este momento, del que hablamos, venía con un beneficio climático por algunas
de las alteraciones que vamos avisorar. Por lo tanto, hubo 500 años de bonanza
climática, estaba muy activa la oscilación del Atlántico Norte y eso permitía
que ingrese aire cálido y húmedo justamente desde del Atlántico Norte sobre
Europa Central, que hizo propicio la expansión de la ganadería, la expansión de
las tierras cultivables prácticamente en un 40 por ciento más. Ese clima cálido
hizo que retrocedieran los glaciares, entonces permitió la expansión vikinga
hacia América del Norte inclusive. Ese buen clima también favoreció el crecimiento
de la sociedad y la expansión demográfica. Europa venía con muy buenas
expectativas de crecimiento, exportaba, producía bienes agrícolas y el comercio
era una de las fuentes que mantenía vivo el sistema. Como decíamos los vikingos
pudieron descubrir Islanda, Groenlandia y América del Norte”, cuenta Zotelo a
continuación.
¿Cómo venía el clima antes de este período? Pregunta el especialista al
público. “Hemos tenido períodos cálidos y fríos a lo largo de la historia. Si
nos remontamos a la época del Imperio Romano, tuvimos un período cálido seguido
de un período frío que se llamó los años oscuros. Después el clima comenzó a
cambiar, basados en los registros de sedimentos en lagos, sobre todo por
anillos de árboles dentro de la Geología y también por estudios de hielo
realizados en Groenlandia y sabemos un poco cómo reconstruir las series
históricas de temperatura y en base a eso conocer un poco más del clima”, anticipa
al auditorio respecto a los estudios que permiten dar cuenta de aquella era.
“Decíamos que en el año 1301, particularmente, se ha tenido un invierno muy
frío, comenzaron las lluvias que se mantuvieron inclusive hasta septiembre del
año posterior en forma más regular según algunos trabajos científicos, que se
incrementaban el caudal de los ríos en el norte de África, en la Península
Itálica y en el sur de España. El período del calentamiento medieval comienza
lentamente a transformarse en la pequeña era de hielo que va a tener su pico
máximo en 1750. Y eso va a tener algunas repercusiones en Europa porque se va a
completar con algunos fenómenos que van a ir sucediendo”. En este caso, las
buenas cosechas llegaron a beneficiar a Gran Bretaña, que pudo tener viñedos
propios y hasta exportó vinos.

Otra vuelta de tuerca
“En esa época el Ártico estuvo descongelado todo el año, una cuestión que hoy
nos alarmamos y nos rasgamos las vestiduras, sin embargo sucedió en el pasado.
Esas características que hoy vemos y nos asustamos mucho, en el pasado las
hemos tenido”, sorprende Zotelo al auditorio, otra revelación llega de la mano
de la ciencia: el estado de los glaciares fue preocupante en otra época.
Entonces cabe pensar si realmente la mano del humano siglos después ha
impactado en el medio ambiente.
“Cuando el aire frío de Siberia ingresó a Europa en forma sostenida hizo que se
redujera la superficie cultivable, que fuera mucho más difícil el cultivo, el
sistema de explotación de la tierra no fue eficiente frente a este fenómeno.
Este foco podría pensarse que podría traer años de malas cosechas o cosechas
poco abundantes, problemas en el comercio o en el precio de los alimentos, pero
se suma algunas revueltas que han tenido los campesinos en aquel momento porque
exigían ante el trabajo más difícil un pago mejor. Recordemos que tampoco era
tan fácil protestar contra el sistema feudal, el poder no estaba en la economía
sino en lo militar, por eso era muy fácil callar a alguien que opinara lo
contrario. En este contexto, tenemos un cambio climático que comienza a
gestarse en Asia Central, en la planicie de Mongolia, comienza a haber una
sucesión de temporadas extremadamente cálidas, hablamos de un 70 por ciento por
encima de lo normal de las características térmicas para esos veranos, seguidos
de inviernos muy crudos, es decir, mucha variabilidad climática dentro de un
mismo año”. Lo que produjo esto fue brotes de peste bubónica e hizo que
rápidamente disminuyera la población de roedores, esa disminución en la
población de roedores hizo que el exceso de pulgas buscara nuevos huéspedes,
que pasaron a ser los humanos, los caballos y los camellos. Al pasarse a los
humanos y a los camellos, la unión de Occidente y Oriente comenzó a ser una
carretera pueda expandirse. Va a tardar 15 años en llegar a Europa. “Por un
lado tenemos un clima desfavorable, baja calidad en las tierras y cultivos,
malas cosechas, algunas guerras que se venían gestando entre Francia e
Inglaterra por problemas sociales, todo eso va a derivar en un cambio social y
que va a terminar en la democracia moderna”, concluyó Zotelo.