“No es menor sentarse a reflexionar
juntos sobre la importancia de la incorporación de la temática de Adultos
Mayores en todas las comunidades educativas”.

La reflexión del Dr. Claudio Carucci, titular de la Secretaría de Extensión
universitaria, llegó para coronar más de una década de trabajo entre
Universidad Nacional del Sur y UPAMI. “Todos sabemos que en cada pueblo, cada
cultura la temática del Adulto Mayor conforma una serie de parámetros, que han
pasado desde la negación de los adultos mayores hasta la desidia y el abandono.
En el último tercio del siglo XX se viene trabajando en el cambio de paradigma
en cuanto al envejecimiento, un cambio de paradigma, positivo por cierto que
encarna el concepto de envejecimiento activo. Dentro del envejecimiento activo,
pretende cambiar el imaginario social que sobre la vejez se venía teniendo. En
el marco de este concepto, se han realizado actividades en la Universidad
Nacional del Sur, los cursos UPAMI que comenzaron en el año 2005 y que ahora se
encuentran con una propuesta de 40 cursos cuatrimestrales con más de 500
inscriptos, la Diplomatura en promoción de Derechos de Adultos Mayores que
comenzó por 2009, que tiene dos cohortes, y que fue una iniciativa innovadora y
pionera en nuestro país, que tenía como eje principal el respeto por las
personas adultas mayores, desdeñando la asistencia social como única medida”.
“Capacitar a los adultos mayores que se sumaban a estas iniciativas para
construir como agentes multiplicadores de un envejecimiento activo promoviendo
la inclusión y protección de ese sector de la sociedad. Claramente esto se ha
logrado porque ustedes mismos han sido los gestores de estas iniciativas y de
otras tantas por venir”, aseveró el representante universitario.
“Además, se inició un proceso- que ahora naturalizamos después de unos cuantos
años- de inserción del tema del adulto mayor en la sociedad y también buscar
estructuras etarias que en muchos casos ignoraban o no le prestaban caso a los
adultos mayores. Cuando uno hace una mirada retrospectiva de lo que ha pasado
en estos años, vemos que los resultados han sido satisfactorios y las
expectativas han sido ampliamente superadas. El principal impacto se observa en
el abandono de esos prejuicios sobre la vejez a partir de la inserción de los
adultos mayores en la educación y el protagonismo social. Esas barreras han
desaparecido, en particular la Universidad hoy abre sus aulas a los adultos
mayores, ha acortado esa distancia que lo ha separado de la sociedad, y en esto
hemos sido facilitadores todos”.
La jornada de conclusiones y aportes se enmarcó en el Segundo Congreso de
Educación y Adultos Mayores llevado a cabo en el mes de diciembre. En el mismo
se pretendió reflejar ese fructífero camino recorrido “en pos de la integración
y participación del adulto mayor en nuestra comunidad y reflexionar y debatir
acerca de ello. Estas jornadas son un paso adelante en la construcción de este
paradigma positivo de envejecimiento activo” concluyó en la apertura. Las políticas
educativas en pos de revalorizar a los adultos mayores los reposicionan como un
sector más de la sociedad, que hay que atender, contener y brindar herramientas
para una vida integral, digna y vital.

Potencial: experiencia
La licenciada Stella Lardani, especializada en Filosofía y Pedagogía, se
refirió al valor de la experiencia de los adultos mayores. “Como diplomada de
la carrera de Promoción de Derechos, Participación y Salud en Adulto mayor,
estoy muy orgullosa de tratar de transferir todos los conocimientos que esta
Universidad a través de UPAMI ha tratado de formarnos y nos ha dado, realmente,
el rol que necesitamos tener para esta sociedad que integra a todas las edades
o al menos, eso que pretende” sumó.
“Envejecer en el siglo XXI no es algo tan difícil como parece. Está considerado
el siglo XXI el siglo de los Adultos Mayores, celebramos poder vivir más años,
tenemos que tratar de ponerle años a esta vida larga que tenemos” afirmó a la
audiencia. “Celebramos ser adultos mayores porque es más interesante de lo que
ustedes piensan, también celebramos compartir porque el envejecimiento tiene
mucho que ver con el conocimiento. Hay que aprender a envejecer, hay una nueva
mirada de la vejez. Sí, envejecemos, esto es inexorable” aportó.
“Envejecer no es una enfermedad, es un ciclo vital, es una construcción social.
Ni la sociedad ni la familia ni los gobiernos están preparados para este cambio
de paradigma. Por eso, no deja de ser una preocupación mundial, el proceso de
envejecimiento ha preocupado a los países desarrollados que lo vienen
transitando ya desde la última etapa del siglo XX y a nosotros nos encuentra en
una situación donde todavía no tenemos muchos problemas resueltos”. El panorama
ha mejorado para nuestro país gracias a la globalización y a la
informatización, “podemos aprender permanentemente y tomar aquellos ejemplos”.

Panoramas
Argentina integra el grupo de países envejecidos en América Latina, junto a
Cuba y Uruguay aportó Lardani. “Más del 10% de la población tiene más de 60 años.
En Bahía Blanca, más del 17% de la población tiene 60 años o más, en los
últimos 20 años se duplicó la cantidad de adultos mayores. Se prevee que haya
más mayores que niños en el 2050. En 30 años, la sociedad dominada por jóvenes
pasará a ser una sociedad de adultos mayores”.
Según la expositora, las estadísticas nos plantean un reto. “Vivimos en una
sociedad donde se privilegia una etapa de la vida, fundamentalmente, la
juventud. Y resulta que la adolescencia que se ha extendido prácticamente la
misma duración en años que la tercera edad. De ahí que muchos llaman a la
tercera edad la segunda adolescencia”. Frente al envejecimiento global se
exigen nuevos paradigmas, “la consideración de los adultos mayores como
participantes activos de esta sociedad, que integra al envejecimiento y apoya a
todas las edades” aspiró.
La Organización Mundial de la Salud define el envejecimiento activo “como el
proceso por el cual se optimizan las oportunidades de bienestar físico, social
y mental durante toda la vida con el objetivo de ampliar la esperanza de vida y
sostener la productividad y la calidad de vida de la vejez”. Esta nueva postura
exige políticas nuevas que transformen la realidad. Hay que mirar a la vejez
con otros ojos. “La vejez está cargada de estereotipos negativos, se la asocia
a enfermedades y discapacidades, pero ocurre que la mayoría son activos, son
participativos y buscan intervenir en la sociedad”.
La licenciada dijo que Argentina tiene “que construir inclusión social, no solo
para recibir ingresos sino para se entienda de forma mucho más amplia a la
inclusión: la integración de los adultos mayores en la comunidad”. Ellos deben
recuperar el poder sobre sus vidas, su autoestima, la capacidad y una posición
más importante dentro de la comunidad donde vive. “Hay que impulsar a un adulto
mayor por fuera de la familia, inserto en un ámbito mucho más amplio donde
pueda jugarse su destino” declaró.

Verdadera inclusión
La gran pregunta es cómo se logra una inclusión amplia de los mayores,
“participando en las mesas de negociaciones, en las instituciones, en las
discusiones políticas de la gestión, en las universidades, en PAMI. No
necesariamente esta inclusión tiene que venir de arriba, tenemos que aprender a
ser protagonistas de la vida que estamos llevando”. La vejez es una
oportunidad, se vive más y “tenemos que vivir mejor”.
“La vida es un laboratorio social que cambia rápidamente, tenemos que estar
preparados para el cambio” afirmó. “Tenemos en nuestro bagaje muchas
estrategias acumuladas, tenemos que tratar de ponerlas en práctica”.
Creatividad y vejez van de la mano. “Es necesario crear espacios educativos
hacia una cultura de la convivencia y del diálogo, para lograr la tan ansiada
cultura de la paz”.
Desde el punto de vista social existe un vacío según la especialista, “porque
la vejez era una etapa más del ciclo vital del ser humano. La tercera edad era
la última y prácticamente no se la miraba y nosotros tampoco nos mirábamos”.
Las familias actuales tienden a la institucionalización. “Los amigos son los
que nos acompañan hasta el último momento y nos acompañan y sostienen en este
crecimiento, nos ayudan a fomentar la socialización”. La misma permite la
integración, pero también combate la soledad, las enfermedades, y se abona el
sentido de pertenencia.
“Los políticos tienen una mirada asistencialista, nos ven desde la carencia. El
cambio de paradigma que ya se está dando y que nosotros tratamos de apuntalar
es que los mayores del futuro tienen que ser una fuerza productiva, porque
tenemos muchas estrategias y años transcurridos, somos grandes transmisores de
valores y también de vigores” afirmó. Los adultos mayores deben pasar a ser “de
objeto de protección a sujeto de derecho, como persona capaz de adquirir
derechos, protagonizar en este mundo del siglo XXI”.
En relación con los medios de comunicación aseguró que los mayores no se ven
reflejados, “la vejez no es noticia, solo cuando ocurre un hecho particular
como el robo”. Lardani aseguró que la única forma de hacerse visible es cuando
el otro ve riqueza en un adulto mayor, “a nosotros nos sobra riqueza”.