El director del Instituto de Nivel Superior, Sebastián Rango, dio cuenta de la actualidad, los desafíos en pandemia y la amplia oferta educativa, que incluye cuatro Tecnicaturas, un Profesorado y una Formación Básica para adolescentes.

A finales del año 1957 se creó el Conservatorio de Música y Arte Escénico de Bahía Blanca. Hacia 1959 pasó a depender de la Dirección de Cultura de la Provincia de Buenos Aires, hasta que en 1961 se separó de ese tronco y surgió la Escuela de Teatro, un Instituto de Nivel Superior no universitario de formación artística.

Sumada al desafío que planteó la pandemia para muchos establecimientos educativos, equipos docentes y alumnado, la institución continúa sus actividades y, actualmente, ha ido recuperando la presencialidad de las clases, “Primero con los FOBA, desde marzo, y después fuimos incrementando las carreras de primer año, siempre en las materias medulares”, explicó el director, Sebastián Rango.

Hoy en día, “tenemos tres o cuatro aulas con las características adecuadas, según el protocolo, para la modalidad presencial, donde los profesores trabajan con grupos reducidos. Las materias teóricas continúan de forma virtual. Tenemos un equipo de trabajo que se conformó el año pasado y se mueve con solidez. Funcionamos muy bien juntos”, dijo. Tiene una amplia llegada a estudiantes de la ciudad y de la zona.

Oferta académica y salida laboral

La Escuela de Teatro cuenta conuna formación básica en Teatro para adolescentes, a partir de los 14 años y FOBA de teatro para personas adultas, con un año de duración. En cuanto a la formación terciaria, es posible ingresar al Profesorado de Teatro o a la Tecnicatura de Actuación. Además, dicta tecnicaturas en Iluminación, Maquillaje, Escenografía y Diseño, y Producción de espectáculos.

Al finalizar los estudios, “los egresados del profesorado ingresan directamente a dar clases en los niveles obligatorios: inicial, primaria, secundaria y terciario”. En cuanto a la tecnicatura, son profesionales que audicionan, generalmente, para la Comedia Municipal de Bahía Blanca.

El instituto tiene lazos con el Conservatorio de Música, la Escuela de Danza y la de Artes Visuales. “También con las escuelas primarias y secundarias donde los alumnos de cuarto año hacen sus prácticas y articulamos con las secundarias orientadas en arte teatro, donde aquellos alumnos que se inscriben, ingresan directamente al primer año, sin hacer el FOBA”, manifestó.

Teatro y pandemia

Para Rango, el primer desafío planteado por la aparición del Covid-19 fue pensar cómo hacer para adaptar el barbijo a las clases de actuación o técnica de la voz; “cómo lograr y producir el mismo sentido ante las limitaciones y fronteras que propone el propio contexto. Cuando nos reunimos con los profesores, en el transitar fuimos encontrando obstáculos, pero sabíamos que debíamos sentarnos a pensar”, recordó.

Y, siguiendo esa línea, finalizó: “Hay que convivir, adaptarse y resignificarse. El teatro implica poner el cuerpo y es lo que acontece en ese momento, lo que pasa ahí. Pero, en este contexto, nos hemos dado cuenta que hay cuestiones que también trascienden y cobran o generan producción de sentido, y son estéticas visuales. El escenario va a estar siempre. Los desafíos están buenos porque te hacen frenar y repensar”.

Autor: Redacción Ecodías