Aquí estoy yo, el arte habla donde las palabras son incapaces de explicar se denominó la muestra de arte de la institución educativa realizada el 25 de octubre.

“Fue muy lindo, movilizante para todos los estudiantes porque abrimos las puertas a la comunidad para que ellos muestren lo que han realizado a lo largo del año”, expresó la directora de la escuela, Denisse Moschetti.

El estudiantado desarrolló sus trabajos en los diferentes lenguajes artísticos: la plástica visual, el teatro, la danza, entre otras. Fue un trabajo en conjunto de los turnos mañana y tarde, junto a una labor interdisciplinaria de numerosas asignaturas que resignificaron sus productos a través del arte, con diálogos, mensajes, interacciones personales, la salud, el cuerpo, la comunicación y las nuevas tecnologías. De esta forma, las manifestaciones culturales se mezclaron con otras prácticas culturales y los procesos de identidad.

La grupalidad, los cuerpos, los rostros y las emociones fueron las temáticas generales. Cada año tomó una temática, le asignó un nombre y junto a una consigna llevaron adelante variadas actividades. Los primeros años y los dos segundos tuvieron las aulas intervenidas y listas para la interacción. El primer año se denominó “(In)visible” junto a la pregunta ¿te sentiste invisibilizado alguna vez?. El segundo año realizó un enlace de teatro y danza, llamado “Cuerpo y espacio: imperfección”, junto al interrogante ¿cuán perfectos nos vemos? y ¿qué es la perfección?. El tercer año tituló su actividad “Qué ves cuando me ves”, utilizando la canción de Divididos como fondo en una presentación de alumnas y alumnos con máscaras, y cómo detrás de ellas están los verdaderos sentimientos. Fue un trabajo junto a la materia Ciudadanía, en donde tocaron el tema de las redes sociales y las diferencias que hay que establecer con la vida real.

“Fue muy movilizante y muy activa toda la mañana pese a que no nos acompañó el clima”, comentó la directora. Además recibieron a la Fundación Lazos, la Escuela Primaria Nº 17 y las familias que se acercaron.

Por otro lado, el cuarto año lo llamó “¿Somos lo que comemos?”, transformando al aula en un restaurante en vivo, con almuerzos y desayunos, preguntando qué los nutría, junto a maniquíes repletos de publicidades, programas de televisión, radio, haciendo alusión al mensaje que se da en los medios de comunicación sobre el cuerpo. El quinto año hizo la cobertura de toda la jornada con su clásico programa de radio “Tarde sin control”. Por último los sextos años trabajaron sobre el poder de las palabras, junto a pañuelos, globos con metáforas y frases. “Hubo mucho compromiso de los estudiantes, terminamos la jornada a las dos de la tarde muy contentos”, concluyó Moschetti.

Autor: Redacción Ecodías