El
pomposamente anunciado programa del gobierno de Breitenstein de desarrollo
costero incluye un megaproyecto de dragado desde Puerto Galván hasta Puerto
Cuatreros.
Acá se habla de la eventual alteración de los humedales y el peligro que
correrían varias especies de aves migratorias en riesgo de extinción.

Vendiéndole a la comunidad la seductora idea de un espacio de uso público con
vista al mar, se esconden otras cosas que viene a afectar parte del ecosistema
y de las especies que se encuentran en el lugar a modificar.
El pasado 9 de mayo el intendente Cristian Breitenstein anunciaba el Plan de
Desarrollo Costero Portuario Recreativo que contempla la realización de un
paseo costanero, una reserva natural y nuevos sectores portuarios e
industriales en General Daniel Cerri, Puerto Galván e Ingeniero White.
Además, con esta iniciativa se ambiciona llevar la minera Vale a Puerto
Cuatreros (algo sobre lo que mucho se polemizó las últimas semanas), un dragado
desde White hasta Cerri y la instalación allí de la planta regasificadora de
YPF.
Sin embargo, una obra de tal envergadura tiene aspectos que exceden los
restringidos beneficios humanos. Por caso, el dragado en cuestión podría
afectar los humedales y poner en riesgo a las especies de aves migratorias
existentes.
De manera paradójica, ese 9 de mayo -en el que la mayoría de los medios locales
festejaba, pauta publicitaria mediante, el anuncio del nuevo plan de la gestión
Breitenstein- en el planeta se conmemoraba el Día Mundial de las Aves
Migratorias.
Con el paso de los días se fueron levantaron voces de preocupación frente a la
voluntad del gobierno municipal de realizar el dragado, voces calificadas,
conocedores de la temática como investigadores y docentes del Proyecto
Patagonia Noreste y de CENPAT – CONICET que hicieron llegar su punto de vista a
la Comisión Asesora de Medio Ambiente del Concejo Deliberante de Bahía Blanca.

Palabra científica
Pablo Petracci, zoólogo experto en Ornitología, docente de la Facultad de
Ciencias Naturales de la Universidad Nacional de La Plata e integrante de
proyectos bahienses como el Programa de Conservación de la Gaviota Cangrejera,
hizo saber su opinión al cuerpo legislativo y ofreció su colaboración para
encontrar soluciones al respecto. Mediante una carta dirigida al presidente de
la comisión medioambiental se refirió al megaproyecto de YPF y el Consorcio de
Gestión del Puerto, informando que la obra podría tener consecuencias negativas
para los humedales costeros existentes en el embudo interno del Estuario de
Bahía Blanca, entre Puerto Galván y el muelle de Cuatreros de Cerri.
Petracci dialogó con EcoDias y señaló que el primer problema es que no se
dieron a conocer públicamente los detalles técnicos del proyecto. Petracci pudo
acceder a algunos de ellos y al estudio de impacto ambiental: “En primera
instancia lo que van a hacer, este dragado, va a traer consecuencias. Si bien
es difícil cuantificarlas hasta que ocurran, si tomamos como experiencia el
dragado previo que ya ocurrió en la zona del canal principal, la magnitud que
va a tener que son ocho kilómetros, un ensanchamiento de casi 200 metros y una
profundización a casi 45 pies, con la cantidad de millones de metros cúbicos
que se van a sacar ahí y los lugares donde ellos ponen en estos documentos que
van a tirar el refulado, obviamente que va a poner en riesgo todo esto que
llamamos humedales”.
Esto es, explicó Petracci, los ambientes de cangrejales, de marismas, la
vegetación, los riachos y los canales con el alto valor que tienen. Se trata de
la zona a la que se llama embudo interno: “Es una zona con un alto valor
biológico porque hay especies, en mi caso puedo hablar de especies de aves,
pero son especies de aves amenazadas que solamente se han registrado en esta
zona del embudo interno, la zona de Cerri, no tenemos registro de que se hayan
registrado en otros lugares. Por ejemplo, muchas de las gaviotas cangrejeras,
recordemos que es una especie amenazada, que solamente nidifica en un 90 por
ciento solamente en el estuario de Bahía Blanca que es el área más importante
para la reproducción. La gaviota cangrejera es una especie especialista, sólo
se alimenta de cangrejos: todo lo que modifique los cangrejales la va a afectar
directamente”.
También se podría hablar de un hábitat frecuentado por el conocido delfín
franciscano por lo cual ante las alteraciones que se sospechan “no hace falta
ser demasiado inteligente para saber que va a generar un cambio en todas las
tasas de escurrimiento, toda una remoción de metales pesados que se sabe están
acumulados en el sedimento del fondo, porque los metales pesados generalmente
se asocian al sedimento, toda una serie de modificaciones que por lo menos
planteamos la duda de que van a tener un impacto alto”.

Irresponsabilidad total
Petracci mencionó entre las partes damnificadas al componente humano que se
vería perjudicado debido a que la zona del muelle Cuatreros, dijo, es uno de
los pocos lugares o quizás el único que queda con un gran valor recreativo:
“Ahí va mucha gente que ha encontrado en ese lugar lo que lamentablemente se la
ha obligado a salir de la zona de lo que era el Puerto de Ingeniero White. Hay
mucha gente que va a sacar fotos, turismo de observación de aves, incluso
visitado por muchísimos extranjeros que llegan a la ciudad con cierto interés
por ver especies raras, amenazadas, únicas de la Argentina”.
Volviendo a las especies de aves, el peor impacto lo sufrirían debido a que con
una obra de estas características se les taparían los humedales en los que se
alimentan: “Por otro lado, le van a dragar todos los cangrejales donde están
comiendo también. Además, van a instalar un muelle con toda una operatividad y
toda una serie de obras asociadas, caminos, gasoductos y demás que se van a
hacer sobre todos los humedales costeros”.
Ante todos estos detalles omitidos por el gobierno de Breitenstein, Petracci
pidió que se especifiquen y hagan públicas las áreas a afectar y obras a
realizarse “y que distintos investigadores -yo ofrezco mi colaboración-, otras
personas, gente del IADO, de la Universidad, de la Universidad de Mar del
Plata, personas que están trabajando hace muchos años en la ría también y que
por ahí no se los conoce, que obviamente se los consulte. Que se haga una
consultoría externa independientemente del estudio de impacto ambiental”.
El impacto ambiental merece un párrafo aparte porque, según el especialista,
ninguna de las personas que elaboró el informe conoce el lugar. Petracci se
refirió entonces a la reserva provincial en donde hay una colonia de gaviotas y
las apreciaciones de la Municipalidad acerca del futuro de las mismas: “Una de
las cosas que argumentan muy irresponsablemente es que ellos van a alterar todo
eso y que las especies se van a ir a otro lado. Esto es una gran falacia y es
una irresponsabilidad total, porque es poco demostrable: los antecedentes que
tenemos es que todas estas especies, ante el menor disturbio, desaparecen y se
quedan sin los hábitats para alimentarse. (Éstas) son las principales causas de
extinción de especies migratorias a nivel mundial. Esto no es un antojo de
algunos investigadores sino que hay un montón de personas detrás de estas
especies a lo largo de la ruta de migración”.
Petracci no se manifestó en contra del proyecto sino que plantea que se haga
sin afectar los ambientes y las especies existentes: “La realidad es que estas
especies están declinando a nivel global, y Bahía Blanca es un sitio muy
importante utilizado durante sus viajes migratorios entre el hemisferio sur y
el polo norte”.
EcoDias consultó a Petracci sobre posibles alternativas al proyecto que no sean
perjudiciales: “Yo creo que sí que hay alternativas, nos tendríamos que sentar
las partes interesadas a discutir cuáles son los pro y los contras de de cada
una, quizás no hacer el dragado hasta el fondo de Cuatreros, quizás hacer el
anclaje de los regasificadores cerca de Galván y no tener que ir hasta el
fondo, esa es una opción. Punta Ancla era otra opción en algún momento”.
Días después de la presentación del proyecto, el intendente también anunciaba
el nuevo plan de separación de residuos en origen haciendo hincapié en el
cuidado del medio ambiente. Sin embargo, pareciera que a las gaviotas las van a
hacer volar…

Preocupaciones manifiestas
No sólo el zoólogo Pablo Petracci alzó su voz respecto a los daños que
podría causar el proyecto. Entre las enviadas a Carlos Ocaña, presidente de la
Comisión Asesora de Medio Ambiente del Concejo Deliberante, y que se recibieron
en nuestra redacción, hay cartas de varias organizaciones y fundaciones
especialistas en la temática que hicieron saber su preocupación.
Una de ellas es de Wetlands International – LAC, Fundación para la Conservación
y el Uso Sustentable de los Humedales, cuyo director ejecutivo en Argentina, lic.
Daniel Blanco, recalcó: “Creemos que una obra como la planeada impactará
negativamente sobre los humedales del estuario y en particular sobre los
hábitats intermareales de importancia clave para la alimentación de numerosas
especies de aves playeras migratorias, muchas de las cuales tienen un delicado
estado de conservación y situación de amenaza, según se detalla en la
Resolución Nro. 348 de la Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable de la
Nación. Habiendo trabajado con aves playeras en toda la costa de la provincia
de Buenos Aires y en particular en el Estuario de Bahía Blanca, quiero llamar
la atención sobre la importancia clave de los intermareales del estuario y en
particular del sector de Muelle de Cuatreros, donde registramos una de las
mayores densidades de av es playeras de toda la costa de la provincia de Buenos
Aires”.
Por su parte, desde Puerto Madryn, el CONICET – CENPAT (Consejo Nacional de
Investigaciones Científicas y Técnicas – Centro Nacional Patagónico), desde el
Laboratorio Humedales Utilizados por Aves Playeras Migratorias, el doctor Luis
Bala, entre otros profesionales firmantes, señaló: “Nuestro grupo de trabajo
lleva consigo casi dos décadas de estudios sobre esta temática y de acuerdo con
nuestra experiencia, es sumamente arriesgado alterar las condiciones de
equilibrio en que se encuentran naturalmente estos sistemas. Las consecuencias
de su modificación puede traer consigo efectos catastróficos y de muy difícil
reparación”.
Por su parte la Fundación Inalafquen, de San Antonio Oeste, provincia de Río
Negro, puso a través de su presidenta Mirta Carbajal un ejemplo concreto de los
perjuicios que traería dicha obra: “Un playero rojizo (Calidris canutus)
identificado como ‘JUT’, al cual le hemos colocado un geolocalizador en la Provincia
de Río Negro -en el marco de un proyecto cooperativo internacional-, nos ha
mostrado la estrecha conexión entre el Estuario de Bahía Blanca que utilizó
durante 45 días en su migración al sur a Tierra del Fuego y nuestra localidad,
San Antonio Oeste-Balneario Las Grutas, donde hizo una escala de 60 días para
poder migrar al Hemisferio Norte en el otoño. Esta conexión es la que nos
motivó a escribir esta carta ya que lo que ocurra en el Estuario de Bahía
Blanca impactará a nuestras poblaciones en Río Negro”.
Todas estas cuestiones planteadas por cada organización fueron ampliadas y
reforzadas, en las cartas, con especificaciones técnicas y científicas que
avalan y resaltan lo publicado.