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“Vamos todos a hacer algo de barrito”
La convocatoria a la minga, es la invitación para ir a preparar la mezcla de materiales naturales y luego levantar paredes para una futura casa.
Categoría: Ecología
Vamos todos a hacer algo de barrito3

Esta fue la propuesta que acuñó Marian Bartolomé, quien conoció la técnica en 2010 y se fue preparando, formando y recolectando materiales para arrancar en 2019 con la estructura, las paredes, el techo. En enero de 2020, logró mudarse.

“Había escuchado sobre este tipo de construcción por La Casita de Tucumán, en la escuela. Nunca me lo había imaginado como una casita de un hornero”, ejemplificó, como su primera imagen y contacto con la temática.

En 2010 participó del primer taller con Damián Cárdenas en la estación de Spurr, allí se estaba construyendo una estructura para hacer un comedor. “Fuimos alrededor de veinte personas, y algunas técnicas me llamaron mucho la atención porque se usaron materiales como la tierra, paja, y se agregaban otros para ir levantando las paredes”, relató.

Esa jornada concluyó con la construcción de un horno de barro, lo que coronó la experiencia y “fue un viaje de ida que nunca más tuvo retorno”, expresó. De ese viaje, Bartolomé regresó a su casa con el DVD del documental El barro, las manos, la casa de Jorge Belanko, “ese fue un detonante”, aseguró.

La bioconstructora, en ese momento tenía un comercio de ropa, una hija y un hijo. La niña, de ocho años, había participado de ese taller: “No estaba vinculada para nada con la temática. Aparte, descreída de que podía hacerse una casa sin ser arquitecto, maestro mayor de obra y ni siquiera tener conocimientos de albañilería”.

Después de ese primer taller, donde quedó “enamorada del barro”, participó de otros talleres relacionados, se sumaba a las mingas, que son lugares de encuentro donde hay una construcción en proceso o alguna persona brinda sus conocimientos para ayudar a familias o a grupos: “Se organiza todo en un bien común para alguien y siempre aparecen personas nuevas o grupos nuevos y la idea es ayudarnos entre todos, algo como cooperativo, se dice hacemos minga tal día en tal horario y significa que todos vamos a hacer algo de barrito”, contó.


La casa propia

Después de ver lo que se podía lograr, Bartolomé comenzó a confiar que podía tener su casa, a creer en sus capacidades, y creó un grupo con el que hablaban del reciclado y de dónde obtener los materiales, entre otras cosas. En simultáneo, contó que había otro grupo de personas que trabajaron en un proyecto de una Ordenanza Municipal.

“A partir de ese momento, empecé a juntar materiales con mi compañero y lo primero era tratar de conseguir postes para hacer la estructura de la casa. Eso fue en 2011”. Si bien, la bioconstrucción utiliza materiales reciclables o naturales, Bartolomé añadió que “siempre hay cosas para comprar, y los dos teníamos un trabajo que nos demandaba mucho, así que era poco el tiempo que le podíamos invertir a la construcción. Así que, por ese momento, solo reciclamos y comprábamos materiales para hacer la casita en un futuro”.

En noviembre de 2018 concretaron toda la estructura y en febrero de 2019, comenzaron con el primer taller con la asistencia de Damián Cárdenas en su futura casa. “Éramos un grupo de 50 personas y en tres días fue maravilloso todo lo que se hizo”.

En relación al tiempo que lleva este tipo de construcción, Bartolomé aclaró, “el tiempo es muy relativo porque por cuestión de trabajo y a causa del clima, fue modificándose. Puedo decir que empezamos en 2019 y nos mudamos en enero de 2022”.

Las aberturas son todas recicladas, el piso es de barro. “Reciclamos algunos palets para aberturas, no tienen que ser todas cosas viejas y rotas, también tenemos ventanas recicladas que compramos de maderas de olivo, que al restaurarlas quedaron hermosas”, detalló.


Ecosustentable

Son casas amables con el medio ambiente porque se utiliza la misma tierra, pinturas naturales, el techo normalmente es techo vivo, que tiene una cubierta de tierra y plantas del mismo suelo, como gramilla, gramíneas, rayitos de sol o manto de la Virgen. “Queda hermoso y ese techo lo que está haciendo es devolverle un espacio que con la construcción quedó impermeable”, argumentó.

Otro eco beneficio puede ser que, al trabajar con materiales de la zona, no se transportan materiales en vehículos largas distancias, así se reduce el consumo de combustible y, por ende, disminuye la contaminación del aire.

Asimismo, por su composición, la casa natural es fresca en verano, y en invierno conservan mejor el calor, por lo cual aprovechan mejor la energía.

CONTACTO
Quien tenga interés en tener más información sobre este tipo de propuesta puede contactarse al número de celular de Marian Bartolomé, 291 4370656, o a través del instagram @Caban_kan.
En sus redes sociales también presentan algunos de los trabajos que realizan y comunican la información sobre talleres, charlas, mingas y eventos relacionados con la construcción o permacultura en general, ya que “las casitas de barro son un pétalo de todos los de permacultura”, concluyó.

Autor: Redacción Ecodías

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2024-08-28 20:13:40
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