Desde la Comisión de Control y Preservación del Medio Ambiente del Concejo Deliberante existe una preocupación acerca de los residuos sólidos urbanos que no sólo tiene que ver con la cuestión económica que se viene discutiendo con la empresa Cliba sino con la necesidad de implementar soluciones completas. Esto es, recolección y tratamiento de los residuos y un fuerte control municipal en cuanto al funcionamiento

“El problema de los residuos no se circunscribe a tener una empresa que recolecte más o menos de manera prolija alrededor de un circuito en la ciudad y que lleve todo al relleno sanitario”. El reclamo pertenece a Aloma Sartor, presidenta de la Comisión de Medio Ambiente del Concejo, quien en diálogo con EcoDias hizo hincapié en la problemática de los residuos sólidos urbanos en Bahía Blanca. Tema que, según dijo, forma parte de los más importantes para la Comisión.
Es sabido que en 2008 se vence el contrato con Cliba, la empresa recolectora de la basura de la ciudad y si bien hoy las discusiones pasan por el lado económico, la Comisión está pidiendo que se revise el sistema en su totalidad: “Hay una nueva ley en la provincia de Buenos Aires que hace que los municipios tengan que plantear un plan de manejo ambiental de sus residuos. Es un momento para tomar este tema de forma integral, no hacer parches”.
Tomarlo de forma integral significa no pensarlo únicamente como recolección y entierro en el relleno sanitario. Es por eso que la edil propone tomar como ejemplo la experiencia de la planta de reciclado de Gral. Daniel Cerri, experiencia que calificó de muy buena reconociendo la crisis que sufriera durante la gestión Lopes: “Va a tener que ser una modalidad de reproducción en otros lugares de la ciudad porque evidentemente tendríamos que tender a enterrar lo menos posible”.

Un municipio que controle
Para que los aspectos detallados por Sartor sean efectivos, tiene que existir una política de control comunal.
La calidad de los pozos de monitoreo, la situación de los metales y no metales, calidad de las tapadas y saber si se mantienen los niveles en las piletas de lixiviación forman parte de esa operación importante de contralor que, para la concejala, debiera cumplir el municipio: “Tiene un rol que debe ejercerlo muy fuertemente para asegurar que eso se hace de la mejor manera posible. El año pasado hice un pedido de informe y no he logrado que me lo contesten adecuadamente en cuanto a qué hacen con el relleno sanitario”.

Público o privado
La presidenta de la Comisión de Medio Ambiente no tiene una opinión definida acerca de que si este plan integral para la basura que plantea debiera ser manejado por la comuna, por una empresa o por un ente mixto. Lo que sí insiste en dejar en claro es la necesidad de abarcar todas las cuestiones de la problemática con el municipio controlando: “Me parece que una empresa privada puede hacer una parte pero el municipio tiene que tener un rol de coordinación de la política de los residuos sólido urbanos de su jurisdicción porque sino no sirve. Hay, por ejemplo, todo un tema de educación, de toma de conciencia que no es menor. Entonces, el problema no puede agotarse a tener una empresa de recolección, transporte y disposición, de eso estoy absolutamente segura”.
Son muchos los puntos que quedan fuera del análisis pero que deben formar parte de la propuesta integral. Uno de ellos, por ejemplo, tiene que ver con generar una coordinación con los recolectores informales, “buscar la manera de vincular eso con el sistema formal, cómo hacerlo en unas condiciones más dignas”.
Por último, Sartor afirmó que el problema se planteó como temario en las últimas reuniones en el Concejo y que va a ser tema del cual la Comisión se seguirá ocupando: “Requiere un abordaje interdisciplinario en todas sus dimensiones. No sólo la económica respecto a una empresa que tiene un contrato que el municipio pueda pagar: es bastante más complejo el tema”.