El pasado sábado 20 de octubre se celebraron en la ciudad dos eventos. Uno multitudinario y el otro con mucha menos concurrencia. El primero fue la visita de la cantante Soledad a la ciudad y el segundo el primer evento tendiente a recolectar residuos domiciliarios peligrosos.

El Programa de Gestión de Residuos Peligrosos Domiciliarios -impulsado por la Subsecretaria de Gestión Ambiental de la Municipalidad de Bahía Blanca, junto a la empresa privada IPES y el Bahía Blanca Plaza Shopping- propuso casi silenciosamente en esa jornada que los bahienses acercaran al exclusivo lugar sus residuos domiciliarios peligrosos.
 La actividad consistió en la colocación de varios contenedores para dejar los distintos tipos de residuos que se incluían en la campaña.
La primera jornada fue el sábado 20 de octubre en el estacionamiento del Shopping desde las 10 de la mañana hasta las 5 de la tarde.
El sol y varias banderas, promotoras y gente relacionada con la organización del evento fueron los únicos que estuvieron desde el inicio.
Se recibían envases vacíos de productos de limpieza, herbicidas, pesticidas o pinturas, baterías de autos o pilas alcalinas, medicamentos vencidos, cartuchos de impresoras, computadoras e impresoras y termómetros de mercurio. Se busca en el fondo proveer a la comunidad de una solución al problema de los residuos peligrosos y la concientización del vecino respecto a su responsabilidad con el cuidado del medio ambiente ya que se depositan los residuos peligrosos junto a los comunes derivando el mal tratamiento de los mismos y su destino final en el relleno sanitario.

Poca gente se enteró
Para conocer cuál fue el resultado de la campaña conversamos con el ingeniero Raúl Brunt, gerente de planta de IPES, que se encontraba en el cierre de la jornada del sábado junto al subsecretario de Gestión Ambiental de la comuna, dr. Eduardo Conghos.
“La campaña fue un éxito, lo único que nos falta es más publicidad porque mucha gente no se enteró” comentó Brunt.
Otro dato que aportó Brunt fue la cantidad de personas que pasaron por el centro comercial para dejar sus residuos tóxicos: “Hubo mucha familia y gente mayor sola, respecto a empresas nadie vino presentándose como tal, ni en representación de ninguna pero algunos traían mucho material y entendíamos que era de algún comercio. En total tuvimos más o menos unas 70 personas”.

Lo recolectado
“Recibimos residuos domiciliarios, baterías de autos o pilas alcalinas, residuos informáticos como computadoras e impresoras, envases vacíos de productos de limpieza, cartuchos de impresoras, medicamentos vencidos, termómetros de mercurio y los depositamos en contenedores que se llevarán a IPES Buenos Aires, donde en una planta de tratamiento se estabilizarán”
El material recolectado se trasladará en camiones especiales otorgados por IPES a la planta de tratamiento de residuos peligrosos “Desler Servicios Ambientales” de la ciudad de Buenos Aires para su procesamiento y después volverán al relleno sanitario.

Cantidades
En cuanto a cantidades, según Brunt, en total se recogieron uno 248 kilos de material comprendiendo pilas, medicamentos vencidos, baterías de autos y cartuchos de impresoras.
Los envases vacíos, impresoras y partes de computadoras se contaron en metros cúbicos, llegando a 8,5 m3 lo recolectado.
Lo que sorprendentemente se contó en unidades fueron los termómetros de mercurio, que sumaron 230 unidades.
Igualmente en las imágenes se puede observar que alguno de los contenedores estaban casi vacíos y que por otra parte los materiales en algunos casos se encontraban mezclados, cosa que debería preverse no ocurra para la próxima jornada.
Se desconoce cuál fue el costo de esta operatoria que, según los organizadores, alcanzó a 70 personas, vistas las características de folletería, el personal contratado y la cantidad de contenedores desplegados en el lugar.

“Programa” municipal
Aquellas personas que trabajan a conciencia y meticulosamente en la ardua tarea de cuidar el ambiente en esta ciudad de Bahía Blanca saben -porque la experiencia se los marca-, que ninguna campaña o evento puntual es fiel a los objetivos propagados si no se realiza una fuerte tarea de preparación y trabajo de educación previa.
Concientización de la población que se le llama, y que por supuesto lleva tiempo y constancia.
Sin la educación ambiental de la población los eventos están condenados a la escasa respuesta o lo que es peor al fracaso.
Se espera una segunda jornada con más concurrencia para el 20 de diciembre próximo.