En nuestra zona existen varios humedales con una diversidad de especies que debería maravillarnos. Por esto es que profesionales y diferentes organizaciones apuestan a la promoción y conservación de este tipo de ambientes.

Los humedales son zonas en las que el agua es el principal factor que controla tanto el ambiente como la vida vegetal y animal relacionada con él.
Son de diferente tipo y conocidos con diferentes nombres: esteros, bañados, lagunas, arroyos, ríos, albuferas, entre otros. Pueden ser de aguas saladas, salobres o dulces, temporarios o permanentes. Los humedales son ecosistemas de una rica diversidad y productividad biológica, que albergan especies animales y vegetales acuáticas y terrestres.
Otra de las características que pueden tener los humedales, es que no superan los seis metros de profundidad en marea baja.
La licenciada en Ecología y coordinadora de Gestión de la Reserva Natural, Bahía Blanca, Bahía Falsa, Bahía Verde, Victoria Massola, nos explica que “en todas las zonas costeras en las que estamos trabajando, la reserva natural provincial y la zona costera de Villa del Mar, en marea baja todo ese ecosistema tiene agua y no supera los seis metros en marea baja”.
Tanto Villa del Mar, en el distrito de Coronel Rosales, como General Daniel Cerri, en el distrito de Bahía Blanca, poseen humedales con una connotación importantísima para, entre otras cuestiones, la alimentación y la reproducción de aves, sean residentes o migratorias: “Tanto en las lagunas como en las zonas costeras de nuestra región y de cualquier parte del mundo, se recibe desde septiembre y hasta abril, aves que vienen desde puntos geográficos tan distantes como Canadá y Alaska. Vienen a veranear, algunas hacen paradas técnicas, sobre todo en los cangrejales cuando se dirigen más hacia el sur de nuestro territorio o en las lagunas, y paran para alimentarse en los cangrejales”.
Una zona de la que hemos escuchado hablar y que, tal vez, nos resulte monótona y desértica. Sin embargo, los cangrejales constituyen un menú exquisito para las aves, “porque está repleto de pequeños bichitos invertebrados ubicados a distinta profundidad. Cada vez que vienen, tienen un pico de una determinada forma y longitud adaptado para predar, para cazar ese bicho específico que está a determinada altura. Por lo cual conviven en bastante armonía”.

Un rico ecosistema frente al “progreso”
Las zonas con estas características las tenemos muy cerca, señala Massola, y deberían ser afines a todos para su preservación. Incluso, continúa, muchas zonas las hemos perdido: “Hay cuestiones ineludibles al ‘progreso’ y al desconocimiento ya que hablamos de casi treinta años atrás. Y surge el tema de los humedales porque justamente ambientes como el nuestro se rellenaban, se consideraban tierras ociosas, se los ganaba el mar para organización, agricultura o industrias, como nos pasó a nosotros”.
Algunas cosas se han revertido -al menos desde la toma de conciencia-, y con el correr de los años se ha logrado que se adquiera un valor ecológico, biológico, estético y turístico de estos ambientes: “Entonces, los poquitos que nos quedan como Villa del Mar o Cerri,  son lugares accesibles, todavía están a minutos de nuestras casas y tenemos que trabajar para que no los cierren con el contacto al mar. Allí tenemos agua, un paisaje muy fuerte, cargado de vegetación autóctona, una mezcla del ecosistema de la Patagonia con el pampeano y el ecosistema de pastizal, es una riqueza muy grande, se lo llama ecotono. A eso sumémosle el agregado de las especies marinas”.

Buen estado de conservación
El Día de los Humedales se festeja en todo el mundo el 2 de febrero pero por cuestiones locales, aquí se lo celebrará el próximo 20. Así y todo, el día 2 se realizaron charlas de concientización y hasta una limpieza simbólica de playa que arrojó resultados penosos: “En menos de 500 metros recogimos cuatro bolsas grandes de consorcio llenas de plásticos”.
Si bien, dentro de todo, los humedales se encuentran en un buen estado de conservación, la basura, el dilema de siempre, crece con su inevitable contaminación: “Estéticamente, y obviamente perjudicando así a las especies, el hecho de que haya tanzas, hilos, bolsas, tapitas y todo lo que se te ocurra que desechamos… es un problema. También por los basurales que hay en Bahía Blanca, amén de gente que tiene una debilidad y donde hay un claro va a tirar basura en cambio de esperar que pase el recolector. Lo mismo pasa en estos ambientes, en Cerri o Villa Arias y Villa del Mar, que están estos descampados valiosísimos que no les damos importancia porque no prestamos atención, la gente va con su baúl cargado de basura y lo tira ahí. Cuando sube la marea, lo lleva pero al desconocer estos materiales, los devuelve hacia la costa y se afea el paisaje”.
Para Massola, hace falta una política de Estado real y más fuerte en cuanto a preservación y conservación ya que con la buena voluntad de vecinos, organismos y profesionales, no alcanza: “Las decisiones, nos gusten o no, desacertadas o no, se toman políticamente y estamos trabajando para que quienes nos gobiernan nos escuchen y se hagan cargo porque esto es patrimonio de todos. Las especies no entienden de los límites impuestos en un papel, ya es hora de que definitivamente trabajemos codo a codo porque el ambiente es patrimonio de todos”.

El 20, la fiesta
El sábado 20 de febrero, desde las 11 hs. y hasta la medianoche, se llevaban a cabo diferentes actividades con motivo del Día Mundial de los Humedales.
Con sede en el salón de la Escuela EP nº 15 de Villa del Mar, se proponían charlas sobre la conservación de la gaviota cangrejera y las tortugas marinas; el cambio climático; proyecciones sobre la reserva local, los humedales y exposiciones de arte alusivo a la naturaleza. Juegos infantiles y talleres de reciclado entre otras de las propuestas para el festejo: “Para que sea más atractiva le añadimos el ingrediente de la música, con excelentes grupos y solistas de Bahía y Punta Alta e incluso de Villa del Mar. También, comidas y por supuesto exhibiciones, fotografías de profesionales, charlas alusivas a los humedales, a la fauna y flora local, a la historia ambiental de la Villa y la región”.