El Museo de Ciencias impulsa actividades y visitas para
concientizar sobre la preservación de la capa de ozono en todo el mundo. El lema
a nivel internacional es «la misión sigue», a 25 años del Protocolo de
Montreal y con vistas a 30 años más de trabajo y concientización.

«El 16 de septiembre se celebra
a nivel mundial el día de la Protección de la capa de ozono, en esta fecha se firmó
el Protocolo de Montreal, en el año 1987, para disminuir la cantidad de sustancias
que perjudican la capa de ozono. El mismo brega para todos los países del mundo
acuerden sobre el asunto, no se puede hacer aisladamente, se trata de disminuir
el uso de clorofluorocarbonos (CFC) y cambiar la tecnología», introduce Liliana
Dascanio, directora del Museo de Ciencias.

Peligro
La capa de ozono se ha visto afectada por los CFC, derivados
de los hidrocarburos. Esta familia de gases se emplea en la industria de la refrigeración,
propelentes de aerosoles, aislantes térmicos y pesticidas. Su nombre
proviene de un grupo compuesto por cloro, flúor y carbono, utilizados como agentes
que producen frío y como gases propulsores en los aerosoles. Su persistencia en
la atmósfera asciende de 50 a 100 años, con el correr de los años alcanzan la estratósfera.
En este sector de la atmósfera se producen procesos radiactivos, dinámicos y químicos.
Con influencia de la radiación ultravioleta, los CFC liberan el cloro y dan comienzo
al proceso de destrucción del ozono. «El ozono deja de existir como tal y lo
único que quedan son agujeros».
El ozono estabiliza el clima y protege la vida en el planeta
de los rayos ultravioletas, tanto la vida del hombre como todos los ecosistemas
que en el planeta existen. Aún no se han descubierto los alcances de la destrucción
del ozono, sí se sabe que el cáncer de piel es una consecuencia gravísima para el humano,
entra el cadena trófica y las alteraciones continúan. Se siguen buscando relaciones
entre esta situación y el derretimiento de los hielos, el cambio climático y el
efecto de invernadero.
Una lámina del Museo de Ciencias reflexiona: «¿sabías
que el ozono es la protección natural de la Tierra frente al Sol? El hombre como
agente destructor ha demostrado ser implacable. Pero las nuevas generaciones pueden
cambiar el curso de la historia. Hay que comprometerse con el cuidado del medioambiente,
y saber que La Tierra no es una herencia de nuestros padres, es un préstamo de nuestros
hijos».

Progresos

El Protocolo de Montreal tiene una implicancia realmente
muy grande a nivel ambiental, porque además se inhiben el calentamiento global con
el posterior derretimiento de hielos, aumento del nivel del mar. Por un lado, están
los logros ya alcanzados. «La misión sigue en pie» porque se ha visto
que con cierta lentitud se alcanzan metas, aunque el objetivo final está lejano
en fecha. Se espera que se dejen de utilizar los CFC y se recupere la capa de ozono
en 2050.
El tratado internacional desalienta la producción y el
consumo de numerosas sustancias que se combinan con el ozono de forma tal que lo
agotan y finalmente, lo hacen desaparecer. El documento se firmó en 1987, sin embargo,
entró en vigencia el 1 de enero de 1989, fue revisado en varias oportunidades y
aún hoy se lo considera como un hecho de excepcional cooperación internacional.
Claramente se expresa que «reconociendo que la emisión en todo el mundo de
ciertas sustancias puede agotar considerablemente y modificar la capa de ozono en
una forma que podría tener repercusiones nocivas sobre la salud y el medio ambiente.
Decididas a proteger la capa de ozono adoptando medidas preventivas para controlar
equitativamente el total de emisiones mundiales de las sustancias que la agotan,
con el objetivo final de eliminarlas, sobre la base de los adelantos en los conocimientos
científicos, teniendo en cuenta aspectos técnicos y económicos y teniendo presentes
las necesidades que en materia de desarrollo tienen los países en desarrollo».
Resultados de estudios científicos recientes ponen de manifiesto esta iniciativa.
Se menciona que “sin el Protocolo y los acuerdos conexos, los niveles atmosféricos
de sustancias que agotan la capa de ozono podrían haber aumentado diez veces para
2050. La acción concertada ha evitado millones de casos de cáncer de la piel. La
eliminación de los usos controlados de sustancias que agotan el ozono y las reducciones
conexas no solo han ayudado a proteger la capa de ozono para la generación actual
y las venideras, sino que también han contribuido enormemente a las iniciativas
mundiales dirigidas a hacer frente al cambio climático; asimismo, han protegido
la salud humana y los ecosistemas reduciendo la radiación ultravioleta dañina que
llega a la Tierra”.
«Trabajamos con las escuelas que nos visitan en nuestro
espacio de Medio Ambiente, sobre el final del recorrido reflexionamos sobre la protección
de la capa de ozono. El Museo está delineado sobre la idea de evolución, entonces,
en este punto la pregunta es evolucionamos o no. La acción del hombre estaría diciendo
si continuamos en este planeta o no. Todos los meses hacemos una actividad que tenga
que ver con el calendario ambiental», agrega Dascanio. Mediante láminas, juegos y discusión se genera un clima
de intercambios y construcción de saberes.


Visitas para todo público

Las instituciones escolares de todos los niveles interesadas
pueden solicitar recorridos al teléfono 4883266. El Museo va a la escuela para realizar
experiencias en los laboratorios o dictado de un taller medioambiental.

La institución está abierta a todo público de lunes a viernes
9 a 15.30 hs. y el fin de semana de 14 a 18 hs.