©Todos los derechos compartidos

Los cangrejales
La prensa local se hace eco de manifestaciones de personas vinculadas a la ciencia que expresan su pesar ante posibles proyectos que se harían en nuestra zona costera.
Categoría: Ecología

La prensa local se hace eco de
manifestaciones de personas vinculadas a la ciencia que expresan su pesar ante
posibles proyectos que se harían en nuestra zona costera.

Cuando llegó la inmigración a principios del siglo pasado, oleadas de familias
que emigraban de Rusia y Europa se establecieron en esta región. Comenzó la era
de la agricultura: se hacía con arados de rejas tirados a caballo, se cometía
la barbaridad de introducir las rejas a 30 cm de profundidad, se volcaba la
tierra infértil arriba y se enterraba la tierra fértil abajo. La tierra fértil
del suelo a lo sumo puede tener entre 10 a 15 centímetros. La ciencia de ese
entonces nada decía.
Lo anecdótico: ni bien salían los arados y clavaban las rejas aparecían
cientos, miles de gaviotas en busca de gusanos. Aún hoy podemos ver eso detrás
de los tractores.
En las últimas semanas, en distintos recortes periodísticos se hace mención a
una especie de gaviotas que en la cadena alimentaria vive de los cangrejos, y
que de alterarse por culpa del dragado el hábitat de estas especies, ambas
desaparecerían.
Si en Bahía Blanca existe una reserva natural, incluyendo islas frente al mismo
puerto de Ingeniero White, es porque Bahía Blanca de 50 años a esta parte no ha
crecido, no se ha desarrollado tal como lo soñaron nuestros antecesores. Otros eran
los pensamientos de quienes transitaron por el Colegio Libre de Estudios
Superiores (antes que naciera la UNS). Ahí se hablaba de un millón de hectáreas
bajo riesgo (con los ríos Negro y Colorado) como lo decía entonces el
intendente socialista de Bahía Blanca, don Agustín de Arrieta, o como lo señalaran
en sus libros Domingo Pronsato, José Otero y otros que demostraban que era
posible irrigar cuatrocientas mil hectáreas en Patagones y doscientos mil en
Villarino .
¿Por qué no crecimos a la par de Rosario y Mar de Plata? ¿Por qué Rosario tiene
hoy más de un millón de habitantes y nosotros quedamos en poco más de 300 mil?
¿Por qué en Bahía Blanca en las décadas del ’60-‘70 en el gremio de la
construcción trabajaban más de 10 mil obreros? ¿Cuántos trabajan hoy? ¿Por qué
tuvimos 6.500 obreros del riel, y aceptamos la destrucción de los ferrocarriles
para beneficiar la industria del automóvil, del caucho y la gasolina? ¿Cuántos
ferroviarios tenemos hoy? ¿Por qué tuvimos más de 4 mil obreros metalúrgicos?
¿Cuántas industrias cerraron y cuantos obreros metalúrgicos tenemos hoy? ¿Por
qué tuvimos empresas textiles, grandes lavaderos de lanas y una incipiente
industria de maquinarias para el campo? ¿Qué quedó de todo eso? Entraban en la Base
Naval de Puerto Belgrano de 4 mil a 5 mil obreros a trabajar en los diques y
talleres, en bicicleta. ¿Cuántos ingresan hoy?
Llorar porque algunas aves migratorias no podrán hacer escalas en sus viajes o
porque algunas gaviotas desaparecerán, como también los cangrejos, no me parece
muy atinado.
Creo que con visión de futuro y en esa balanza que mide el equilibrio, debemos
optar si llorar porque afectaremos el medio de vida de algunas aves
migratorias, gaviotas o cangrejos, o pensar en función de futuro cómo debería
ser nuestro complejo portuario.
Quienes conocieron White 70 años atrás sabían que al bajar la marea quedaban al
descubierto los moluscos a los que los pobladores eran muy afectos. Esto hoy es
imposible. Lo mismo la pesca artesanal, como la de aquellos que gustaban
hacerlo desde la costa, que vieron que en la medida en que se fueron instalando
las empresas del polo petroquímico, las refinerías de petróleo, la central
termoeléctrica, las pocas especies de peces que quedaban resultaron
contaminadas. Las estadísticas pesqueras de la cooperativa que funcionaba en
White, que obran en mi poder, colocaban las distintas especies por cantidad y
kilos, y entre ellos figuraban especialmente la de langostinos y camarones. Estos
últimos se reproducían en lugares muy puntuales de nuestro estuario: tampoco
eso sobrevivió.
La opción es inevitable si queremos acompañar el proceso truncado del
desarrollo de Bahía Blanca y sus puertos, complejo que involucra a Ingeniero
White, Galván, Cuatreros, Puerto Rosales, Punta Alta y Base Naval de Puerto
Belgrano. Es decir, si aceptamos la realidad de que el mundo atraviesa una
crisis alimentaria, en la que mil millones de seres humanos están en vías de
extinción, y de que más de dos mil millones vivimos por debajo del límite de la
pobreza, de que Argentina puede contribuir a paliar los efectos de esa crisis,
que es posible elevar nuestra producción cerealera. Y que si lo logramos
tendremos inevitablemente que disponer de puertos adecuados, especialmente en
calado a 45 pies de profundidad, pues la providencia nos señala como único
lugar en el país donde esto se puede lograr.
No podemos olvidar que hoy somos 7 mil millones de seres humanos los que
poblamos la tierra y que para el 2050 seremos 9 mil millones. Sin desmerecer el
cuidado de lo ecológico, de lo ambiental, fundamentalmente debemos elegir la
función social y humana de nuestro destino como seres humanos.
Este dilema también se transfiere a un proyecto de riego en Río Negro. Antes quiero
señalar que los ríos Rin y Danubio cruzan varios países en Europa, que a cada
lado se han creado ciudades y puertos y son navegables. Aquí levantamos el
grito en el cielo porque se está instrumentando un proyecto en Río Negro con
los chinos para regar 320.000 hectáreas. ¿Por qué no preguntamos qué hay de
cierto y a qué las dedicarán?
Me correspondió desbaratar una acción provocativa de parte de intereses rosarinos
y de Buenos Aires, que lo hicieron a través del moviendo obrero portuario de esos
lugares, quienes sugirieron a nuestros gremios portuarios locales (quince en
total) que iniciaran una huelga para impedir que los rusos hicieran el dragado.
¿Era temor a los rusos o porque no querían que se hiciese el dragado? Los
hechos confirmaron esto último.

facebook
Twitter
Follow
2011-06-22 18:12:00
Relacionados
ESTEMOS CONECTADOS
campañas
144 600x600px (1)
137 (1)
adhesiones
adhesion facundo 600x325px (1)
adhesion lopez 600x325px (1)
última Edición
Cooperativa Ecomedios
Nos apoyan
Nosotros
Ecodías es una publicación de distribución gratuita.
©Todos los derechos compartidos.
Registro de propiedad intelectual Nº5329002

Los artículos firmados no reflejan necesariamente la opinión de la editorial.
Agradecemos citar la fuente cuando reproduzcan este material y enviar una copia a la editorial.

> Directora
Valeria Villagra
> Secretario de redacción
Pablo Bussetti
> Diseño gráfico
Rodrigo Galán
> Redacción
Silvana Angelicchio, Ivana Barrios y Lucía Argemi
> Difusión en redes sociales
Santiago Bussetti y Camila Bussetti
> Colaboradores
Claudio Eberhardt


es un producto de:

Matrícula INAES 40.246. 

Desarrollado por Puro Web Design.

RSS
Follow by Email
Telegram
WhatsApp