En una historia repetida, se sucedieron nuevos incidentes en la planta que la empresa Petrobras tiene en Bahía Blanca. Esta vez, los vecinos de Loma Paraguaya se quejaron por fuertes olores lo que provocó la clausura de la refinería.

Sin inversiones, sin cuidados del medio ambiente ni de la salud, en las últimas horas se decidía el futuro de la firma brasileña en la ciudad y, por ende, el de sus trabajadores. Al cierre de esta edición de EcoDias, se esperaban nuevas resoluciones.
No fueron pocas las notas que EcoDias publicó acerca de eventos negativos sucedidos en las instalaciones de Petrobras. En esta ocasión se volvió a consultar tanto a las autoridades del Comité Técnico Ejecutivo como del sindicato que nuclea a los trabajadores petroleros, a raíz del centenar de reclamos que se recibieron por fuertes olores que tuvieron que soportar los vecinos de Loma Paraguaya. Olores provenientes de los piletones de hidrocarburo que Petrobras tiene en ese sector de la ciudad.
El gremio reiteradas veces hizo hincapié en la falta de inversión y el desinterés manifiesto por parte de la gerencia de Petrobras. Pero esta vez la situación llegó al límite. La refinería de Petrobras fue clausurada a la espera de un plan de acción e inversión a presentar por parte de la empresa, e incluso se llegó a hablar de la posibilidad de la clausura total de la firma en nuestra ciudad.
EcoDias tuvo la posibilidad de conversar con Gabriel Matarazzo, secretario general del Sindicato del Petróleo, Gas y Biocombustibles de Bahía Blanca, La Pampa y Patagonia Argentina, quien luego de una reunión con autoridades municipales describió la situación: “Siempre hacemos notas por la falta de inversión y mantenimiento de la empresa. Estamos lejos de ser Chernobyl pero tampoco el vecino puede estar respirando los olores que muchas veces respira, y tampoco los trabajadores, que somos los primeros en estar frente a esa situación. La única verdad es que esta gente, si bien el año pasado realizó importantes inversiones, consta de una total falta de gestión”.
Además de las cuestiones medioambientales y las que refieren a la salud de la población, Matarazzo mostró su preocupación por la incertidumbre que se genera respecto a la fuente laboral para los trabajadores: “Hoy mantuvimos reuniones, fundamentalmente buscando información porque no la teníamos acerca de cuáles son los incumplimientos sistemáticos que genera esta empresa. Nos pusimos a disposición porque como trabajadores queremos trabajar intensamente para que a través de nuestro monitoreo y con conocimiento de los incumplimientos, podamos presionar a la empresa sea a nivel local o nacional para que cumpla, y no se vea afectada nuestra fuente de trabajo. Para esta empresa en Brasil nosotros probablemente seamos algo muy diminuto, pero se trata de nuestra única fuente de trabajo”.
Ante una eventual clausura, Matarazzo señaló que no se permitirá ningún tipo de medidas contra los trabajadores: “Ni adelanto de vacaciones ni suspensiones, no lo vamos a permitir en absoluto porque acá la única responsable es Petrobras por negligente, por falta de compromiso y por desidia. Por lo tanto, no nos vamos a quedar de brazos cruzados”.
Al mismo tiempo comentó que lo que se vive en Bahía con Petrobras es similar a lo que ocurre a nivel nacional, por lo que si se pensara “tomar algún tipo de decisión en Bahía Blanca, nosotros iremos a tomar medidas de fuerza en todo el país contra Petrobras”.
Anteriormente, el gremialista hizo referencia a la falta de gestión por parte de la empresa. Ello se traduce en la falta de comunicaciones y de toma de decisiones a nivel local: “Trasladan su sistema de gestión a la Argentina con un detalle que es que en Brasil le sobran recursos, allí es monstruosa y estatal pero en Argentina es privada y tiene muchísimos menos recursos asignados por ellos mismos. Así, el sistema de gestión no sirve para nada. Esto trae aparejado que en la línea local de la empresa nadie toma decisiones porque nadie tiene la potestad para hacerlo”.
Matarazzo adelantó que se encuentran a la espera de una reunión con el presidente de Petrobras para buscar una solución al conflicto: “Es una empresa que no da la cara ante las sociedades de fomento, tampoco contribuye con nada. No da la cara ante el Ejecutivo municipal, ante la gente de la Provincia y encima viene generando malos olores o circunstancias no deseadas. Es como que todo el mundo está cansado de esa empresa”.

Olores y silencio
Mientras tanto, en diálogo con EcoDias, Fernando Rey Saravia, titular del Comité Técnico Ejecutivo, relató que durante los últimos meses fueron más los días con eventos que aquellos normales con esta empresa: “El área se clausura porque había un problema operativo que conducía a hacer una quema de hidrocarburos por la antorcha, lo cual para nosotros era inaceptable también. Las tres fuentes posibles de olores son los tanques, en los que ellos están trabajando, estas emisiones por antorcha y la más probable, la que más molestias ha causado en los últimos tiempos, son las piletas de tratamiento secundario. También hay sospechas sobre el tratamiento primario de los efluentes líquidos así que las exigencias nuestras son eliminar al máximo el contacto entre hidrocarburos y atmósfera, y al mismo tiempo empezar a buscar causas adicionales, que podrían ser un tiempo de residencia muy alto de los líquidos efluentes que podrían generar olores nauseabundos. Y eso no debería ser. Son varios los frentes en los que la empresa va a tener que atacar”, señalaba Rey Saravia a la espera de que Petrobras cumpla con la presentación de un plan de acción convincente.
En cuanto a las razones dadas por Petrobras acerca de los incidentes, Rey Saravia destacó la nula comunicación por parte de ésta: “La empresa no aduce nada, la comunicación de la empresa es muy escueta y prácticamente no reconoce ningún funcionamiento anormal. Las comunicaciones no están en manos de la gente local, prácticamente la hacen los abogados, cosa que no hace ninguna empresa. Yo creo que hubo un deterioro en la capacidad de operar y en la capacidad de comunicarse y que esto que está pasando ahora no es casual”.
El funcionario habló de la desidia respecto al cuidado del medio ambiente: “Manejar hidrocarburos es manejar un producto de fácil detección afuera y el problema es que con eso van gases ácidos que causan irritación. Es inaceptable, no pueden operar de esta manera. Si bien hay refinerías que se permiten el lujo de trabajar con cierto desinterés por los olores, ahora en particular en la organización ha ocurrido algo. No me atrevo a juzgarlos pero me da la sensación de que se ha creado una cultura del desinterés por el cuidado del medioambiente”.
Ante los problemas con Petrobras, el municipio realizó acciones de respuesta a la alarma que el incidente causó en la comunidad: “Acá hubo una combinación de hechos, una sucesión interminable de eventos que tiene Petrobras, una percepción de que la comunidad ya a alcanzado un nivel de hastío importante y además una decisión política del intendente que mandó su mensaje muy claro de que tenemos que ser enérgicos en este caso. Nosotros pedimos asistencia a la Provincia dado que sabíamos que se venía una probable clausura”.
Al cierre de esta edición se esperaba el plan a presentar por Petrobras y de su aceptación o no depende la clausura total o la puesta en funcionamiento de la planta. La salud de la población y los puestos de trabajo de muchas personas están pendientes de eso.