“Tiene 23 años de permanencia, en el año 1986 se formó la Asociación Amigos del Jardín Botánico, y en el año 1995 que se instaló en el Parque Independencia”, recuerda Ana María Domínguez, encargada de realizar las visitas guiadas.
Arranque
El trabajo de difusión del espacio verde es arduo, “el primer año de trabajo con las escuelas visitaba jardines de infantes, el segundo año incorporé escuelas primarias y el tercero sumé todo el resto de grupos que quisieran venir a conocerlo”. Folletos en mano, proyectos educativos a concretar, Domínguez llevaba a las instituciones y hablaba con las docentes, “hoy en día eso no hace falta, ya nos conocen, y además de boca en boca directamente nos llaman”. Otra iniciativa que aportó a la comunicación fue la página facebookera “Jardín Botánico Escuelas”, específico para la cobertura de las visitas, la promoción de fechas y las posteriores compartidas de fotos de los logros. “Desde aquí es mucho más directa la comunicación”. Domínguez afirma que durante los últimos años, la escuela primaria adquirió más estímulo para llegar con visitas guiadas, “la secundaria también, aunque no en la misma medida; los profesorados de los institutos terciarios de la ciudad actúan con mucha presencia, Avanza y Juan XXIII siempre tienen visitas programadas, es decir que desde la formación de docentes de Nivel Inicial, Especial, Primaria están viniendo mucho”.
Los más alegres y dinámicos visitantes provienen de los jardines de infantes. “Dentro de su currícula integran como muy necesarias las experiencias y las salidas, entonces son los más fijos”. En cuanto a los universitarios, que son asiduos, llegan a realizar tareas específicas de las carreras, “acompañan la visita la presidenta de la institución que es bióloga o acompaño la misma con el docente, quien se encarga de la parte técnica y formativa”. En el intento de plantar la semilla de la curiosidad, se busca que los estudiantes se acerquen, conozcan y regresen con sus familias.
Experimentación
“Lo que uno experiencia, vive, ve son formas de aprendizaje permanentes, lo aprendiste”, apunta la coordinadora. El Botánico está organizado por el sistema donde las especies están organizadas desde lo más antiguo, el sector de los helechos, la cica y la ginkgo biloba, termina en la parte más compleja con las flores compuestas, como margaritas y crisantemos. También es posible reconocer las familias de cipreses, las gramíneas, las aromáticas y medicinales, las crasas, los cactus. “Por eso, los visitantes perciben cierta organización, aunque el Jardín Botánico no busca la estética, no es como el Rosedal. Queremos que se renueve y esté lindo dentro de todo lo posible tratamos de tener el pasto cortado y los canteros atractivos. Estamos interesados en la reproducción de nativas, el cuidado de plantas enfermas, eso es lo prioritario”.
Se admite que los jardines botánicos tuvieron su origen en Italia, alrededor del año 1543 y la primitiva idea de coleccionar plantas con fines científicos ya se les ocurrió a los europeos al entrar en contacto con la fabulosa naturaleza que descubrieron en sus viajes al Nuevo Mundo. Cuando los españoles llegaron a México, se asombraron de que los aztecas tuvieran esta afición de coleccionar plantas, pues, en cierto sentido, se puede decir que ya poseían verdaderos jardines botánicos. “Los jardines botánicos no se caracterizan por sus dimensiones ya que existen algunos muy pequeños, como los de Leiden y Padua, pero que son muy importantes debido a la larga historia que encierran”, afirman desde el blog. El Jardín Botánico de la ciudad se extiende en un predio de 13 mil metros cuadrados, y es posible acceder a él por la calle Balboa. Anuncia el ingreso Tricota, la gata del lugar, “ella se acerca al grupo de chicos enseguida, y contamos quién es antes de empezar, ella también nos da el pulso del grupo, si Tricota se queda es porque son tranquilos, se mete entre ellos en busca de mimos, si llegan acelerados, la gata dispara”.
Ubicado en un sector del Parque Independencia, el Botánico padece las inclemencias del tiempo y las desventajas del sitio que lo expone. “Cuando se creó se pensó en que Bahía Blanca cuente con este espacio, no todas las ciudades cuentan con uno”. Uno de los objetivos específicos de su existencia es la conservación de las plantas nativas, “se hace a través del proyecto educativo, la parte científica y el sector recreativo”. Por lo tanto, la difusión mediante talleres es otra forma de acceder a él, el dictado de los mismos suele involucrar a especialistas de otras localidades, “buscamos abrir la formación a través de talleristas y cursos que se animen a llegar a nuestro Jardín Botánico”.
A PEDIDO
Las visitas guiadas se arman de acuerdo a las necesidades educativas de alumnas y alumnos, “orientamos las actividades y contenidos según soliciten los docentes, para que sirva y sea un apoyo áulico”. El recorrido incluye alguna actividad práctica, como es muy habitual el sembrado de macetas, taller de tintes, experimentaciones sencillas. Los turnos se pueden solicitar al face en Jardín Botánico Escuelas, por teléfono al 291-4401355 o por correo electrónico: jardinbotanicoescuelas@hotmail.com.
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