En la mañana del lunes 31 de julio, recién arribado a Bahía Blanca, Jean-Michel Cousteau brindó una conferencia en el Hotel Austral ante un gran número de periodistas locales.
En la oportunidad aseguró que “seguimos utilizando los océanos como tachos de basura”, que “estamos destruyendo el hábitat costero” e hizo hincapié en el riesgo de la pesca descontrolada: “Están cosechando mucho más rápido de lo que la naturaleza repone, de una manera no sustentable. Estamos encaminados hacia la bancarrota, hacia el desastre. El 90% de todos los peces grandes de océano en promedio han desaparecido. La buena noticia, sin embargo, es que todavía queda un 10%, y si nosotros tuviéramos dos dedos de frente podríamos administrar ese 10% restante para restaurar lo que era normal, de manera sustentable”, señaló Cousteau.

Cloacas…
Por otra parte, analizó las posibles consecuencias de nuestro sistema cloacal que desemboca en la ría, y aunque reconoció no conocer la situación específica de Bahía, ejemplificó de la siguiente manera: “No hace mucho tiempo, en el sur de Francia, el desagüe cloacal cerca de Marsella se tiraba al Mediterráneo, lo que estaba convirtiendo toda la línea costera en una inmundicia. En los últimos 20 años todo se ha cambiado como resultado de la recuperación de la fauna y la flora en esa línea costera. Lo que los residuos cloacales no tratados provocan o causan, son dos cosas diferentes: llevan los metales pesados y los productos químicos al océano; y también arrastran enormes cantidades de nutrientes, tal como fertilizantes, y esto saca de equilibrio a todo el conjunto del agua. Y también con los metales pesados y los productos químicos se enferman muchísimos animales”.
“Les voy a dar un ejemplo: las orcas o ballenas asesinas en ciertas partes del mundo han llegado a un punto tal en que la toxicidad dentro de sus propios sistemas es tan alta que la madre cuando tiene su primer ballenato, lo sacrifica pasándole todas las toxinas y ese ballenato muere. Ahora la madre está en plena salud y puede dar a luz a un segundo ballenato saludable. Eso explica por qué los machos que no pueden eliminar las toxinas, mueren quince o veinte años más jóvenes que las hembras de la especie. Nosotros somos los responsables de que eso ocurra y eso es simplemente un ejemplo”, afirmó el ambientalista.
Por último, Cousteau se refirió al futuro del agua potable: “Estamos dándonos cuenta finalmente de que el agua dulce es un recurso crítico. Mucho más que guerras por petróleo, vamos a tener guerras por el agua. Hay diversas situaciones hoy en día que están siendo manejadas de manera política a través de las armas o bien, por el uso de abogados. Tome por ejemplo el grupo étnico más grande del planeta que son los kurdos. Viven en las montañas donde el agua baja a distintos países: Irán, Irak, Turquía… y esos países no les quieren dar la independencia al pueblo kurdo porque controlan el agua”.
“En el continente africano hay 5.000 chicos de menos de cinco años que mueren todos los días, son quince aviones 747 cargados de niños que se estrellan cada día. Y no estamos haciendo absolutamente nada. ¡Esto es un escándalo!”, concluyó el explorador.