El intendente Breitenstein firmó un anteproyecto con una empresa israelí y con ABSA para impulsar el reciclado de líquidos cloacales.
¿Qué hay detrás de esta nueva prestación de servicios privada?

La de Bahía Blanca es una comunidad que desde hace varios años tuvo que empezar a familiarizarse con algunos nombres. En este caso nombres de empresas que, con el pasar del tiempo, no van dejando un camino que permitan elogios para con ellas. Hay firmas que no están más, otras que continúan y están las que vienen a sumarse a la lista. Para hacer un poco de memoria basta recordar Altec, Azurix, Cliba, Covelia, Grupo Plaza, etc.
Un nuevo nombre que se suma al proceso de servicios privatizados es el de Mekorot, que en este caso llega para poner en marcha el reciclado de líquidos cloacales.
Todo esto fue anunciado con bombos y platillos desde Israel cuando el intendente Cristian Breitenstein estuvo allí junto al gobernador Daniel Scioli y firmó un anteproyecto con Mekorot y ABSA para llevar a cabo la idea.

Nuevos nombres, viejas ideas
Hay que decir que esa misma idea, la de tratar los líquidos cloacales, viene siendo presentada desde hace algunos años en el Concejo Deliberante por parte de algunas organizaciones como la Asociación Ambientalista del Sur. El titular de esa ONG, Leoncio Montesarchio, ha explicado en estas mismas páginas la importancia y la necesidad de desarrollar la reutilización de líquidos cloacales.
Nunca hubo una política en serio para llevar a cabo el proyecto, hasta que el intendente Breitenstein, fiel a su estilo noventoso y menemista, se inclinó por trabajar la temática con la empresa israelí. La firma Mekorot es la compañía nacional de agua de Israel que viene funcionando desde 1937 abasteciendo el 80 por ciento del agua potable de ese lugar.

El ancho falso
EcoDias quiso tener otra opinión acerca de lo recientemente firmado en Israel y para ello consultó al ingeniero químico con experiencia en cuestiones ambientales, Horacio Campaña. El especialista resaltó que el tratamiento de líquidos cloacales no es un tema nuevo, de hecho fue tratado en extenso por EcoDias cuando se construía a la altura del Paraje El Cholo la Planta Depuradora de la Tercera Cuenca, en mayo y junio de 2006: “En realidad, esto está hace muchos años dicho desde ONGs, universidades, etc. El tema es que ahora aparece y aparece porque dicen que es una de las cartas que van a jugar para controlar la crisis. Como tantas otras, es una carta que no llega a tiempo para controlar la crisis”.
Lo anunciado tan pomposamente por Breitenstein a través de los medios no viene a solucionar la crisis hídrica ya que demandaría un tiempo similar al del acueducto Río Colorado: “Son cartas que se juegan en momentos en los cuales se pone en claro la imprevisión, la improvisación y el manejo de lo que serían los bienes comunes, y no para el bien común sino para el bien particular. Es lo que ha pasado históricamente porque sino las obras deberían haberse hecho antes: lo que había que hacer en un plan de gestión está dicho desde el año 90. Nada se hizo”.
Insiste Campaña en que el tratamiento de cloacales fue puesto en evidencia hace algunos años atrás, aproximadamente desde 2003. Y si bien es positivo que hoy se esté hablando de ponerlo en marcha, los interrogantes son por qué de esta manera: “¿Por qué esta empresa, por qué la tecnología que va a poner esta empresa, por qué no hay un concurso abierto, público? Yo doy un curso de posgrado en la universidad y uno de los alumnos preguntaba si no hay gente acá que pueda hacer algo con esto. La respuesta es sí. ¿Por qué no se hace? Habrá que preguntarle a quien corresponde, a los que están diciendo que lo van a hacer por tal camino y por qué ese es el camino”.
El surgimiento de voluntad política para impulsar la idea llama la atención y lleva a otra pregunta acerca de por qué no hay una apertura a las distintas propuestas: “Considero saludable y necesario que se pudieran evaluar otras alternativas, ya sean internacionales o nacionales o locales”.

Crisis hídrica y medios
Otras dos cuestiones planteó EcoDias a Campaña. Una de ellas tiene que ver con la crisis hídrica y lo que se está haciendo para paliar los problemas más urgentes: “El municipio dice que sí a todo lo que hace ABSA, habrá que preguntarse por qué. El responsable último es ABSA. Respecto a lo que han hecho: han puesto cisternas en algunos lugares de la ciudad y han azulejado el surgente al que yo voy, le han puesto una baranda y no se qué más. En el estudio de la universidad dijimos que había que proponer a la comunidad un plan de emergencia porque estamos en una emergencia hídrica. ¿Cuál es el plan de emergencia: ¿Qué tengamos cisternas cada tres cuadras, que repartamos agua en bidones?”.
Por otra parte, semanas atrás se realizó una asamblea de vecinos y vecinas frente a la Municipalidad de Bahía Blanca a la cual concurrieron unas 200 personas. Campaña describió la sensación que le dejó la escasa participación: “La sensación es de dormidera que imponen los medios. Nos debemos a los medios que tenemos, que hacen lo que corresponde, asociados con quien corresponde: no se muerde la mano del amo que te da de comer. En el momento en que haya un problema grave, no sé qué harán. Este año es mucho más grave que el año pasado. El año pasado en mi casa puse la bomba por falta de presión, la habré puesto dos o tres veces por semana, ahora la estoy poniendo cuatro veces por día. Paso muy de vez en cuando por el dique, veo el nivel y el dique se recupera en cinco años, pero con lluvias de normales a altas”.