Más de 1000 personas marcharon en contra de la minería contaminante, en la ciudad mendocina de General Alvear el pasado 25 de agosto. Las 7000 firmas reunidas y entregadas al intendente hablan a las claras de la discrepancia de la población para con la explotación minera en la región. Consideran que una vez iniciada la explotación de una mina, se ponen en situación de riesgo los escasos recursos acuíferos existentes.
Se trata de los proyectos de Anchoris y Minera Chaplau a pocos kilómetros de Punta de Agua, los que pretenden tomar el elemento hídrico, vital para la agricultura y ganadería de la región, para realizar el proceso de lixiviación, ya conocido por su acción contaminante.
Lo que más molesta a la gente de la región, considerando que es zona semidesértica, es que el agricultor debe pagar impuestos, combustible y electricidad a un precio completamente diferente al que el estado le entrega estos elementos a las empresas mineras. Amén de que tanto la agricultura como la ganadería son emprendimientos que “insumen” generaciones que pertenecen a la historia de la comunidad: es claro que no representan un negocio ocasional, a diferencia de la minería, que procesa a la máxima velocidad posible, para dejar una vez obtenidas sus pingües ganancias, solamente residuos tóxicos, postergación y contaminación de las reservas naturales de la región. 
Es importante resaltar que se trata de una zona muy expuesta a los vientos, con lo cual afectaría seriamente la salud de la población, por contaminación eólica.