El problema de los residuos y su eliminación es actualmente un verdadero problema en todas las ciudades del mundo. Con destino final en rellenos sanitarios o incineradores, la basura es un gran perjuicio ambiental y sanitario.
La Basura
Como el de nuestra ciudad, los rellenos sanitarios son grandes depósitos de metano y sus desechos contaminan las aguas subterráneas. Por su disposición al aire libre, contaminan la atmósfera con gases y toxinas peligrosas. Por otro lado, los incineradores, incluso los de nueva generación, que cuentan con dispositivos para control de contaminación, emiten gases de efecto invernadero y son fuentes de metales pesados, partículas y de las cancerigenas dioxinas. No es desacertado afirmar que tanto los rellenos sanitarios como los incineradores envenenan el aire, el agua y el suelo.
A este incalculable costo ambiental hay que sumar el gasto diario que significa recolectar miles de toneladas de residuos en las ciudades -también como la nuestra- en las que los ciudadanos no realizan ningún tipo de clasificación de residuos en sus hogares.
En las discusiones que toman estado público porque se realizan en el Concejo Deliberante, se escucha el reclamo de la empresa prestataria del servicio de que el pago es insuficiente. El actual sistema de tratamiento de residuos es caro e insalubre y no resuelve el problema de la basura, perpetuando la mentalidad del consumo, basado en la vieja fórmula de úsese y tírese. Amén del necesario cambio de mentalidad -todo un proceso cultural que nos llevará décadas-, una nueva concepción en el tratamiento de esos mismos residuos puede ser alumbrada apenas medie la decisión personal -y política, más tarde-: reciclar y reusar, y empezar a considerar a la basura como un recurso, no como un problema que hay que enterrar. Es en definitiva, comenzar a considerar el tema de los residuos a nivel local como una oportunidad de recuperar recursos valiosos, de crear conciencia de sustentabilidad y reducir la contaminación por residuos sólidos.
¿Qué es Basura Cero?
Desde hace algunos años se ha comenzado a hablar en determinados ámbitos del proyecto Basura Cero. Se basa en una nueva forma de gestión de los residuos sólidos a nivel local, involucrando a los gobiernos municipales, las empresas y la sociedad civil. Se centra en afrontar el problema de los residuos desde su origen, apoyándose no solamente en el tratamiento de la basura para ser reciclada, sino recuperar el material orgánico y un mejor diseño de los productos para de esta forma mejorar su vida útil. De lo que hablamos es de un cambio de conciencia en muchos niveles de lo que significa basura y de la utilidad de la misma.
Esta idea parte del hecho de que el crecimiento desmesurado de los residuos de nuestra sociedad industrial, cada vez mas consumista y cada vez mas derrochadora y productora de residuos esta poniendo en peligro, la capacidad de los recursos naturales para proveer nuestras necesidades y de las generaciones futuras inmediatas, como lo son nuestros hijos y nietos. Basura Cero es una nueva filosofía que exige cambios de raíz en la forma en que los residuos fluyen en nuestra sociedad, el objetivo principal de esta idea es un sistema industrial que dirija la recuperación de los residuos en vez de su eliminación, involucrando a todos los actores del problema.
Basura Cero equivale a decir reducir a la mínima expresión lo que producimos diariamente como basura hasta alcanzar su total transformación en residuos. Aunque parezca un juego de palabras, basura no es lo mismo que residuos. En nuestra actual concepción de basura -lo que tiramos al tacho y sacamos para que el camión recolector lo lleve lejos de nuestra vista y nuestras narices- es difícil recuperar material alguno de valor. En cambio, si clasificamos nuestros desperdicios según su origen en papel, cartón, plásticos y vidrios -al menos, inicialmente- habremos de haber dado el primer paso.
¿Eliminar o Reciclar?
A diario estamos quemando, enterrando papel, metales y plásticos que si se reciclaran podríamos reducir la destrucción de los bosques, el desgaste de los suelos (erosión) y el agotamiento de los recursos minerales. Ejemplos hay muchos: si usáramos el teléfono celular para lo que fue concebido -que es comunicación telefónica celular-, podríamos así duplicar su vida útil y ahorraríamos mucho en materiales altamente contaminantes que se utilizan para la construcción de sus baterías. Lo mismo con los automóviles: no estaríamos hablando de biocombustibles si los países del primer mundo racionalizaran el uso de sus potentes autos. Y podríamos seguir con el papel, decididamente el ejemplo más cotidiano y que más nos llega: reciclar papel reduce el uso de madera, evita la tala de bosques y permite el ahorro de energía.
Rediseñar la producción, utilizar nuevos modelos de envases que permitan una vida útil más larga, utilizar productos reciclados y estimularlo a diferentes niveles de participación. No es inalcanzable. Como todo, se comienza por los primeros pequeños pasos que cada uno desde lo personal puede ir haciendo. Programas efectivos de separación de residuos domiciliarios a nivel barrio, luego a nivel municipio (con un rol activo por parte del Estado), con sistemas de compostado orgánico -la materia orgánica es como mínimo el 50% de los residuos de la mayoría de los países-, generarían además ingresos locales.
Camino se hace al andar
La pregunta inicial puede ser: ¿cómo hacemos para llegar a Basura Cero desde un nivel comunitario y social? Tradicionalmente los gobiernos han optado por sistemas de tratamiento de residuos que simplemente ocultan el problema, ya sea mediante la quema o el entierro, pero con esto el problema en vez de ser resuelto, lo agrava. La culpa de esto es en parte de las autoridades, pero como sociedad también llevamos una parte importante de esta culpa: consumimos, derrochamos, tiramos y luego nos olvidamos, pocas veces nos preguntamos qué pasa con la basura, desconocemos el funcionamiento de los rellenos sanitarios o de las incineradoras y los costos de mantener estos sistemas costosos y poco efectivos. Demandamos cada vez más productos innecesarios y los medios nos introducen una política de consumo cada vez más voraz.
Asumiendo que sólo con sistemas de eliminación, reciclaje y compostaje bien organizados y proyectados, basados en la reducción en origen, alcanzaremos una nueva forma de manejar los residuos sustentable y responsable, y reconociendo el papel de las autoridades y los productores en esta nueva forma de manejar los residuos, es también responsabilidad de nosotros como sociedad civil, tomar opciones responsables en el consumo. Regresar a lo pequeño, al mercado local o a los productos no procesados, será también una parte en la que nosotros podremos apoyar una idea de este talante; por el contrario, el consumo y la falta de responsabilidad con la que lo hacemos son en buena medida las causantes de los residuos.
> Directora
Valeria Villagra
> Secretario de redacción
Pablo Bussetti
> Diseño gráfico
Rodrigo Galán
> Redacción
Silvana Angelicchio, Ivana Barrios y Lucía Argemi
> Difusión en redes sociales
Santiago Bussetti y Camila Bussetti
> Colaboradores
Claudio Eberhardt
2023– Copyleft. Todos los derechos compartidos / Propietario: Cooperativa de Trabajo EcoMedios Ltda. / Domicilio Legal: Gorriti 75. Oficina 3. Bahía Blanca (provincia de Buenos Aires). Contacto. 2914486737 – ecomedios.adm@gmail.com / Directora/coordinadora: Valeria Villagra. Fecha de inicio: julio 2000. DNDA: En trámite
Desarrollado por Puro Web Design.