El doctor Horacio Asprea de la Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable de la nación estuvo en nuestra ciudad disertando sobre una fuente de abastecimiento de agua de gran importancia para el país: el acuífero Guaraní.

Horacio Asprea es director de Prevención y Recomposición Ambiental de la Secretaría de Ambiente y Desarrollo Sustentable de la Nación, y el área a su cargo se encarga de generar los controles para prevenir la contaminación del aire, del agua y de los suelos e incorporar programas para restablecer las condiciones cuando están contaminados.
Asprea estuvo días atrás en Bahía Blanca participando de las Jornadas de Medioambiente en donde desarrolló la temática del Acuífero Guaraní. Luego, en diálogo con EcoDias, Asprea se refirió a la crisis de agua que se está viviendo actualmente: “El hecho de que el agua falte trastorna todos nuestros principios. Así que creo que es un momento grave para toda la humanidad porque se ha hecho un uso desmedido, se ha hecho un derroche y llega el momento en que hay que empezar a incorporar algunas situaciones que son no de control del uso sino de racionalización del mismo. Una cosa es el uso y otra la necesidad que debe ser garantizada, pero el uso puede ser transformado de muchas maneras”.
Para Asprea hay cuestiones que en Argentina deben cambiarse y tienen que ver con los sistemas que utilizamos: “Todavía los aparatos sanitarios siguen el mismo diseño que hace cincuenta años atrás usando diez litros cada vez que uno usa el inodoro, usando agua potable, transformando el agua potable inmediatamente en agua necesaria de depurar. Y con la imposibilidad de sistemas como son el desvío del agua residual para regadíos y sistemas que de alguna manera impliquen la utilización de todo el ciclo del agua en forma ordenada y eficiente”.

Características
El Acuífero Guaraní es quizás el reservorio subterráneo transfronterizo más grande de agua dulce del Planeta, extendiéndose desde la Cuenca Sedimentaria del Paraná a la Cuenca Chaco-Paranaense. Está localizado en el centro-este de América del Sur, entre 12° y 35° de latitud Sur y 47° y 65° de longitud Oeste, subyacente a los cuatro países: Argentina, Brasil, Paraguay y Uruguay. Tiene una extensión aproximada de 1,2 millones de kilómetros cuadrados, de los cuales 840.000 km2 se encuentran en Brasil, 225.500 km2 en territorio de Argentina, 71.700 km2 en Paraguay y 58.500 km2 en Uruguay.
Desde hace cinco años el especialista es representante de la Secretaría de Ambiente ante una comisión del Acuífero Guaraní que cuenta con la participación de los cuatro países, y que tiene un punto piloto en la frontera entre Concordia y Salto: “Es el único punto que la Argentina tiene entre países para resolver los conflictos del uso, mejorar las posibilidades de que la gente interactúe con las soluciones y que finalmente esos estudios puedan ser utilizados en otras zonas del acuífero donde las condiciones son similares”.
Según Asprea, se debe aprender de lo que se tiene con este acuífero que se encuentra a 200 metros y cuya agua sale a 70 grados sirviendo incluso para la balneología, “ni siquiera balneoterapia. Hay que diferenciar entre el bienestar de estar en el agua caliente y la cura que genera el agua con sales. Esta es agua mineral caliente, a nadie se le ocurre que un tobillo se va a deshinchar cuando uno le pone agua mineral y la calienta, quizás se desinfle si le pone agua con mucha sal o con otros elementos que hacen a la inflamación”.
Remontándonos específicamente a las características que tiene el acuífero Guaraní, Asprea explicó: “Tenemos aguas calientes por efecto geotermal, cada 100 metros de profundidad, el agua tiene un grado menos. Cuando uno va a 1.200 metros tiene alrededor de 30 grados, 3 grados cada 100 metros más los 25 de la superficie, el agua está a 55 grados. Para bañarse lo que hay que hacer es enfriarla, una cosa rarísima, el agua caliente la enfriamos para bañarnos y luego la tiramos cuando está por debajo de 20 grados, esto es agua potable. Entonces venimos a hablar sobre la necesidad de generar conciencia de que eso es un capital de la nación que en algún momento la gente joven va a tener que echar mano y que hay que empezar a cuidarlo y conocer cómo funciona en función de su magnitud”. El acuífero cuenta con 37 mil kilómetros cúbicos lo cual habla de un tesoro a tener en cuenta.

Prever el uso
Según Asprea está demostrado que el Acuífero Guaraní es una fuente importantísima a tener en cuenta para abastecer de agua en el futuro. Y si bien afirma que se podría empezar a utilizar, antes que nada debe preverse su uso: “Se puede usar ahora, pasa que hay que empezar a prever que el uso actual significa en algunos casos y en algunos complejos termales, tirar 40 millones de litros de agua nada más que porque se bañaron cien turistas.
Eso hay que empezar a racionalizarlo porque en algún momento sus nietos van a decir cómo fue que se hizo esta patraña”.
Asprea hace una ecuación simple: el importante crecimiento poblacional hace que la presión sobre el recurso vaya en aumento y sigan los conflictos: “Empecemos a usarlo bien para que esos conflictos desaparezcan por el conocimiento que uno tiene del tema y por evitar la escasez. Cuando hay escasez hay conflicto porque nos altera la escala de valores que incorporamos cuando nos asentamos en un lugar que tiene agua”.
Por último, el funcionario habló sobre la situación de Bahía y las medidas paliativas que deberían tomarse: “Está el tema de la falta de lluvias, el tema de las diferenciaciones meteorológicas que ahora son tan rápidas y hacen que el agua de superficie empiece a escasear, es lo que pasa en Bahía y hay que empezar a tener a mano los botes de emergencia. Esto sería tener una perforación no para usarla todos los días pero sí para decir podemos poner en funcionamiento las perforaciones que no están tan lejos, están a 400 metros de profundidad en la zona y sobre suelo blando. El Acuífero Guaraní está sobre un basalto que es una piedra bastante dura y el costo de la perforación es muy alto. Todas estas cosas hay que tenerlas en cuenta para tomar decisiones”.