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Víctimas de Bahía Blanca
Luego de diez meses de debate el viernes 24 de octubre se conocerá el veredicto. Los imputados son trece y los casos que se juzgan son los de 127 víctimas, entre ellas se encuentran las bahienses Elena Arce, Nora Formiga, Liliana Pizá.
Categoría: Derechos Humanos

Luego de diez meses de debate el viernes 24 de
octubre se conocerá el veredicto. Los imputados son trece y los
casos que se juzgan son los de 127 víctimas, entre ellas se encuentran las
bahienses Elena Arce, Nora Formiga, Liliana Pizá.

El TOCF1 de La Plata dará el veredicto del juicio por delitos de lesa humanidad
perpetrados en “La Cacha”, comenzado el pasado 18 de diciembre de 2013, en el
marco de los procesos judiciales que tienen desarrollo en todo el país, sobre
el accionar del Terrorismo de Estado durante la última Dictadura Cívico Militar
entre 1976 y 1983.
 El Centro Clandestino de Detención Tortura
y Exterminio (CCDyT) “La Cacha”,
funcionó en el predio del Penal de Olmos ubicado entre las calles 191, 196, 47 y 52 de La Plata en las antiguas
instalaciones de LS 11 Radio Provincia de Buenos Aires.

“La Cacha” operaba bajo la Jurisdicción del
Primer Cuerpo de Ejercito en el territorio asignado al Regimiento 7 de
Infantería del Área 113, correspondiente a la Subzona 11 de la Zona 1; y se convirtió en el
lugar de secuestro, según pudo comprobarse la identidad, de 127 personas,
siendo que los sobrevivientes llegaron a contabilizar 172 víctimas que
permanecieron un tiempo allí.
El tribunal está presidido por Carlos Rozanski y las causas
que forman parte del proceso judicial son la Nº
3389/12; 3471/13 y N° 3494/13 en las cuales se encuentran
imputados dieciocho miembros de las fuerzas de seguridad por delitos de
privación ilegal de la libertad y aplicación de tormentos; homicidio, tormento;
sustracción, retensión y ocultamiento de menores.
Estos
son
Héctor Raúl “El Oso” Acuña, Roberto Armando Balmaceda, Rufino Batalla,
Gustavo Adolfo Cacivio; Jorge Héctor Di Pascuale, Raúl Ricardo Espinoza,
Ricardo Armando Fernández; Claudio Raúl Grande, Emilio Alberto Herrero
Anzorena, Juan Carlos Herzberg; Carlos del Señor Hidalgo Garzón, Jaime Lamont
Smart
quien fuera Ministro de Gobierno bonaerense entre abril de 1976 y
finales de agosto de 1979;
Isaac Crespín Miranda, Anselmo Pedro Palavezzati;
Luis Orlando Perea, Carlos María Romero Pavón. Otros dos imputados fallecieron
antes de que iniciara el juicio. Ibérico Manuel Saint Jean, quien ocupó el
cargo de
Gobernador de la Provincia de Buenos Aires entre el 8 de abril de 1976 y
el 28 de marzo de 1981,
murió el 5 de octubre de 2012 y Alejandro
Agustín Arias Duval, quién además de privación ilegal de la libertad y
aplicación de tormentos estaba acusado de homicidio y sustracción de menores,
murió el 25 de mayo de 2012.

También fueron sumados a la causa cuatro miembros de la Policía bonaerense, con el
agregado de la causa 3471/13; el ex comisario Miguel Osvaldo Etchecolatz, Julio
Cesar Garachico, Eduardo Gargano y Horacio Elizardo Lujan. Otro de los
imputados es Miguel Ángel Amigo, quien se encontraba prófugo hasta su detención
en 2012; y aún permanecen en condición de prófugos
el ex miembro de la Central de Reunión de
Información (CRI) del Destacamento 101, Ricardo Luis Von Kyaw; quien fue
reconocido por sobrevivientes de “La
Cacha” como quien daba las órdenes, y el personal civil de
Inteligencia del Ejército, Teodoro Aníbal Gauto.


Los casos de víctimas de Bahía Blanca
Liliana Pizá, rionegrina
de nacimiento, cursó sus estudios secundarios en la Escuela Normal de la Universidad Nacional
del Sur (UNS) de Bahía Blanca. Era estudiante de Filosofía, Economía y
Militante de la Juventud Universitaria
Peronista. Se trasladó a La
Plata junto con su compañero Alberto Paira, por razones de
seguridad.
Fue secuestrada el 26 de abril de 1977 por fuerzas conjuntas en Callao 2629 de Berisso.
Nora Formiga, oriunda de Bahía Blanca, era profesora en la Escuela de Enfermería de la Cruz Roja de La Plata y fue secuestrada el
22 de noviembre de 1977, por la tarde, en su domicilio de 54 Nº 1271 de la
ciudad de La Plata,
Provincia de Buenos Aires, por efectivos del Ejército Argentino.
Estuvo privada de la libertad en el CCDyT “La Cacha” entre el 22 de
noviembre de 1977 y el 11 de enero de 1978, al momento de su ingreso a la Comisaría Octava.
Nora Formiga, fue asesinada y su cuerpo fue hallado en una tumba como NN del
cementerio platense.
Elena Arce, también bahiense y enfermera; era amiga y compañera de trabajo de
Nora Formiga, fue secuestrada junto a Nora el 22 de noviembre de 1977 y
permaneció en el CCDyT “La Cacha”
hasta el 11 de enero de 1978. Luego de que la trasladaron a la Comisaría Octava,
junto con Norma Formiga fue asesinada y su cuerpo se encontró como NN también
en el cementerio platense.

Julia y
Diana Pizá, hija y hermana respectivamente de Liliana Pizá declararon ante el TOCF1
de La Plata, en
el marco de la etapa de testimoniales en la audiencia oral el pasado 7 de
marzo.
Frente al TOCF1, Julia y Diana relataron por más de una hora y cuarenta
minutos, la historia de una de las tantas familias alcanzadas por el brazo
represor de las fuerzas conjuntas, en la jornada de debate que tuvo lugar el
pasado 7 de marzo y que se realiza cada miércoles y viernes en la
Ex AMIA de 4 entre 51 y 53 de la capital
provincial.
“Yo y varios miembros de mi familia fuimos víctimas de la última Dictadura
Cívico Militar Eclesiástica y Empresarial, que cometió un genocidio en nuestro
país”. Esas fueron las primeras palabras de Julia, al presentarse ante el
Tribunal presidido por el juez Carlos Rozansky y secundado por los jueces Pablo
Vega y Pablo Jantus.
Ante una sala colmada de público, la hija de Liliana Pizá, quien tenía solo
cinco meses al momento del secuestro de su mamá, prosiguió con su relato.
“Mi abuelo, Pablo Pizá, fue detenido por un año y medio en Rawson, como rehén
hasta que mi mamá es secuestrada el 26 de abril de 1977 en Berisso y conducida
a “La Cacha”.
Durante la detención de Pablo en el Penal de Rawson, mediante interrogatorios,
intentaban obtener el paradero de Liliana, argumentando que cuando Pablo
indicara ese paradero sería puesto en libertad. “Le dijeron que él iba a estar
preso hasta que agarraran a mi mamá y así fue”, sostuvo Julia. Pablo fue
liberado el 14 de mayo de 1977. Liliana ya permanecía desaparecida.
En el mismo operativo realizado en Rawson en noviembre de 1975, en el que
detienen a Pablo Pizá, también detienen a Diana, su hija menor y a su yerno,
Víctor Tomaselli.
Diana, luego de ser torturada y ser “paseada” por distintas comisarías
chubutenses, es puesta a disposición del Poder Ejecutivo Nacional (PEN) y
trasladada en avión al Penal de Villa Devoto en el cual permaneció detenida por
cinco años.
Víctor Tomaselli, es trasladado junto con Pablo a la Cárcel de Rawson en al cual
es detenido a disposición del PEN hasta 1981. Diana y Víctor tenían 18 años al
momento de ser detenidos.
“Por otro lado…” –continuó Julia– “el hermano de mi papá, Daniel Paira, fue
secuestrado en la época del mundial y estuvo desaparecido durante seis meses en
“El Banco” y en “El Olimpo”; y finalmente los casos que nos competen hoy,
Alberto Paira, mi papá, fue asesinado cobardemente el 26 de abril de 1977 junto
a Arturo Baibiene; y Liliana Pizá, mi mamá, fue secuestrada junto a Elba
Ramírez Abella y trasladadas juntas del Centro Clandestino de Detención,
Tortura y Exterminio “La Cacha””.
En la continuidad de su relato, Julia contó sobre el secuestro sufrido por los
hijos de Arturo Baibiene y Elba Ramírez Abella, los pequeños Leticia y Ramón
que en ese momento tenían 3 años y medio; y un año y medio respectivamente;
junto a Julia que era una beba de cinco meses de edad.
“Fuimos conducidos a un lugar donde había muchos chicos, según cuenta Leticia.
No sabemos la cantidad de tiempo. Cuatro o cinco días, hasta que el abuelo de
los Ramírez Abella nos pudo rescatar”.
Todos los miembros de la familia militaban en política, eran miembros de la
militancia por el pensamiento nacional, la justicia social y de un país para
todos.
Estaban radicados en Bahía Blanca y Pablo Pizá, según contaron Julia y Diana en
sus declaraciones, venia del radicalismo irigoyenista.
“Mi mamá venia de militar en la
JUP bahiense y mi papá con mis tíos Daniel Paira, Diana y
Víctor Tomaselli militaban en la
UES; y luego todos se volcaron a la Juventud Peronista
Montoneros”, relató Julia.
Julia y más tarde Diana, contaron también que la persecución de su familia
comenzó a partir de 1974, según consta en archivos de la División de Inteligencia
de la Provincia
de Buenos Aires (DIPBA). Hay registros de pedidos de captura e información
sobre ellos. Hay pedidos de ejército contra Liliana y Alberto Paira.
“Mis papás estuvieron un tiempo escondidos acá en La Plata, resguardados por
Adelina de Alaye, a quien conocían porque mi papá militaba con Carlos Alaye,
hijo de Adelina”, continuó relatando Julia.
“Gracias a Adelina yo tengo relatos de cuando mi mamá estaba embarazada”.
Julia nació el primero de noviembre de 1976 en un hospital platense al que
Liliana pudo ingresar gracias a la ayuda de una médica conocida, ya que Liliana
y Alberto estaban muy perseguidos en ese momento. Luego del nacimiento de
Julia, Liliana es quién anota su nombre y pone la firma en el registro, por esa
razón debe anotarla como Julia Pizá y no como Paira Pizá.

La figura del desaparecido y la carátula de homicidio
Diana Pizá, hermana de Liliana, el momento de prestar testimonio puso en el
debate del juicio, la figura del desaparecido y su tratamiento como tal.
“Hay una cosa que me parece importante es que son los mecanismos que han usado
que fueron exitosos para la dictadura. Esta figura de la desaparición, no
solamente secuestrar, esconder gente. Sino que usaban todos los instrumentos
legales. Qué pasaba con los restos. Robar los cuerpos es desaparecerlos de
alguna forma. Mis padres se murieron preguntando por Liliana. Mi padre se murió
repitiendo “Liliana donde estas”. Se quedaron esperando. Se fueron si saber que
pasó. En el caso de Alberto, que lo asesinaron, también quisieron robarse el
cuerpo. Tuvieron que llevárselo como NN, toda esa maquinaria de ocultamiento de
la identidad, también se hacía con nuestros seres queridos. Nos daban el cuerpo
sin identidad. Nos lo querían robar. La única manera de que un ser humano no es
y no existe es matándolo. Estos señores son culpables de que mi hermana no
este, son culpables la eliminaron. La asesinaron”, sostuvo Diana ante el
Tribunal.
El
cuerpo de Alberto Paira fue entregado a Domingo Paira, su papá, con la
condición de ser enterrado como NN y Julia dijo ante los jueves, que su papa es
como un desaparecido, porque le quitaron su identidad.
También, Julia contó que gracias a investigaciones de Adelina de Alaye se pudo
encontrar en el libro morgue el ingreso de dos cadáveres NN y se pidió la
investigación sobre los firmantes de las actas que figuran en ese libro, que
son Héctor Darbón, Roberto Ciafardo, Héctor Rodríguez y Héctor Luchetti; y
también se realizó un pedido oral para que se investigue al personal del
Registro de las Personas, ante las alteraciones que constan en los documentos,
fueron ejecutadas por médicos certificantes y personal civil en complicidad con
la última Dictatura Cívico Militar.

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2014-10-26 00:00:00
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