“Al prójimo: Nuestro pañuelo representa el encuentro con la lucha de los hijos, ofrenda a quien a quien se ama y se respeta, disparo acusatorio a los verdugos”, es la frase escrita por Celia Jinkis de Korsunsky y que quedó plasmada en el mural.

“Las orientaciones que tuvimos en cuenta para el diseño fue que no aparezca tanto el horror, sino que se reivindique la vida y la lucha”, expresó una de las organizadoras y amiga, Carmen Ortiz.

La preparación para este mural comenzó a principio del 2023 cuando las tres amigas de Celia Jinkis, e integrantes de la Central de Trabajadores Argentina (CTA) Bahía Blanca, Marita Aure, Mónica Colaianni y Carmen Ortiz, se presentaron en la Escuela de Artes Visuales (ESAV) para coordinar en primera instancia con directivos y docentes, luego con el grupo estudiantil sobre la participación directa en la creación del mural.

No se logró concretar en el primer semestre, por lo que se programó para noviembre. Y en septiembre lograron sumarse para la Muestra sobre la vida de Celia, en el Centro Cultural e Histórico de la Universidad Nacional del Sur (UNS) con la presentación de afiches individuales vinculados a la temática.

“Fuimos a las aulas, les contamos quién era Celia, cuál fue su lucha y ellos elaboraron sus afiches y luego propusieron el diseño del mural, con nuestras sugerencias”, resaltó por su parte, Mónica Colaianni.

Si bien remarcaron que, en el caso de las y los estudiantes de la ESAV, veían que tenían mucho entusiasmo con el trabajo artístico, que lo hicieron por etapas y estaban organizados en grupos, enunciaron las tres que en general, en el contacto con adolescentes y jóvenes con quienes interactúan, les queda “la sensación de poco en relación al diálogo”, añadió Ortiz.

“Pasa algo en la forma de participación, hay una diferencia, que nos llevó a preguntarnos cómo hacer. Queremos repetir la muestra el año que viene en la Casa de las Culturas y estamos pensando en esto”, explicó Colaianni.

“Todos estos hechos están cada vez más lejos de las nuevas generaciones, aun cuando son alumnos del terciario o porque escucharon hablar poco, o sólo se escucha el cliché de los medios hegemónicos y en las familias no se habla y son pocos los docentes que lo abordan”, sostuvo Aure.

“En nuestras charlas tratamos de explicar por qué se produjo el golpe, que la principal causa fue económica, y que nosotras somos de una generación que vivimos de un golpe de Estado a otro. Hubo una lucha, empezaron a matar gente porque hubo una resistencia por las distintas situaciones sociales y políticas de ese momento”, argumentó Colaianni.

“Esto continúa porque la lucha por la educación, la vivienda, una vida digna, una sociedad más justa y equitativa, es por lo que tenemos que seguir luchando. Es un tema, que hace 40 años venimos trabajando, tratando de hacer lo mejor que podemos para que esto no se olvide”, valoró Ortiz.

Las tres manifestaron que es visible la diferencia generacional en cuanto a la participación en las marchas, porque recordaban que “antes se convocaba y personas jóvenes se acercaban, desde hace algunos años, que no hay casi de 35 años para abajo”.

Más allá del reconocimiento de una nueva situación de país, lo que coincidieron es que hay que mantener la lucha activa. “De alguna manera tenés que aguantar. Celia fue una referente en vida, y lo sigue siendo para quienes trabajamos por los derechos humanos. La idea es que no quede en un homenaje, sino que sea un salto hacia adelante y para mostrar que ella sigue estando”, reflexionó Aure.

Siempre presente

“Históricamente la ESAV participó de las diferentes muestras y manifestaciones que realizamos sobre Derechos Humanos, fueron cambiando directivos y profesores y todos mantuvieron el compromiso con esta lucha”, distinguió Aure.

El mural fue la segunda actividad del año en la que participaron las y los estudiantes de la ESAV. Lo primero que realizaron fueron afiches individuales, con lo que quisieran representar lo conocido sobre esa parte histórica del país y particularmente en la historia de Celia, su hijo Eduardo, a quien nunca encontró, y su lucha como Madre de Plaza de Mayo de Bahía Blanca durante 45 años.

Primeros homenajes

Celia Jinkis falleció el 14 de julio de 2022, razón por la que el 2023 fue el año pensado para homenajearla. Se inició el 24 de marzo, con la impostación de una Huella en la Plaza de la Memoria: “Se la dedicamos a Celia porque ella caminó, hasta que su salud se lo permitió, por la búsqueda de Memoria, Verdad y Justicia, por su hijo y por los 30 mil y nos pareció ponerlo en ese lugar que la albergó durante tantos años en diferentes momentos históricos”, detallaron.

El gesto de las huellas se comenzó en 2011, con el inicio de los juicios en Bahía Blanca, la primera fue en la sede de la Universidad Nacional del Sur (UNS), ubicada en Colón 80. Luego fueron dedicadas a personas asesinadas o desaparecidas por la dictadura o por la Triple A.

En septiembre se pudo concretar una muestra en el Centro Cultural e Histórico de la UNS, ubicada en Rondeau 29, donde cada visitante se encontró con su historia y su lucha.

Autor: Redacción Ecodías