Los días martes 20 y miércoles 21 de diciembre transcurrió la última semana de
audiencias del año 2016 en el cuarto juicio de Lesa Humanidad en Bahía Blanca.
Luego de la feria judicial la actividad se retomará los días 6, 7 y 8 de
Febrero del 2017, según comunicó el Tribunal Oral Federal.

El día martes 20 se pudo escuchar la declaración de
los únicos 6 testigos de la jornada. Durante el día miércoles 21 no hubo
testimonios. En la sala, ambos días, se encontraban presentes solamente siete
de los 35 imputados, de los cuales 4 están con el beneficio de la prisión
domiciliaria y apenas 3 en la UP4 de Villa Floresta. El resto de los reos sigue
el proceso por el sistema de videoconferencia, desde varios lugares del país.
El primer testimonio fue el de Gustavo Carlson, sobrino de una de las victimas
en este juicio, Ángel Enrique Arrieta, quien fuera secuestrado y asesinado en
agosto de 1976. Ambos compartían ideología política, siendo militantes del
Partido Comunista. Relata que, el 20 de agosto de 1976, su madre le cuenta que
su tío había desaparecido, y estando en conocimiento que ya había habido
desapariciones, temieron lo peor. Ante el miedo por el clima que se vivía, no
recurrieron a casi nadie, “por mi militancia política, creí que el que seguía
era yo”, dijo el testigo, quien tres días antes del secuestro de Ángel, habían
compartido una comida y donde su tío pudo decirle que creía que lo estaban
persiguiendo. Cuando les avisan que habían encontrado muerto a su tío, fue un
golpe muy duro para él y cuenta que fueron aconsejados de no velarlo y
directamente lo llevaron al cementerio donde la familia esperaba.
Ángel era albañil y había trabajado en la obra el Chocón Cerros Colorados en
momentos que estalla lo que se conoció como el “Choconazo” en la cual tuvo
activa participación. Relata que su tío andaba con su guitarra y gustaba de
cantar, le decían “el Cantor”, como modo también de expresar sus reclamos de
protesta. En esos tiempos también, tuvo enfrentamientos con la dirigencia
sindical de la Uocra, y una persecución manifiesta desde antes del año 75, de
diferentes sectores de la patota sindical.
Ángel fue secuestrado el 20 de Agosto del 76 en la calle Líbano 38, y según lo
que le relataron al testigo, lo habían sacado de su casa arrastrando, dos o más
personas, encapuchadas y armadas y que lo subieron en una camioneta roja, y que
el barrio era una especie de zona liberada para realizar el operativo. A los
pocos días de secuestrado, 5 o 6, le avisan a la familia que en la morgue se
hallaba un cadáver que había sido encontrado en el barrio Saladero de Ingeniero
White, con signos de haber sido torturado, con las manos atadas con alambres
atrás y varios tiros. Una sobreviviente que pasó por el Centro Clandestino La
Escuelita en esos días, le contó a la familia que le pareció escuchar la voz de
Ángel allí adentro. Dio cuenta el testigo que para la familia y para el partido
Comunista este suceso hizo que quedaran paralizados y prácticamente no se
hablara del tema.
El segundo testimonio, Antonio Texeido se escucha por Videoconferencia desde la
localidad de General Roca, Río Negro, al igual que Carlos Galván, periodista,
quien fue corresponsal del Diario Río Negro, en Neuquén Capital, por lo cual
conoce a tres de los imputados: Reinhold, Laurella Crippa y el ex policía
Camarelli.
El 24 de marzo del 76, día del golpe, fue citado como periodista, junto a otros
colegas, para ser informados acerca de la modificación del sistema de gobierno
a cargo de los Comandantes en jefe y es allí, donde Tomas Liendo le presenta a
Reinhold como jefe de Inteligencia en la ciudad. A Camarelli lo conoció en la
comisaría de Cipolleti al ir a preguntar por algunas “capturas” de personas,
que luego serían desapariciones. A Laurella Crippa, lo conoció por ser jefe de
la policía provincial de Neuquén.
El objeto de la citación a los periodistas era informar sobre el derrocamiento
del gobierno de Estela Martínez y la toma de poder por parte de los Jefes de
las Fuerzas Armadas, pero fundamentalmente, era para dar las instrucciones
taxativas de que solamente se iba a poder publicar o hacer conocer aquella
información que emanara de las nuevas autoridades militares. Todo lo que se
difundiera debía ser presentado ante el comando para ser sometido a Censura.
Esto se cumplió a medias ya que debido a los tiempos que iba a llevar el
tramite dificultaría la salida del Diario, por lo que se comprometieron a
publicar solo lo que difundía el gobierno militar, aplicando así la
autocensura.
Con quien más trato tuvo fue con Laurella Crippa, con quien tuvo inconvenientes
debido a una “ridícula campaña” contra el uso de marihuana en Neuquén, detuvo a
muchas personas, muchos de ellos obreros de campo petrolero, y hasta a una
mujer de 82 años a quienes les secuestraron plantas de marihuana. Luego el
testigo pudo saber que la semilla de cannabis era utilizada por criadores de
canarios que le daban de comer la semilla ya que esto producía que los animales
tuvieran cantos más bonitos. Al sacar una nota dejando en evidencia que la
gente apresada le daba ese uso a las semillas que eran de venta libre, dejó en
evidencia la incapacidad de la policía que había realizado los operativos, con
el mando de Laurella Crippa, quien tomó la nota periodística como una ofensa
para socavar la autoridad y dignidad de las Fuerzas Armadas. El periodista,
aprovechando la ocasión también le consulto a Laurella Crippa por personas
desaparecidas y allí fue echado directamente ya que consideraba que sus
preguntas eran para menoscabar su tarea.
El cuarto testigo del día es Jorge Arrieta, hermano de Ángel Arrieta,
secuestrado el 20 de agosto del `76 y posteriormente asesinado. Relata que a su
hermano lo fueron a buscar a su casa de calle Líbano y a los pocos días lo
llaman por teléfono de la morgue, para que vaya a reconocer el cadáver de su
hermano Ángel con signos de tortura y disparos, le dijeron que había aparecido
en el barrio Saladero junto a otros dos cuerpo más. Le entregan el cuerpo y lo
entierraron sin poder velarlo ya que tenían miedo por lo que podía pasar. El
testigo cuenta que su hermano era militante del Partido Comunista y que se
hallaba muy expuesto. Nunca pudo enterarse quienes secuestraron a su hermano,
pero hubo alguien que le dijo que había estado en el Centro Clandestino la Escuelita.
Nunca más conversó con el resto de la familia sobre lo que había pasado con
Ángel. Relató que el personal de la Morgue le comento, que a diario los
llamaban para que retiraran cuerpos asesinados de diferentes lugares de la
ciudad.
El próximo testimonio se produce a sala desalojada, sin presencia de público,
ni el resto de los imputados, a pedido de quien declaró.

Cierre de la jornada
El sexto y último testimonio de la jornada, también por el sistema de
Videoconferencia, es de Luis Alfredo Genga cuyo caso también fue juzgado por un
Tribunal de la Provincia de Neuquén.
En 1976 era director de una escuela en Cipolletti y era primer secretario Gral
de la Unión de trabajadores de Educación. La correspondencia de la Escuela
llegaba a través de la policía, la debían buscar en la comisaría. Allí es como
conoce al policía Camarelli, imputado en este juicio. Cuando se produce el
Golpe de Estado, debido a su actividad sindical, se debe presentar en la
comisaría donde es largamente interrogado por su desempeño sin ser torturado.
En ese interrogatorio participó Camarelli. Genga considerò que se debió tomar registro
y nota de todo ya que más adelante, en el mes del septiembre del 76, cuando el
testigo es secuestrado, vuelve a ser interrogado de manera brutal, y le
hicieron referencia a lo que ya le habían preguntado y él había respondido en
ese primer interrogatorio. Este suceso lo ubica en adentro del Centro
Clandestino La Escuelita de Neuquén. Los familiares de Genga recurrieron al
cuartel, a la policía y a la justicia. Presentaron Habeas Corpus, todos con
resultados negativos. Se entrevistaron con Camarelli, quién tampoco les dio
respuestas.
El día miércoles 21, sin la presencia de testigos para declarar, se comunicaron
resoluciones por parte del Tribunal de las que la más relevante fue la de
implementar la pulsera electrónica para el imputado Floridia, que cumple con
arresto domiciliario y que habría sido visto violando la misma en una playa de
Viedma. La fiscalía había solicitado que se le revoque el beneficio.
Las audiencias se retomaran el día martes 6 de febrero a las 15 hs. y el 7 y 8
del mismo mes.