Se estrenó el documental bahiense sobre la experiencia de una profesora
transgénero del Instituto Avanza.

Varias cosas han cambiado y como sociedad hemos evolucionado en derechos. Mucho
de esto se debe a las políticas de Estado implementadas al respecto y en lo que
concierne a diversidad sexual e identidad de género, pese a que todavía faltan
muchas cosas, cierto es que se ha avanzado de manera importante y sin pausa.
Entonces, cada documento o registro que se intenta realizar de diferentes
hechos son desarrollados en el momento justo, porque, debido a todos los
cambios, ésta época es la época justa par determinadas cuestiones.
Son momentos históricos y así lo entendieron Viviana Becker y Silvia Pascual
quienes son las realizadoras del documental TransFormadora, en el cual se
recolectaron diferentes testimonios acerca de la experiencia de una profesora
transgénero del Instituto Superior de Formación Docente Nº 3 “Dr. Julio César
Avanza” de Bahía Blanca.
Esa profesora es la licenciada María Eva Rossi quién llevó a cabo su
transformación de género durante su desempeño docente.
Tanto María Eva como Viviana dialogaron con EcoDias acerca del documental
recientemente estrenado. En ese sentido, Viviana explicó los objetivos de
TransFormadora: “En principio era dejar registro de un hecho inédito como el de
una docente en un instituto de formación superior, o sea formadora de
formadores. Pero más allá de dejar registro era visualizar o analizar este
hecho no tanto desde el lugar de la transformación de María Eva que un poco lo
tomamos en otro documental, si no de qué pasaba en el entorno con esa
transformación cuando el entorno es el sistema educativo. Nosotras con María
Eva y Helen Turpaud habíamos hecho un trabajo de investigación previo que
presentamos en un coloquio de Filosofía en la UBA el año pasado y un poco nos basamos en ese
trabajo. Es decir, la idea primaria fue el documental pero nos dimos cuenta de
que no nos alcanzaba el documental para profundizar todo lo que queríamos.
Entonces buscamos primero, antes de continuar con el documental, este trabajo
que hicimos de investigación, más que nada, de lectura, de debate entre
nosotras, de búsqueda. Simultáneamente íbamos haciendo las notas del
documental”.
Viviana y María Eva se conocieron tiempo atrás en actividades por el mes de la
diversidad. Allí se formó un vínculo que dio lugar a un documental anterior:
“Cuando grabamos el primer documental yo obvié, salvo una leve mención, a la
parte de educación porque pensé que lo de educación daba para un tema aparte.
Creo que los documentales tienen un objetivo político muy claro. Las ideas
surgen un poco de Despertando a Lilith, la producción pertenece o es parte de
Autoconvocatoria Mujeres que es una colectiva feminista. Y los documentales son
políticos en el sentido de que el primero tenía como idea ayudar o colaborar de
alguna manera para la ley de identidad de género, ya está superada esa etapa.
Los tiempos corren rápido con muy buenas noticias, con muy buenos cambios, con
buenas transformaciones. Y el segundo la idea es que el camino que está
abriendo, porque de eso no tengo ninguna duda, María Eva con su transformación,
la posibilidad de que eso también sea un promotor de la ley de sexualidad
integral en las escuelas que está muy retrasada. Así que la idea es un poco
trabajar con este documental con las docentes fundamentalmente. Todas las y los
que participan en el documental son docentes, hay más de once testimonios, y
nosotras somos docentes”. También hay testimonios de alumnas y alumnos que
dejaron sus impresiones acerca de la experiencia con María Eva.
Si bien se habla sobre su transformación, simultáneamente se muestra como esa
transformación fue generando diversas transformaciones en el entorno y ambiente
educativo. María Eva destacó: “Yo aclaro que no es sobre mi vida sino de cómo
repercute en el ámbito educativo, en la institución formadora, que alguien
cambie de género; ese es el espíritu, ver qué pasó con los demás.
Cuando ella me propone en su momento, lo primero que me vino a la cabeza fue la
palabra transformadora, por ese juego de palabras, y en realidad el
experimento, si se puede decir experimento, es reflejar qué pasó en el ámbito
educativo, en los alumnos, personal docente, jerárquico, auxiliar. Entonces no
es hablar de una persona que cambió de género, es tomarlo como en qué medida
una transformación individual, transforma al resto”.

Decir y hacer
La realización del documental también tiene sus particularidades dice
Viviana ya que la idea es generar el debate entre las docentes y refleja tanto
lo políticamente correcto como lo que no: “Lo hicimos con recursos propios,
hace muy poco nos entregaron un subsidio con lo cual vamos a remediar parte de
lo que fue gastado. Pero con pocos recursos no solamente económicos sino a
veces recursos de instrumentación, de no tener un trípode, un micrófono y a
veces en mi caso particular una computadora acorde. Pero aún en esas
condiciones, que queremos que también estén reflejadas en el documental porque
es un trabajo político y que quiere mostrar que cualquiera de nosotras lo puede
hacer y en cualquier plano”.
En cuanto a los testimonios de docentes, alumnos y autoridades, María Eva
contó: “Sucedieron escenas incómodas quizás dolorosas también, que yo me entero
a posteriori. En el documental me entero de cosas que pasaron en febrero de
2009 y me las entero hoy. Es como si hubiera sido un camino, siempre digo que
atravesé un río subterráneamente y cuando llego a la otra orilla, ya
transformada, miro para atrás y resulta que en ese río pasaron cosas que me
podrían haber afectado mientras yo lo cruzaba y no me enteré.
La transición la pasé medianamente cómodamente pero a posteriori me entero hoy,
capaz que me siga enterando, que hubo casos como por ejemplo en la primera mesa
de examen que me siento en febrero hubo alumnos que no entraron. Que se
impactaron y decidieron no presentarse a la mesa, yo me enteré ahora”.
De todos modos en el balance hay de todo y una sensación de apertura en muchos
sentidos, agrega Viviana: “Lo que rescato de las personas que testimoniaron que
también son las que quisieron testimoniar, hay como una confirmación o
afirmación de que esto fue como abrir ventanas al instituto…Que se da
simultáneamente con algunas otras incorporaciones y con todo un trabajo que se
está haciendo hacia afuera. La sensación que me queda es la de abrir ventanas,
con todo lo que eso implica porque también entra aire fresco y nubarrones,
ventarrones y cosas que desacomodan. Testimonios algunos desde mi punto de
vista muy valientes de decir me pasó esto, me shokié, yo no soy tan abierta… porque
si no sería una mentira, sería como mostrar una realidad que no existe pero uno
percibe el cambio, la transformación”.

TransFormadora
Hablando de la transformación en sí de María Eva, ésta, explicó, es como un
viaje que no termina de llegar a destino. Se trata de una construcción que se
va acomodando, modificando y que no es ni de un día para el otro ni tampoco
tiene un final: “La noticia cuando llega ya había personas de la institución
que ya sabían porque hice la transición a la luz en diciembre cuando ya había
cerrado la institución pero Bahía Blanca es chica y la gente te ve
inesperadamente entonces se había comentado. Cuando pido la entrevista con la
directora ella ya estaba al tanto entonces cuando voy y hablo, la escucho decir
cosas muy técnicas, palabras que demostraban que ella había estado informándose
legalmente, de la normativa, etc. Eso me calmó porque sabía lo que se venía y
ella me calmó en el sentido de que iba a tener el apoyo de la institución, que
yo tenía todo el derecho a expresar la identidad de género nueva y que la
decisión que se había tomado era que cualquier incomodidad, queja o malestar
que surja lo planteara por escrito. Cuando escuché eso dije buenísimo porque si
piden eso lo más probable es que no llegue nada porque hay que tener mucha
convicción para plantear por escrito que algo te molesta y que tienen que hacer
algo. De hecho no hubo ninguno por escrito pero sí orales que también me entero
al tiempo, siempre es así. Hay muchas veces que quizás la gente se incomoda y
opta por callarse, no hubo nadie que en la institución me enfrentara”.
Sabemos que Bahía tiene cosas de ciudad especial y conservadora pero nada de
eso implicó molestia o miedo alguno para que el grupo realizara el documental.
“Lo que pasa es que tanto María Eva como yo y supongo que también Silvia,
venimos transitando los bordes de lo establecido entonces casi como que ni te
toca. Yo percibo que hay cierto respeto por el trabajo realizado o a lo sumo
habrá indiferencia”, dice Viviana.
Finalmente, señala María Eva, con el documental ya terminado se consiguió
transmitir lo que se quería, ese mensaje que se deseaba dar. “Para mi se logró
porque una imagen que nos perseguía era la de mostrar cómo en una institución
educativa se iba a abrir una grieta. Visualmente se logró, musicalmente
inmejorable. Creo que cuando ves el video, por lo menos yo lo que siento es que
se logró reflejar qué pasó con esto que pasó acá y que sigue pasando. Cómo me
transformé yo, con esa transformación del otro que se vio transformado gracias
a mi primera transformación, una cosa así, como un ida y vuelta”.
El
documental fue declarado de Interés Municipal por el Honorable Concejo
Deliberante de la ciudad de Bahía Blanca y distinguido por el Fondo Municipal
de las Artes.