La doctora
Gloria Girotti, secretaria del juez Madueño durante la dictadura militar, fue
llamada a declarar como “testigo” por el juez vitalicio Alcindo Álvarez Canale,
quien actúa una coherencia notable en todos estos años. Esta vez, pretender que
una imputada en una causa pueda ser testigo en la misma.

Durante las audiencias del juicio que se está llevando a cabo en Bahía Blanca
contra los represores del Terrorismo de Estado, varios testigos mencionaron a
Gloria Girotti por su desempeño en la última dictadura militar como secretaria
penal del fallecido juez Guillermo Federico Madueño. Pese a que está imputada
en la causa y que este hecho sea público, buena parte de la representación
universitaria de la Universidad Nacional del Sur decidió concederle a Girotti
la reválida en uno de los cargos que ocupa en el Departamento de Derecho de la
Universidad Nacional del Sur, en votación en el Consejo Superior Universitario.
Esta capacidad de algunos bahienses de mirar para otro lado, tiene en el juez vitalicio
Alcindo Álvarez Canale uno de sus principales referentes: días atrás citó a la abogada
Girotti a declarar como “testigo” por su participación como secretaria penal de
Madueño en la dictadura, en la causa que investiga delitos de lesa humanidad
cometidos en el ámbito del V Cuerpo de Ejército de Bahía Blanca. Tras diez
meses de dilación en torno a una decisión a los pedidos del fiscal Abel Córdoba
por detener y procesar a Hugo Sierra y Gloria Girotti, Álvarez Canale finalmente
optó por citar a los letrados a declarar.
Además de archivar sin más trámites denuncias y pedidos de hábeas corpus, la
acusación más grave que pesa sobre los dos abogados y docentes de la UNS, es la
de haber participado en interrogatorios bajo tortura a prisioneros
ilegítimamente detenidos en el Centro Clandestino de Detención (CCD) conocido
como “La Escuelita”, que funcionaba bajo la órbita del V Cuerpo del Ejército.
En el caso de Sierra, su citación revestía el carácter de declaración
indagatoria. Pero en lo que respecta a Girotti, el juez la citó a brindar
declaración testimonial, lo que implica dos cosas: por un lado, que el
magistrado trocó su situación de imputada por la de testigo de los hechos;
segundo, que Girotti se encontraría obligada a hablar con verdad sobre sucesos
por los que, en verdad, se la imputa desde la Fiscalía y por los que podría
recaer sobre ella un procesamiento. Con ello, se violan incluso sus garantías
procesales, puesto que la ley prevé que nadie puede ser obligado a declarar
contra sí mismo.

Derechos
Finalmente, la audiencia de declaración de Girotti fue suspendida debido a
que la Fiscalía que conduce Córdoba presentó un recurso de reposición parcial a
raíz del carácter de “testigo” que impuso el juez Álvarez Canale a Girotti,
imputada por la Fiscalía en la misma causa.
Para la Fiscalía, que se cite como “testigo” a Girotti es un modo tácito de
cerrar la investigación respecto a su persona. Por esta razón, el fiscal Córdoba
se opuso a que una persona que se encuentra imputada por la Fiscalía sea
llamada a declarar como testigo, además porque de esta manera se estarían
violando los derechos que Girotti tiene justamente como acusada. Un imputado
tiene más derechos que un testigo debido a que le son propios por el hecho de
estar siendo acusado. Entonces, al citarla como testigo se estarían
desconociendo derechos, se estaría violando la defensa en juicio y se
interferiría en una estrategia de la Fiscalía, que es la que determina quien
está imputado y quien no lo está, dentro de una causa.
Álvarez Canale no revirtió su posición, es decir rechazó el recurso del fiscal
pero dio lugar a la solicitud de apelación ante la Cámara Federal que es donde
se resolverá la cuestión. Allí, la Fiscalía planteará sus fundamentos y la
Cámara deberá tomar una decisión que, se estima, podría conocerse en uno o dos
meses.
Mientras tanto la declaración de la doctora Gloria Girotti quedó suspendida
hasta saberse la resolución de la Cámara y, por el momento, el intento de
hacerla pasar como testigo no dio resultado.